Capítulo 18.

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Al abrir los ojos, Kyuhyun se encontró observando un alto techo de piedra con vigas de madera. Cerró sus párpados pesadamente otra vez y sonrió débilmente al poder reconocer el lugar en el que se encontraba. Ese en el que despertaba cada mañana entre los brazos de Siwon. Sin embargo, frunció el ceño al no sentir el cálido abrigo del mayor y abrió los ojos de nuevo, girando su cabeza a la izquierda, viendo el lugar vacío a su lado.

Se incorporó un poco, queriendo escrutar el resto de la estancia.

―Uff... ―se quejó haciendo una mueca al sentir el pinchazo que dio su costado derecho por ese movimiento.

―¿Estáis despierto? ―la cautelosa voz de Donghae sonó en algún lugar a su derecha y él giró la cabeza rápidamente para mirar hacia allí, viendo al sirviente personal de Siwon en una butaca a su lado.

Donghae, al darse cuenta que Kyuhyun sí estaba despierto, se levantó y se acercó hasta él.

―¿Cómo os encontráis? ―le preguntó.

―Pues... ufff... me duele el costado ―explicó tratando de encontrar una posición cómoda.

―No deberíais moveros ―le recomendó el chico―. Se os reabrirá la herida.

Kyuhyun miró hacia abajo al sentir como la sábana se escurría un poco debido a sus intentos por sentarse y se vio con el torso desnudo y vendado a la altura de la cintura.

―¿Me han curado? ―preguntó.

―El doctor extrajo la bala y os cosió ―respondió Donghae―. Os administró calmantes, pero debe haberse pasado ya el efecto ―dedujo.

―Pues creo que sí ―se mostró de acuerdo el menor llevando una mano a la venda con otro bufido adolorido.

―¿Queréis que le llame para que os de otro? ―se ofreció.

―Por favor ―le pidió Kyuhyun.

Donghae asintió con una sonrisa y se puso en pie.

―Pero antes ―lo detuvo―. ¿Puedes decirme cómo está Yesung? ¿Está vivo, verdad?

Donghae se puso nervioso ante la pregunta y Kyuhyun lo notó.

―¿Qué pasa? ―preguntó asustado―. No puede estar muerto... ―aseguró aferrándose a un clavo ardiendo.

―No, él... está vivo, Corax ―afirmó el sirviente.

―¿Entonces qué pasa?

―Yo... no sé si debería deciros esto...

―Habla, Donghae ―le ordenó―. Dímelo.

―Yesung... Yesung está siendo juzgado en este momento, Corax.

―¿Juzgado? ¿Qué significa que está siendo juzgado? ¿Qué es lo que ha hecho?

―Él no... no os protegió como debía, Corax.

―¿Cómo que no me protegió? ―preguntó alucinado―. Él casi muere por mi culpa.

―Yo no...

―¿Qué va a pasarle, Donghae?

―Él... hizo un juramento, Corax. El día que se le asignó cómo vuestro guardaespaldas, él juró protegeros...

Un recuerdo asaltó en ese momento la mente de Kyuhyun:

<< ―Yesung, como uno de mis mejores hombres, a partir de hoy te confío la seguridad del Corax. Siempre que esté fuera de esta habitación tienes que estar con él y protegerlo. Tienes que evitar que sufra daño alguno, ¿entiendes? No me decepciones.

Corvus & CygnusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora