Kyuhyun no supo muy bien cómo había sucedido, pero de repente habían pasado ya tres días desde que llegó al palacio de Siwon. Tres días que habían pasado volando.
El joven no había salido del cuarto del mayor en aquellos tres días, Siwon se lo había prohibido y él había decidido obedecer. Por lo general no aceptaba ordenes de nadie, pero comprendía la situación en la que se encontraba Siwon para ordenarle eso.
En esos tres días, Siwon pasó todo el tiempo que pudo con el chico en su cuarto. Charlaban de cosas triviales, ninguno se había atrevido a hablar sobre lo que supondría la vida del menor allí, en aquel reino nuevo y siendo el compañero de Su Majestad. Siwon no quería mantener esa conversación aún, trataba de posponerla todo lo posible, pues intuía que no iba a hacerle ni pizca de gracia al chico. Y Kyuhyun no había querido preguntar hasta que fuese inevitable. De ese modo, cuando ambos estaban en la habitación, ya fuera comiendo, pasando el rato o tumbados en la cama abrazados y listos para dormirse, charlaban amenamente sobre las cosas que más le gustaran al otro, sus aficiones, que cosas les disgustaban y demás cosas con tal de conocerse mejor el uno al otro.
Sin embargo, al cuarto día de la estadía del muchacho allí, Siwon supo que no podía retrasar más la presentación oficial de Kyuhyun. Los rumores del compañero de Su Majestad corrían por las calles como la pólvora, los cuchicheos en palacio cada vez eran menos discretos y Siwon sabía que ya era el momento.
De modo que, después de informar oficialmente de que la presentación real se llevaría a cabo al día siguiente por la mañana, Siwon decidió que ya era hora de retirarse a sus aposentos esa tarde. Debía conversar con el menor.
Cuando llegó al pasillo de su habitación, vio cómo en las sombras sus guardaespaldas tomaban formación en sus puestos habituales y Yesung le saludaba desde la puerta de su cuarto. Se detuvo frente a ella y suspiró tomando fuerzas. Cuando se vio preparado mentalmente, entró en la habitación.
―¡Hyung! ―le saludó el menor saltando de la cama con un libro entre las manos.
Llegó hasta él y le dio un beso, tal y como hacía cada vez que el mayor llegaba a su habitación para hacerle compañía.
―Llegas temprano ―comentó contento.
―¿Estabas aburrido, no? ―preguntó Siwon divertido colocando sus manos en la cintura del chico.
―Un poco ―admitió el menor sonriendo.
Siwon le devolvió la sonrisa y guió al joven hasta uno de los sofás para sentarse y continuar abrazándole.
―Oye... ―le llamó―. Tengo que hablar contigo.
Kyuhyun le miró entrecerrando los ojos, no gustándole demasiado lo que acababa de oír.
―¿Qué pasa? ―preguntó cauteloso.
Siwon hizo de tripas corazón y lo soltó de golpe.
―Mañana voy a presentarte oficialmente.
Kyuhyun abrió los ojos sorprendido y empezó a boquear, tratando de encontrar algo que decir, pero al final terminó cerrando la boca al darse cuenta que no conseguía articular palabra.
―Es el momento ―trató de explicarse Siwon―. Ya llevas aquí cuatro días, la gente empieza a hablar por los pasillos, tengo que presentarte oficialmente...
―Ya, pero... ¿y si no les gusto?
―No me importa ―aseguró el mayor.
―Eso dices ahora... ―murmuró el chico.
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Corvus & Cygnus
FanfictionEn un mundo paralelo en que la noche es decorada con dos lunas, un niño nacido a destiempo augura un mal presagio en el reino. Sus cabellos deberían ser rubios, sus ojos deberían ser grises. La oscuridad se cernió en su Nacimiento. En un reino dónde...