Este capítulo no tiene nada que ver con la historia. No afectará su trama ni nada parecido. Disfruten.
Los rayos de un brillante sol golpearon el rostro de Leila, sus ojos se abrieron para darse cuenta de que no estaba en su habitación. Y que Roberto estaba durmiendo a su lado. Pero tampoco estaban en la habitación de Roberto. Pero tenían su ropa puesta, así que no habían hecho nada raro, y no era un hotel.
—Esperen un momento —murmuró Leila mirando bien a su alrededor—. Reloj de gato-galleta, foto de Connie, un televisor con consola, muchos animales de felpa, pósters... ¡por mis gemas! ¿¡Es la habitación de Steven!? —Y de la impresión se cayó de la cama, pudiendo observar así a través de la ventana y mirar hacia el mar. Por su ventana solo se podía ver una pared. No era su casa.
—¿Le... Leila? —vociferó con voz áspera, despierto gracias al grito de Leila— ¿¡Dónde estamos y por qué me es tan familiar!?
—Creo que estoy soñando~ —tarareó mientras bajaba por las escaleras para comprobar su teoría.
Y sí, allí estaba el sillón. Estaba la cocina, y la nevera con la extraña foto de Perla, el baño donde se había ocultado Peridot, ¡el portal! ¡La puerta con las habitaciones de las gemas!
—¿Cómo llegamos aquí Leila? ¿Qué tenían los pastelillos de Daniel?
Leila lo ignoró. Su felicidad era más fuerte, estaba donde siempre quiso estar. Subió al portal, quería intentarlo. Pero no funcionó ya que era una humana.
Segundos después, el característico brillo con el sonido se hicieron presentes mostrando así seis cuerpos.
—... y cayeron del cielo. No sé de dónde vinieron. —Steven estaba explicando cuando llegaron.
—Despertaron —habló Garnet con una pequeña sonrisa.
—¡Garnet, Amatista, Perla, Peridot, Lapis y Steven! —gritaron al unísono Leila y Roberto, para sorpresa en el mismo orden.
—¿Nos conocen? —habló Perla con otra sonrisa.
—¡OH DIOS MÍO! ¡OH DIOS MÍO! LOS CONOZCO Y MUCHO —gritó la peliazul.
—Pues algo que conozco de ti es que pareces familiar de Lázuli —señaló Peridot mirando a Leila y luego a Lapis.
Leila y Roberto se miraron al mismo tiempo.
—¡Peridot! ¡Peridot! ¡Dorito kawaii! —gritó Leila abalanzándose sobre la pequeña gema para darle un abrazo.
—¡Auxilio! ¡Creo que no son tan inofensivos como dijiste Steven! —gruñó Peridot intentando quitar a Leila, sin ningún éxito. Hasta que Garnet tomó a la chica por debajo de las axilas poniéndola así en frente suyo y sin dejarla tocar el suelo. Esta no dudó un solo segundo para abrazar también a la fusión.
—¿Quiénes son? —preguntó Perla con la mirada fija en Roberto que parecía mantener la calma.
—Ah. Perla, yo soy Roberto Josué Vanegas Pérez. Sigo sin entender cómo llegamos aquí pero es grandioso.
—Y, y, yo soy Leila Liseth Jaramillo Estrada primera. También llamada la Steven, enana morada, o enana azul, pitufina, o como gusten. —La chica seguía enganchada a la fusión.
—¿Cuáles son sus propósitos? —inquirió Peridot de nuevo.
—No estoy seguro. Ni siquiera sé como llegamos aquí. Deberíamos estar por ver el nuevo episodio, pero ni idea —explicó Roberto.
Leila ahora estaba sentada sobre el cabello de Garnet, era tan cómodo como imaginó tantas veces.
—A mí no me importa en realidad... Garnet, ¿cuál champú usas?
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Ser Fan De Steven Universe No Es Fácil ©
FanfictionTodos creen que pertenecer a un fandom es, relativamente sencillo. Pero no es así, y Leila lo sabe a la perfección. ||Obra de autoría mía. Prohibida la copia o adaptación||