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Me desperté porque sentí algo bajar, ya saben, algo que me bajaba. Me levanté exaltada de la cama y vi todo eso lleno de sangre, ¡oh no, me había llegado la regla, mierda! Odiaba cuando me llegaba, me sentía incómoda y eso sí que lo odiaba. Quité la sábana de la cama y la puse a lavar, ya estaba lista para ir al colegio. Agarré 2 toallas sanitarias y las guardé en mi mochila, agarré esta y me dirigí caminando hacia el colegio. Estaba incómoda, más ahora que tengo esto. Odio cuando me viene porque me siento incapaz de hacer muchas cosas. Al llegar al colegio entré a este, me senté en las bancas al frente de un árbol y tapé mi cara con mis manos, estaba muy mal, odiaba esto, realmente lo odiaba. Vi como John se acercaba lentamente a mi, le sonreí y el me sonrió, se sentó alado mío.

-¿Sucede algo? *preguntó John*

-Creo que sí *admití, no le iba a mentir a mi mejor amigo*

-¿Qué sucede? *preguntó, me sentí incómoda al querer decírselo pero debía*

-Estoy en mis días. Y me siento espantosa *dije apunto de llorar, esto sí que me estresaba*

-¿Es tu primera vez? *lo fulminé con la mirada* Lo siento lo siento...solo preguntaba.

-No...no es mi primera vez, llevo 3 años con esto y siempre es lo mismo. *dije*

-Te vez pálida, no pareces la Richelle que conozco.

-Muchas gracias Phitz, de verdad me ayudas mucho *digo sarcástica*

-Perdóname...¿quieres ir a comer algo? Algo que te alegre el día.

-Si como me baja más, no me ayudará de nada.

-¿Entonces no comerás nada por más de 1 semana? *lo miré*

-Me dura 4 días *dije, el sonrió*

-Vas a comer por que debes...si no comes porque no quieres que te baje más morirás. *dijo y me ofreció la mano* Vamos *empezamos a caminar*

Llegamos a la cafetería, vi la comida y me dieron ganas de darle un mordisco a cada una, John notó mi ansiedad y sonrió

-¿Vez? Sí tenías hambre *dijo sonriendo* ¿Quieres que te pida algo? *asentí*

Me senté en una mesa y esperé hasta que John llegara con la comida, al llegar empecé a comer, me sentía un poco mejor, pero cada vez que sentía como me bajaba el dolor y asco volvía. Sé que esto es normal, pero como les dije es incómodo para mi. Puse un rostro de dolor, ya que tenía cólico.

-¿Estas bien? *preguntó John viendo mi mueca de dolor*

-No...no lo estoy. Necesito ir a la farmacia a comprar algo para aliviar mi cólico, acompáñame por favor *dije y me levanté y el se levantó conmigo*

-¿Qué pedirás? Acetaminofén? *preguntó*

-El Acetaminofén es para el dolor de cabeza, tonto. Necesito una Dorival.

-¿Qué es eso? *Alivia el dolor, claro que jamás lo tomarás. Solo si te conviertes en gay e inventas tus propios periodos después de 28 días, eso sería la excepción.

-No inventes mujer, soy completamente hombre. Aw mira un pajarito.

-Sí...que hombre...

Llegamos a la farmacia, ahí estaba la señora Lucinda, sentada después del gran escritorio el cual tenía muchas medicinas.

-Señorita Leen jamás se había aparecido aquí, solo cuando estaba en sus días. Oh, ya entiendo, esta en sus días ¿cierto? *pregunta la señora*

-Sí...necesito Dorival.

-Ay mi nena, no tenemos por ahora. *dijo y no evité tapar mi cara con mis manos*

-Cómo no van a tener? ¡Señora, esto es horrendo! *dije exaltada*

-Tranquila Richelle pregunta si hay algo que te alivie además de Dorival.

-¿Hay algo más que me alivie además de Dorival?

-No...solo teníamos eso y como ya te enteraste, no hay.

-¡Mierda! Muchas gracias señora *dije y salí enojada*

Empecé a caminar de vuelta a mi casa, no iba a pasar más de 5 horas con este dolor.

-¿dónde vas? *preguntó John*

-A mi casa, no pasaré 5 horas con este dolor, no no no. *dije y empecé a caminar*

-Entonces iré contigo. *sonreí* Un mejor amigo nunca deja a su mejor amiga sola en momentos como estos.

-Estoy en mis días, no embarazada *dije*

-Es lo mismo

-No no lo es. Cuando estas embarazada tienes un globo en tu estómago

Sí sí lo es. Cuando estas con la menstruación tienes un globo de sangre *dijo evité reír a carcajadas y también golpearlo*

Seguimos caminando lentamente, al llegar a mi casa abrimos la puerta y nadie nos atendió así que tuve que sacar la llave y abrir la puerta principal.

-¡Oh por Dios, esto es una mansión! *dijo John, haciendo reverencia*

-Por el amor de Dios, no seas ridículo. *lo levanté del piso* Simplemente es una casa.

Estábamos ahí cuando.

Adolescentes (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora