Capítulo 3.

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Kyuhyun se vio lanzado brutalmente contra el suelo. Su espalda rebotó contra la fría y húmeda tierra. Su cuello se vio aprisionado por unas fuertes manos.

Elevó sus brazos y agarró las muñecas de la persona que trataba de estrangularle, intentando apartarlas de su cuello mientras se revolvía bajo el cuerpo que lo aprisionaba contra el suelo.

Abrió los ojos, que había cerrado inconscientemente al sentir el golpe, y se encontró de frente con el rostro de un chico moreno de lacio pelo negro que le caía sobre la frente. La mandíbula firmemente cerrada, los hombros en tensión, los músculos de los brazos marcados por la fuerza con la que lo sujetaba por el cuello. Y unos profundos ojos negros.

Algo en su cabeza de repente hizo clic. Sin saber porqué, liberó las muñecas del contrario. Todo a su alrededor pareció desaparecer, únicamente era capaz de ver aquellos ojos negros que le miraban ahora con profunda sorpresa. Fue vagamente consciente de la liberación en su cuello y emitió un débil jadeo al verse capaz de respirar de nuevo.

La mano del contrario acariciando su mejilla le hizo tensarse sorprendido, sin embargo, ladeó un poco su cabeza, recibiendo gustoso la caricia.

―¿Qué... eres? ―preguntó el desconocido.

La voz grave, algo ronca del chico sonó como música a los oídos de Kyuhyun.

El chico le miraba verdaderamente curioso, paseando sus dedos por la mejilla contraria, sintiendo la suave y pálida piel de aquel joven chico desconocido. Llevó su pulgar a la boca de Kyuhyun, queriendo sentir esos finos y rojos labios bajo sus yemas.

Kyuhyun tembló ligeramente ante el suave roce, separando sutilmente sus labios, permitiendo a aquel chico acariciarlos sin restricciones.

―No eres... un corvus... ―aseguró.

Kyuhyun no supo qué le impulso a hacer lo siguiente. Simplemente siguió sus instintos, su cuerpo le pedía que lo hiciera, su mente le ordenaba hacerlo y su corazón deseaba acercarse a ese chico y devorarle los labios. Y eso hizo.

Se incorporó como pudo y agarró la nuca de aquel chico, atrayéndolo a él para plantarle un fogoso beso en los labios.

El desconocido se tensó sorprendido al sentir los labios del contrario haciendo presión en los suyos, pero, cuando sintió la lengua del joven pálido acariciarlos, no dudó en corresponder al beso.

Kyuhyun jadeó al sentir como aquel chico moreno mordía ligeramente su labio e internaba su lengua en su boca, queriendo explorarla. Él se lo permitió gustoso. Había algo en aquel chico que le atraía y le hacía perder la razón.

De repente, se vio empujado de vuelta al suelo. Los intensos ojos negros del desconocido le recorrieron el rostro. Sus toscas manos acariciaron sus mejillas de nuevo, pero esta vez iniciaron también un recorrido por su cuello.

Su corazón dio un vuelco al verse observado por aquellos ojos negros, brillando hambrientos. El desconocido se inclinó sobre él y dejó sus labios a escasos centímetros de los del otro, viéndole directamente a los ojos.

Kyuhyun tembló al sentir aquellas manos llegar a su cintura y colarse bajo su camiseta, tanteando un poco la piel de su abdomen, como dudando en si subir a su pecho o no.

―Hazlo ―le orden con la voz algo agitada del chico pálido, le hizo decidir.

No dudó ni un segundo en subir sus manos acariciando todo el torso del chico, deleitándose con aquella piel tan suave como la seda.

Corvus & CygnusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora