-¿Porque has hecho eso? —Cuestioné sin dejar de mirarlo.
-No sé… —Bajó la mirada se dirijo al piso, huyendo de mí y mostrando esa actitud que poco tenía que ver con el Tom arrogante que era mayormente —Yo realmente quería besarte…
-¿Porque?
-Mely… —Dijo suavemente. Sentí una especie de escalofrió recorrer mi cuerpo.
-No digas nada —Le corté rápidamente —Sé por qué lo has hecho —Me atreví a asegurar.
¿Lo sabía? ¿Sí, verdad? Él sólo lo hacía por jugar conmigo, por hacerme rabiar, por sentir que tiene el control sobre mí y arruinarme la vida como siempre, porque era un arrogante que no soportaba que las cosas no salieran a su manera, que no me soportaba a mí.
-Melody… —Intentó decir de nuevo con voz suplicante pero lo ignoré.
-Me siento mal por él...
-Lo siento, no debí besarte —Murmuró.
-Yo también tengo la culpa... —Quité sus manos de mi cintura y salí de ahí rápidamente sin mirarlo. Estaba mal... tan mal que quería salir corriendo a un lugar lejano donde nadie pudiera encontrarme.
Caminé por el pasillo a paso rápido y llegué al salón donde me tocaba clases.
El maestro de artes ya había llegado.
-¿Puedo pasar? —Le pregunté. Me miró con cara de pocos amigos por interrumpir su clase.
-Es demasiado tarde, Melody —Dijo y sacudió la mano para que me marchara. Di la vuelta y caminé de regreso por el pasillo. No quería estar ahí, quería marcharme ahora mismo. No quería ver a Bill, ni a Tom ni a nadie. Tomé mi móvil y presioné el número "dos" que marcaba a Camila. Ella estaba en clase y esperaba que pudiera contestarme.
-Melody, me van a regañar —Respondió en un susurro.
-Lo siento. Puedes hacerme un favor... —Se quedó pensando.
-Sí, ¿que necesitas?
-¿Puedes traerme mi bolso con mis libros?
-¿A dónde vas?
-A mi casa, necesito irme.
-¿Qué pasó?
-No quiero hablar ahora. Luego te cuento ¿vale?
-Bueno, veré si puedo sacar tus cosas sin que el maestro se dé cuenta.
-Gracias, Camila.
Me fui a las escaleras y me senté esperando no ver a los Kaulitz. Pasaron cinco minutos y ya estaba comenzando a desesperarme. Estaba segura que si no llegaba Camila tendría que encontrarme con Bill y no podría verlo a los ojos. No ahora.
-¡Melody! —Escuche detrás de mí, era mi amiga.
-¡Camila! ¡Gracias! —Dije poniéndome de pie y corriendo a tomar mis cosas.
-¿Qué pasa? ¿Te vas con Bill? —Preguntó curiosamente.
-No... es que… ya me tengo que ir... —Dije para que no continuara preguntando.
-Te acompaño a la salida, al cabo que pedí permiso para ir al baño —Dijo sonriendo triunfante. ¡Genial! Seguro se avecinaban un sin fin de preguntas hacia mí.
Comencé a bajar las escaleras con mi amiga a un lado.
-¿Porque vas tan rápido?
-No quiero encontrarme con alguien...
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Vive cada segundo
RomanceMelody es una chica dulce y tierna. Su mayor deseo tener una vida normal, sin padres que la cuiden como si tuviera dos años por su enfermedad y sin una hermana que le haga la vida imposible. Ella está perdidamente enamorada de un chico que sólo la h...