Richelle permaneció más de 2 semanas estable en el hospital, después de haber despertado el doctor le recetó un descanso de 2 meses. El colegio se aproximaba por 5 meses así que no habría problema. Richelle se encontraba en su casa, acostada en su cama con una cajeta de pizza hecha en casa, una soda en su mesita de noche de 20 onzas y con su televisión prendida, viendo una película.
Harry, se había quedado con ella desde que el doctor le recetó el descanso, o sea aproximadamente hace 1 semana. Richelle era como la dueña de Harry, cada cosa que ella le pedía a él, él se la hacía con todo el gusto.
-¡Harry! *gritó Richelle desde su habitación*
-¿Si? *llegó Harry corriendo, con un delantal y las manos con un poco de harina*
-¿Qué estás haciendo? *preguntó ella sonriendo dulcemente*
-Preparo dulce de chocolate *dijo Harry*
-¿Sabes hornear dulces de chocolate? *preguntó ella sorprendida*
-La pregunta debería ser ¿Qué más haces? *dijo con un tono de orgullo, sonriendo con la ceja levantada* Bueno, sí sé hornear; un poco.
-Gracias por cuidarme Harry *dijo ella sonriendo apenada*
-Lo hago por que te amo *se acercó a su cama* Y porque haría todo lo imposible para satisfacerte.
-Te amo *besó sus labios* Ahora, ¡ve y prepárame ese pastel! *dijo ella sonriendo, él sonrió igual y corrió hacia la cocina*
De repente recuerda a su grandioso amigo, John. Semanas antes del incidente no había hablado con él, y podría ser tiempo de por lo menos llamarlo para ver como está. Pero después pensó en la expresión y comentario que Harry daría, ella sabía que a Harry no le agradaba John e iba a ser algo como masoquista llamarlo sabiéndolo. Decidió seguir viendo televisión mientras Harry le preparaba su pastel de chocolate.
A veces cuando uno está acostado por tanto tiempo en una cama, se cansa. Richelle ya tenía el trasero entumido, tenía ganas de levantarse, pero lo más posible iba a ser que Harry la regañara así que decidió esperar a que su novio llegara.
Las horas pasaron y llegó Harry con un plato de unos 10 centímetros, con un dulce en el. Mordí mis labios y sonreí complacida, el colocó el plato en la cama sobre mi almohada, permitiéndome darle una probada. Estaba delicioso, sonreí sorprendida; realmente sabía como se cocinaba.
Los días pasaban, llenos de Harry complaciendo a Elle en todo lo que ella necesitara. Los dos meses de descanso pasaron de una manera lenta y deliciosa, literalmente. Ahora sí podía caminar, correr, gritar sin que un hueso se le dañara completamente.
Hoy es 12 de marzo, hoy tenía planeado en ir a la casa de unas chicas que conocí en el colegio, jamás hablé de ellas pero creo que es tiempo. Sus nombres son Alexa y Jenny. Son dos chicas agradables, entendibles y sobre todo muy humildes. Alexa es una chica de 14 años de edad. Con cabello rojo y mechas negras, ojos chocolates. Es de media estatura, como yo. Jenny es una chica de 16 años de edad, 1 año más que Alexa y yo. Cabello color negro, con mechas azules claros, ojos marrones. Es más alta que yo. Son unas chicas *que como ya dije* las conocí en el colegio. Son muy buena onda, y no se parecen en nada a las ridículas del colegio. Bueno, como sea. Iba a ir a casa de Alexa porque habíamos planeado *hace dos semanas* En hacer un día de chicas, compras, salones de belleza, pizza, pizza y mucha más pizza. Salí de mi casa con mi patineta, ya que la casa de Alexa quedaba cerca a la mía, al llegar a su casa vi a unas dos chicas saliendo de ésta con su estilo urbano de siempre, me bajé rápidamente de la patineta y fui corriendo hacia ellas para abrazarlas.
-¡Tiempo que no las veía! *exclamé emocionada*
-¡Tiempo que no te veía hermosa, mírate! *dijo Jenny mirándome de arriba hacia abajo* ¿Qué haz hecho para tener un cuerpo así? *preguntó*
-Cosas amigas, cosas *dije sonriendo* ¿Listas para el día de chicas?
-¡Claro que sí! *excalmó Alexa* ¿Adónde vamos primero? *preguntó ella*
-Creo que sería bueno ir de compras primero, no? *pregunté*
-Esta bien, a comprar.
Las tres nos subimos en nuestras patinetas y manejamos hasta el centro comercial, era mucho y fue algo cansado pero el ejercicio era lo que valía. Al llegar a el centro comercial vimos a...