Kyuhyun trató de recordar todo el camino por el que aquel hombre le conducía. Como ya sospechaba, le habían tenido encerrado en una celda en el sótano del palacio real. Al salir de la habitación, habían recorrido un largo pasillo hasta encontrar unas escaleras que subían al piso superior. Salieron por una puerta que daba acceso lateral a lo que supuso sería un pasillo de la planta baja. El hombre le empujó por él hasta alcanzar de nuevo unas escalera y subir por ellas hasta el segundo piso, dónde, recorriendo otro largo pasillo, atravesaron una puerta de madera oscura, hasta entrar en una especie de salón.
―Bienvenido, niño tardío.
El saludo procedía de un sofá que quedaba de espaldas a la puerta por la que habían entrado. Kyuhyun miró hacia allí a tiempo de ver levantarse a un señor pálido de blancos cabellos y ojos azul pálido. Kyuhyun calculó una edad aproximada de unos cuarenta y pico.
El hombre a su lado hizo una reverencia, pero él se mantuvo impasible, no pensaba mostrar respeto alguno hacia el hombre que le había secuestrado.
―Ya me habían dicho que eras un chiquillo rebelde... ―murmuró el señor pálido dando un par de pasos hacia él―. Jin Shi ―llamó al guardián―, puedes marcharte ahora.
―¿Está seguro, mi señor? ―preguntó el guardián, no muy seguro de dejar al niño tardío a solas con Su Majestad.
―He dicho que salgas ―el tono duro y grave del rey hizo a Kyuhyun temblar asustado.
El guardián hizo una reverencia y se apresuró a abandonar la estancia, dejándolos a solas.
―Bueno... Ha pasado mucho tiempo... Pero por fin estás aquí ―habló el hombre viéndole a los ojos.
Kyuhyun no le respondió, pero le devolvió la mirada todo lo furiosa e iracundamente que pudo.
―No deberías haberte escapado aquel día... Lo habrías hecho todo mucho más fácil ―asguró el monarca.
―No habría escapado si no hubiesen intentado matarme ―replicó Kyuhyun cortante.
El hombre le miró curioso.
―Tienes agallas, chico ―comentó―. Pero sí, tienes razón, Hong Sung nunca debió intentar matarte ―afirmó―. Puedes estar tranquilo, él ya no será un problema ―aseguró mientras se servía un copa de Whisky del minibar que había junto al sofá en el que había estado sentado.
Kyuhyun tembló un poco ante la frialdad de sus palabras, había comprendido perfectamente lo que aquella frase escondía nada sutilmente, Hong Sung estaba muerto. Más concretamente, aquel hombre había mandado matar a Hong Sung, el hombre que había ido a buscarle al orfanato el día de su diecisiete cumpleaños para llevarle hasta el harén de Su Majestad.
El hombre sonrió al ver la cara de horror en el chico, su advertencia había calado, el chico no intentaría nada raro ahora.
―Todavía no me creo que huyeras al reino de Grehem ―apuntó el hombre mirándole―. ¿No has oído las historias sobre ellos?
―Sí, las oí ―afirmó el menor, algo le decía que era mejor seguirle la corriente, un silencio iba a costarle demasiado caro.
―Y aún así te atreviste a saltar el muro... ―comentó el hombre mostrándose sorprendido.
―Si iba a morir, prefería que fuese en manos de un enemigo real y no por un disparo en la espalda de una rata traidora ―vale, su boca había hablado antes de que su cerebro pudiera cortarlo.
Para la sorpresa del menor, el rey rió.
―Sí, estamos de acuerdo en algo ―sentenció―. Hong Sung era una rata traidora. Sin embargo, me alegro de poseer aliados en el sur que me informaran de que el niño tardío se escondía al otro lado del muro...
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Corvus & Cygnus
FanfictionEn un mundo paralelo en que la noche es decorada con dos lunas, un niño nacido a destiempo augura un mal presagio en el reino. Sus cabellos deberían ser rubios, sus ojos deberían ser grises. La oscuridad se cernió en su Nacimiento. En un reino dónde...