Capítulo 9.

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Kyuhyun se encontraba solo en la habitación que compartía con Siwon. El mayor le había pedido que regresase allí antes que él, pues debía reunirse un momento con el Consejo Real y no quería que el chico se aburriese, así que Kyuhyun asintió y se dejó conducir por Yesung hasta los aposentos del mayor.

Se dejó caer en uno de los sofás, recostando su cabeza contra el respaldo y suspiró aliviado. Por fin había acabado aquella tortura. Pasarse todo el día metido en aquella sala de gente que cotilleaba y cuchicheaba descaradamente sobre él le había dejado mentalmente agotado.

Llevó una mano a su cuello y lo masajeó un poco, tratando de desentumecer la tensión acumulada en sus cervicales. En ese momento rozó la cadena que llevaba al cuello y no pudo evitar llevar su mano hasta el colgante del cuervo y la estrella. Lo cogió entre sus dedos y lo alzó, dejándolo suspendido frente a sus ojos para observarlo.

No pudo evitar sonreír tontamente. Puede que aquello no fuese mas que un simple collar que había pasado de Corax a Corax, marcándolos así cómo lo que eran, las mascotas de sus reyes, pero Kyuhyun no podía evitar sonreír al pensar que aquello significaba algo más. Que aquello suponía un lazo de unión con el mayor, más fuerte de lo que podía imaginarse. Y aquello le hacía extrañamente feliz.

―Me gusta esa sonrisa.

Kyuhyun dejó caer el colgante asustado ante la voz que susurró a su lado y volteó para encararse al intruso.

―Hyung... ―suspiró aliviado al ver al mayor parado a su lado―. Me has asustado ―se quejó―. No te he oído entrar.

―Puedo ser muy sigiloso ―confesó Siwon sentándose a su lado.

―Ya, ya lo he visto ―admitió Kyuhyun llevando de nuevo su mano a su cuello, girándolo un poco para masajearlo.

―¿Te duele? ―preguntó Siwon llevando su mano hasta la del chico.

―Creo que he hecho un mal gesto ―comentó el menor presionando un punto que le molestaba particularmente.

―Déjame a mí ―ordenó el mayor, llevando sus manos hasta allí para frotar aquel lugar que parecía molestarle al chico.

Kyuhyun retiró sus manos y dejó a Siwon trabajar sobre su cuello, cerrando sus ojos complacido por el masaje que éste aplicaba sobre la zona entumecida. Cuando sintió los labios del mayor depositar un beso en el sitio que anteriormente masajeaba, dejó escapar un suspiro sorprendido.

Una de las manos de Siwon, rodeó su cuello por detrás y fue a parar a su hombro, colándose bajo la camisa para empezar a acariciar su clavícula, mientras sus labios empezaban a dejar suaves besos esparcidos por la piel de su cuello bajo su oreja y su mandíbula.

―Hyung... ―suspiró―. Esto no es un masaje ―comentó lo obvio.

―Bueno... Pero también hará que te sientas mejor ―respondió el mayor desabrochando el primer botón de su camisa.

Kyuhyun soltó una risita ante sus palabras antes de abrir los ojos y girar un poco su cabeza, buscando los ojos del mayor. Siwon se incorporó un poco y le miró intensamente. Kyuhyun se mordió el labio, repentinamente nervioso ante la profunda mirada del mayor. Siwon sonrió al ver el nerviosismo del chico y se acercó un poco a él, juntando sus labios en un beso lento y calmado, tratando de tranquilizarlo. Kyuhyun cerró los ojos y respondió al beso con calma, dejándose guiar.

Siwon continuó desabrochando los botones de la camisa del chico lentamente sin separarse de sus labios. Cuando el último salió del ojal, llevó sus manos hasta los hombros del menor, rompiendo el beso y deslizando las mangas por los brazos del chico, viendo cómo éste se sonrojaba por sus acciones. No podía creerse cómo podía verse tan avergonzado en ese momento cuando en su primera vez había sido tan salvaje y lanzado.

Corvus & CygnusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora