Harry me miró con ese brillo en los ojos que podía derretir a cualquier chica existente. Sus ojos verdes se veían hermosos con la combinación de ellos y el brillo de amor. Me sonrojé tremendamente, el sonrió al ver mis mejillas rosadas. Nadie me había dicho algo tan hermoso en la vida. Miré hacia el techo de mi habitación para después sonreír como tonta, Harry hizo mi mismo paso, pero este se rió más que yo.
-¿Porqué te ríes? *pregunté sonriendo*
-Es que no me puedo imaginar lo que le hiciste a Emma *dijo aún sonriendo*
-Te he dicho que lo verás *sonreí igual*
-¿Cuándo? Por favor, dame siquiera una pista *dijo en tono de suplica*
-Amor, te dije que lo verás. No te preocupes.
Las horas pasaron hasta llegar la noche, Harry volvió a su hotel mientras que yo arreglaba lo desordenado. Me dio por ir a caminar en por la calle. Estaba caminando por la ciudad, y pasé por un lugar que jamás había conocido de mi país, me puse un tanto nerviosa. A lo lejos vi a dos hombres caminando en dirección hacia mi, así que traté de retroceder pero atrás mío habían dos hombres más, me empecé a asustar más de lo que ya estaba. Empecé a llorar, sabía lo que me iba a pasar.
-¿Dónde crees que vas nenita? *me dijo un hombre, con su boca con olor a alcohol* ¿Quieres jugar? *me tocó el brazo*
-¡No me toques! *grité llorando*
-Silencio mi amor, nadie tiene que saber lo que te va a pasar *dijo uno de los demás* Solo será algo rápido *dijo el imbécil*
-¡Aléjate de mi! ¡Aléjense de mi, ahora! *grité y empecé a correr*
Corrí todo lo que pude, traté de llegar lo más cerca a la civilización pero no pude ya que dos me agarraron y me metieron a el maletero de un auto. No sabía donde me llevaban, y necesitaba saberlo. Estaba llorando descontroladamente, el aire ya se estaba hiendo, estaba apunto de morir. Vi como pararon el auto y abrieron la parte de atrás de éste, vi la luz de un faro y sus rostros. Dos me agarraron mientras los otros dos caminaban más adelantados.
-¿El señor la quiere viva? *preguntó uno moreno*
-Claro que sí, imbécil. Jugará a algo divertido *dijo otro de ojos verdes*
-¡Dejen de hablar y muévanse, Nathan nos espera! *exclamó uno de los de al frente, ellos obedecieron y apuraron el paso^
¿Max? ¿Jugar a algo divertido? ¿Quiénes son estos imbéciles? Tenían mi boca tapada y mis manos y piernas también, estaba muy asustada y lloraba.
-Silencio mi amor, que al señor Nathan no le gusta las lloronas *dijo el moreno*
-Entre más callada, más rica. *dijo el otro*
Cerré los ojos fuertemente y simplemente me quedé dormida. Desperté al sentir como me quitaban la venda de la boca, estaba acostada con las manos arriba atadas en una cama y las de los pies también. Vi a 5 chicos en frente de mi, no estaban tan mal pero eran mis secuestradores, merecían lo peor.
-¿Quiénes son ustedes? ¿Qué quieren de mi? *pregunté agitada*
-A veces es mejor, callar *dijo el que suponía era Nathan* ¡Max, tráeme la cosa! *dijo en clave, ¿qué es La Cosa?*
-Enseguida, señor *dijo el tal Max, calvo y guapo*
El Max llegó minutos después con una botella, no sabía que era exactamente, me le quedé viendo unos minutos sin entender nada.
-¡Todos salgan y dénos privacidad! *gritó Nathan y los demás salieron* ¡Thomas! *gritó*
-¿Sí señor? *dijo el tal Thomas*
-Si alguien viene, policía o cualquier persona, mátenlos –dijo dándole una orden*
-Esta bien señor, estaremos atentos *dijo Thomas*
Los otros cuatro se fueron, dejándome a mi y a Nathan solos. Vi como se acercaba lentamente a la cama, poniéndose alado mío y rozando su dedo índice en mi mejilla.
-Eres muy hermosa, Richelle *dijo*
-¿Cómo sabes de mi? *pregunté*
-En todos mis secuestros investigo antes de atrapar.
-¿Investigaste sobre mi? *pregunté, asombrada*
-Sí, ¿y sabes porqué te escogí a ti? *negué, que estúpida soy* Porque eres amiga de esos 1D y eres novia del imbécil de Harry Styles.
-¿Qué me harás? *pregunté empezando a llorar*
-¡No llores, perra! *me gritó, lloré más* ¡Te he dicho que... *se detuvo* No vale la pena *se sentó en una silla, al frente de la cama*
-¿Por qué me quisiste a mi? ¿Por qué le haces esto a las chicas inocentes?
-¿Por qué más nena? Por el dinero, el dinero es todo lo que quiero.
-¿Y si te atrapan?
-¿Quiénes? ¿CSI? ¿FBI? Por favor nena, son solo series *dijo riendo incrédulo*
-Existen, investigadores *dije sarcásticamente, miré la botella que minutos antes Max le había traído*
-¿Sabes qué es esto? *preguntó incrédulo* Esto, es uno de los más grandes causadores de placer *dijo abriéndolo* Solo debo untar todo este envase en tu cuerpo, hermoso y exquisito cuerpo *dijo, maldito*
-No me harás eso, te lo prohíbo *sonrió incrédulo*
-A mi nadie, nadie me prohíbe cosas linda. Déjame decirte que las últimas víctimas que tuve murieron *me advirtió* ¿No querrás que te pase lo mismo a ti, o si? *me preguntó*
-Solo déjame ir, no le diré a nadie. Tengo 13 años.
-¿Crees que por tu edad te dejaré ir? No eres una niña, querida.
-Soy una niña, te lo juro *dije en suplica* Déjame ir, por favor.
-Te dejaré ir, pero primero necesito calmar mis necesidades y la erección que tengo en mis pantalones *se levantó de la cama*
-¡No, no harás nada!
-Esto es secuestro, violación y muerte. ¿Te gusta la última? Creo que no. No me gustaría acabar con la vida de una chica tan hermosa como tu *dijo* Solo obedece *dijo* Ahora, te quitaré las vendas y te quitarás la ropa en frente de mi... sorpréndeme.
No tenía nada que hacer, si no obedecía me mataba. El me soltó y me levanté de la cama, me empecé a quitar la ropa de la forma más amargada del mundo.
-No te quitarás la ropa así, hermosa. Hazlo como se debe ¿entiendes?
Obedecí, empecé a quitarme la ropa lentamente, vi como una sonrisa empezaba a salir de sus labios. Al quitarme la ropa entera, quedé en ropa interior. Estaba apunto de quitármela cuando alguien entró a la puerta fuertemente. Eran Max.
-¡¿Qué quieres?! *exclamó enojado Nathan*
-Señor, solo quería decirle que, ya Thomas compró los tragos *dijo el idiota*
-¡Sal de esta puta habitación ahora o te saco los sesos! ¿Entiendes?
-Sí, sí señor *Thomas se fue*
-Puedes continuar
Primero me quité el sostén, el miró mis senos detenidamente. Empecé a bajar mis bragas hasta dejar estas en el suelo, ya completamente desnuda. Nathan se levantó lentamente de la cama y me tiró en esta, me dolió mucho, demasiado para ser verdad. El se quitó su ropa hasta quedar desnudo. A pesar de odiarlo y tenerle mucho asco no podía mentir, era demasiado guapo. El imbécil se montó encima mío y empezó a besar mi cuello mientras yo solo trataba de que no lo hiciera. Su besos descendieron y llegaron a mis senos los cuales chupó y mordió lastimándome. Fue a mi feminidad y metió dos dedos en mi fuertemente, me dolió y mucho.
No me gustaría contar el resto porque, fue espantoso. Nathan me violó de una manera espantosa, en esos momentos deseaba que el que me estuviera tomando fuese Harry pero no, no lo era lastimosamente.