Capítulo 8.

593 53 18
                                    


Kyuhyun había esperado muchas cosas de su situación como compañero del rey corvus, como Corax, que era ahora su nombre. Siwon le había dejado bastante claro que, antiguamente, las personas como él eran tratados casi como mascotas, pero también le había dicho que él no lo consideraba como tal, lo cuál ahora empezaba a cuestionarse que fuera verdad, pues lo que nunca se esperó es que su posición junto al mayor, siempre que estuvieran en público, fuera sentado debajo suyo. Y es que en ese mismo momento en que Siwon y él se encontraban en la sala del trono tras la presentación oficial, el mayor estaba sentado en su trono y él estaba sentado a su lado, pero en el suelo, con una suave alfombra bajo su trasero y rodeado de mullidos almohadones. No negaría que el sitio era cómodo, pero no le hacía ni pizca de gracia tener que ocupar aquel lugar, él no era un animal que pudieran tener de mascota...

Resopló frustrado y apoyó su mentón en sus manos. Sus codos estaban apoyados sobre sus piernas cruzadas y su rostro formaba un mohín.

―¿Qué pasa Kyu? ―la grave voz de Siwon llegó por encima de su cabeza. Al segundo sintió la mano del mayor posarse en su cabeza, revolviéndole el pelo.

―No me habías dicho nada de esto ―se quejó el menor desde su sitio.

Siwon sonrió, sabía que tarde o temprano iba a quejarse.

―No ―admitió―, pero no quería oírte hacer un berrinche.

Kyuhyun chasqueó la lengua y Siwon sonrió de nuevo.

―¿Prefieres sentarte aquí?

Kyuhyun observó al mayor y cómo éste palmeaba sus rodillas invitándole a sentarse en su regazo. Rodó los ojos.

―Claro, como si no hubiese ya suficiente gente mirándome ―ironizó.

Siwon rió, el chico era perspicaz, la mitad de la gente que poblaba la sala en aquella fiesta de la presentación, lanzaba indiscretas miradas hacia el chico pálido sentado a su lado. Siwon ya se esperaba que la apariencia del chico llamase la atención de más de uno, sobretodo, porque nadie era capaz de catalogarlo o discernir cuál era el origen del chico, nadie sabía de dónde había salido el ahora Corax y eso suscitaba mucha curiosidad.

―No tienes que quedarte ahí sentado todo el rato ―trató de consolarlo―, eres libre de moverte por la sala, puedes ir a por algo de comida si quieres.

―¿Y tú? ―cuestionó el chico mirándole.

―A mí se me acercan asuntos de los que debo encargarme ―respondió Siwon echando un vistazo hacia uno de los lados de la sala, dónde un grupo de hombres empezaban a caminar en su dirección.

Kyuhyun suspiró, desde que habían llegado a aquel lugar, el mayor había estado encargándose de diversos asuntos del reino, más de una decena de personas se habían acercado ya a hablar con él. ¿No se suponía que aquello era una fiesta por su presentación? ¿Porqué entonces seguían tratando asuntos del reino?

―Pues sí, creo que iré a por algo de comer ―aceptó poniéndose en pie antes de que aquel grupo de hombres llegaran hasta su posición―. ¿Quieres algo?

―Que vuelvas sano y salvo.

Kyuhyun rió.

―Seguro ―prometió―, cómo si pudiera pasarme algo en esta sala llena de guardias y guardaespaldas disfrazados ―apuntó guiñándole un ojo.

Siwon lanzó una carcajada viendo como bajaba la escalinata del trono, realmente el chico era muy observador.

Kyuhyun sintió la vista clavada en su nuca de la mitad de los presentes en aquella sala, pero decidió ignorarlos. Más le valía acostumbrarse a ello. También fue claramente consciente de como Yesung, apropiadamente disfrazado de paisano, se movía en uno de los laterales de la sala, imitando su caminata hasta una de las mesas repletas de comida que habían sido preparadas en la sala.

Corvus & CygnusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora