Capítulo 25.

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Kyuhyun se giró cuando fue consciente del portazo en la habitación. Frente a él, un grupo de hombres armados invadieron la estancia con sus espadas en ristre. En ese momento, no le importó que los guardias de palacio entrasen a acabar con su vida. En ese momento, estaba satisfecho por haber matado a aquel cruel hombre. Les sonrió, retándoles mientras se colgaba el collar al cuello. No iba a suplicar clemencia, iba a luchar hasta que el último aliento escapase de sus labios.

Los hombres armados le observaron parados alrededor de la puerta. A Kyuhyun le extrañó que no se movieran para atacarle y, justo en el momento en que iba a decir algo, los guardianes se movieron, dejando paso a la sala a un alto hombre moreno de cabellos negros.

―Siwon... ―la voz de Kyuhyun fue casi un susurro.

El mayor se detuvo en medio del cerco de hombres y le observó de arriba a abajo horrorizado. Dejó caer su espada, que golpeó contra el suelo llenando la estancia de un horrible sonido metálico, y dio tres zancadas hasta pararse frente al menor.

Kyuhyun quiso preguntarle qué le pasaba, porqué le miraba con esa expresión de horror, porqué parecía a punto de echarse a llorar. Pero Siwon no se lo permitió. En menos de un suspiro, Kyuhyun se vio rodeado por los fuertes y cálidos brazos del mayor apretándole contra su musculoso pecho. El chico vaciló un segundo, sorprendido, pero la mano de Siwon acariciando su cabeza, le hizo recuperar conciencia de quién era, de dónde estaba, de lo que acababa de pasar y no pudo evitar abrazarse con fuerza al cuerpo del mayor, empezando a llorar otra vez.

―¿Estás bien? Por favor dime que estás bien ―el tono suplicante en la voz de Siwon hizo que Kyuhyun asintiera con el rostro escondido en su hombro.

―E-Estoy bien ―afirmó el menor―. Él no... Yo no... No dejé que... Él... él quería... pero... pero yo no... no le dejé... yo... Lo... Lo he matado, hyung... Yo... Lo he matado... ―sollozó Kyuhyun, dándose verdadera cuenta de lo que acababa de hacer.

Siwon lo apretó con fuerza contra su cuerpo.

―Shhh. No importa Kyuhyun ―trató de calmarlo―. Has hecho bien ―aseguró―. Has hecho bien.

―Hyung... Lo he matado...

―No pienses más en eso ―le pidió el mayor―. No le des más vueltas. Olvídalo.

―Pe-Pero él...

―Se lo merecía Kyuhyun. Si no lo hubieras hecho tú, lo habría hecho yo ―aseguró Siwon. El tono furioso del mayor no pasó desapercibido para Kyuhyun.

El menor se apretó contra su cuerpo, escondiendo su rostro lloroso en su cuello y en ese momento un escalofrío recorrió su espalda. Siwon le miró, apartándose un poco de él, reparando de nuevo en su torso desnudo. Liberó el agarre que mantenía alrededor del chico y bajo la curiosa mirada de Kyuhyun se quitó la chaqueta para tendérsela al menor.

―Póntela ―le ordenó.

Kyuhyun la cogió y pasó los brazos por las mangas. Siwon se la abrochó y llevó una mano hasta su mejilla, acariciándola con dulzura. Kyuhyun ladeó un poco la cabeza, recibiendo gustoso la caricia y le miró a los ojos, viéndolos llenos de preocupación y culpa. Elevó su mano y la colocó sobre la del mayor.

―Estoy bien ―aseguró.

Siwon le miró con tristeza y pesar.

―Estoy bien ―repitió Kyuhyun acercándose aun más a él, estirándose un poco para alcanzar sus labios.

Siwon movió la mano de su mejilla a su nuca, atrayéndolo hacia él, profundizando el beso a la vez que rodeaba su cintura con su brazo libre. Kyuhyun alzó sus brazos y los entrelazó tras su cuello, devolviéndole el beso profunda e intensamente. El menor podía sentir toda la preocupación de Siwon en ese beso y Siwon podía sentir todo el sufrimiento del menor de aquellos días en el sabor a sangre de la herida abierta en el labio del menor. Pero Kyuhyun no se quejó, le dolía, pero le daba igual, no quería separarse de él, no quería perder aquel contacto de los labios del mayor sobre los suyos que tanto había echado de menos. Sin embargo, la necesidad de respirar se hizo patente obligándoles a separarse a regañadientes.

Corvus & CygnusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora