Capítulo 14.

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―Kyu... Kyuhyun... ―la suave voz de Siwon despertó a Kyuhyun.

El menor abrió los ojos aún medio dormido y parpadeó repetidas veces, tratando de acostumbrarse a la luz.

―No, no te levantes ―negó Siwon al ver que hacia ademán de incorporarse―. Sigue durmiendo si quieres, sólo quería avisarte que me marcho, ¿vale? El Consejo me está esperando.

Kyuhyun le miró a través de sus ojos medio cerrados y dejó caer la cabeza de vuelta a la almohada. Siwon sonrió.

―Luego vuelvo ―le prometió dejándole un beso en la frente―, sigue durmiendo.

Kyuhyun medio asintió y cerró de nuevo los ojos, sumiéndose al instante en un profundo sueño.


Cuando despertó un par de horas después, se removió en la cama, incorporándose confuso al verse solo, enredado entre las sábanas de la gran cama de la habitación de Siwon.

Se llevó una mano a la cabeza, rascándose la nuca extrañado hasta que recordó, en medio de la nubosidad que todavía llenaba su cabeza, que Siwon le había dicho que se marchaba con el Consejo y que él podía quedarse durmiendo en la cama.

Miró a su alrededor, dándose cuenta que las cortinas de la cama estaban echadas, por lo que estaba aislado del resto del cuarto. Le extrañó un poco ese hecho, no había visto nunca las cortinas de la cama cerradas, así que se movió en la cama hasta que llegó el borde y descorrió una de las telas.

―Buenos días, Corax ―la voz de Donghae le llegó desde un rincón del cuarto y él dirigió rápidamente la mirada hacia allí, viendo cómo el sirviente personal del mayor, doblaba algunas prendas para guardarlas en los cajones de uno de los muebles del vestidor.

―Ah, buenos días ―atinó a responder el menor.

―Su Majestad me ha pedido que no le despertase ―le explicó aún enfrascado en su tarea.

―Ah, sí, gracias.

―He traído su desayuno ―informó señalando la mesa ya preparada.

―Ah, vale ―aceptó―. Pero... Me ducharé primero ―informó poniéndose en pie, no le hacía ni pizca de gracia pasearse en bata frente a Donghae, bueno ni frente a Donghae ni frente a nadie que no fuera Siwon.

―Claro ―accedió el sirviente―. ¿Os preparo la bañera?

―No ―negó el menor viendo que en el asiento a los pies de la cama, Siwon ya le había dejado su ropa preparada. Se acercó allí y la cogió―. Sólo voy a ducharme.

―Como queráis ―aprobó.

Kyuhyun asintió y se metió en el baño, cerrando la puerta a su espalda. Se apoyó contra ella y soltó un suspiro. No sabía porqué, pero por alguna razón, Donghae no acababa de gustarle. No es que el sirviente hubiese hecho algo para que pensase así sobre él, más bien lo contrario, el chico se comportaba tal y como se esperaba del sirviente personal de Su Majestad, pero a Kyuhyun le daba la sensación de que Donghae no albergaba buenos sentimientos hacia su persona. Más de una vez le había pillado viéndole con una fría expresión en su rostro, como si desease no tenerle enfrente y, aunque Kyuhyun estaba medianamente acostumbrado a ese tipo de miradas por parte de la gente al servicio del mayor, también era cierto que éstas habían desaparecido de la gente con la que solía relacionarse más a menudo, como Yesung por ejemplo, pero le daba mal fario el sirviente, porque ni después de tanto tiempo como él ya llevaba allí, parecía cambiar su opinión sobre él.

Corvus & CygnusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora