Capítulo 5.

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Kyuhyun abrió los ojos sorprendido. ¿El monarca de las tierras del reino de Grehem? O sea el rey. ¡El rey!

―Ma-Majestad ―le llamó el joven completamente perdido y asustado.

―No me llames así ―le regañó.

―Pe-Pero... yo... ¿có-cómo debo llamaros, mi señor?

―Mi señor, no. Majestad, tampoco. Alteza, ni hablar ―empezó Siwon―. Llámame simplemente Siwon.

―Yo... no... no puedo ―negó el chico medio incorporándose en la cama, percatándose de repente de que seguía tumbado en ella mientras el rey le observaba. Sin embargo, aquel movimiento le sacó un bufido adolorido al sentir el pinchazo en su espalda baja.

―Estáte quieto ―le ordenó empujándolo de vuelta a su posición inicial―. Tienes que estar muerto de dolor...

Kyuhyun se sonrojó completamente ante sus palabras, recordando la razón de su dolor en el trasero.

―Fuiste un imprudente, ¿sabes? ―le regañó.

―Ya... sí... bueno... no sé... ―balbuceó el chico todo ruborizado.

―¿Sueles ser así de impaciente? ―preguntó el mayor divertido.

―No... bueno... es que... no sé.

Y Siwon se echó a reír divertido al verle tan avergonzado.

―Vale, está bien, cálmate ―le pidió acercándose y dejándole un beso en la mejilla.

Kyuhyun bajó la vista completamente avergonzado.

―Vamos a tener que esperar al menos un par de días para que te recuperes antes de presentarte frente a mi pueblo.

―¿Presentarme? ―preguntó Kyuhyun alzando los ojos completamente asustado.

―Mi gente debe saber que he encontrado a mi compañero ―explicó el mayor.

―No... Pero... yo...

―¿No eres mi compañero, acaso? ―cuestionó.

―Sí... claro... lo soy... pero... no soy un corvus ―trató de explicarse.

―Lo sé ―afirmó el mayor.

―¿Y eso no te molesta? ―preguntó.

―¿Te molesta a ti que yo lo sea? ―cuestionó el mayor..

―¡No! ―negó Kyuhyun―. Pero... tu pueblo no aceptará a un ser blanco como compañero de Su Majestad...

―Tendrán que hacerlo ―sentenció Siwon.

El tono inquebrantable de su voz, pilló a Kyuhyun por sorpresa. Realmente Siwon era alguien quién conseguía todo lo que quería.

―¿Porque no descansas de momento? ―le pidió levantándose de la cama―. Yo tengo cosas de las que encargarme durante un par de horas y pareces todavía algo falto de sueño ―apuntó acariciando suavemente su mejilla.

―Pero... yo... No quiero ser una molestia ―murmuró Kyuhyun, no le parecía correcto seguir durmiendo mientras él tenía trabajo.

Siwon sonrió.

―Nunca serás una molestia ―aseguró―. A partir de ahora, no quiero que vuelvas a pensar así ―le pidió―. Desde este momento, todo lo mío es tuyo, empezando por este cuarto. ¿Está claro?

Kyuhyun le miró abriendo los ojos sorprendido ante la sinceridad impresa en sus palabras.

―¿Es esta tu habitación? ―preguntó.

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