Capítulo 27.

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Cuando Kyuhyun despertó a la mañana siguiente, después de haber descansado a gusto toda la noche entre los brazos del mayor, de repente fue consciente de que no reconocía el lugar dónde se encontraba.

Miró a su alrededor confuso, viendo una extraña habitación de paredes de piedra caliza. Un escritorio descansaba junto a la pared de su izquierda. Frente a la cama, un gran armario se encontraba empotrado en la pared entre dos estanterías repletas de libros, a la derecha una pequeña salita estaba amueblada con dos sofás y una mesita baja de café.

Frunció el ceño confundido. Aquella no era la habitación de Siwon. De hecho, no creía siquiera estar en el palacio de Siwon. Las piedras de las paredes eran distintas, los muebles no eran del tipo que había en el palacio del mayor, y el paisaje que se veía al otro lado de la ventana, desde luego que no era el reino de Grehem.

Se deshizo con cuidado del agarre en su cintura de Siwon y se puso en pie. Agarró una bata que alguien había dejado colgada del respaldo de la silla del escritorio y se la puso mientras echaba a andar hacia la ventana. Observó el paisaje. Viendo la fuente de mármol que presidía la plaza frente a la entrada principal del palacio en el que se encontraba, divisó a lo lejos el campanario de la iglesia terminado en punta y comprobó, a lo largo del camino, el sendero de setos que se extendían varios metros hasta el jardín del palacio del Alumbramiento. Abrió los ojos sorprendido y se retiró de la ventana, trastabillando de espaladas para llegar hasta la cama de nuevo.

—Hyung... ¡Hyung! —le llamó.

—¡¿Qué pasa?! —preguntó despertando preocupado, mirando a su alrededor en busca de lo que fuese que había alterado al menor.

—¿Porqué estamos en el reino Blanco? —preguntó confuso—. ¿Qué hacemos aquí todavía?

Siwon parpadeó confuso un par de veces hasta que comprendió las palabras del menor.

—Sí... Ya... Supongo que debí decírtelo anoche cuando despertaste...

—¿Decirme qué hyung? —cuestionó Kyuhyun—. ¿Qué hacemos aquí?

—Verás... Yo no lo sabía —empezó—, pero el Consejo Real del reino Blanco me lo hizo saber ayer...

Kyuhyun le miró entrecerrando los ojos con cautela. ¿Siwon se había reunido con el Consejo Real del reino Blanco? Su cabeza hizo click, comprendiendo que si Siwon había logrado entrar en el reino era porque lo había asaltado, lo que le convertía ahora en el rey del lugar, obvio que se habría reunido con el Consejo Real si ahora aquel lugar le pertenecía...

—Bueno... Verás.... Resulta que... no sé muy bien cómo decirte esto... —murmuró para si mismo.

—Hyung me estás asustando —confesó el menor—. ¿Qué es lo que pasa?

—Kyuhyun —le llamó Siwon repentinamente serio—. Ahora eres el rey del reino Blanco.

—Hyung, no estoy para bromas —recalcó Kyuhyun rodando los ojos ante semejante tontería.

—No es broma Kyuhyun. El Consejo me lo dijo.

Kyuhyun parpadeó varias veces, confundido. Aquello no podía ser verdad, sin embargo, la absoluta transparencia en los ojos del mayor le dejaban en claro que era sincero.

—Pero... Pero... Eso no tiene sentido —negó el chico―. Tú deberías ser el rey.

—Existe una antigua ley, sólo conocida por el Consejo, que afirma que aquel que mate al rey, será el merecedor del título ―le explicó el mayor.

Corvus & CygnusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora