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CAPÍTULO 23: "NUNCA LE DIJE ESO"

Liz salio de mi casa, dejandome con el "beneficio de la duda", subí a mi cuarto, pero unos segundos después mi estomago crujió, me di cuenta de que tenia hambre, así que baje a la cocina.

Al estar en la cocina quise hacer unas tortillas, así que saque dos huevos de la nevera; yo estaba allí, frente al sartén, apunto de quebrar los huevos, cuando alguien toca la puerta.

*Debe ser Beck*
Pienso.

Al abrir la puerta veo los ojos oscuros de Santiago que desataban ira y rabia por todas mi casa, entrando bruscamente a mi casa.

-¿Te puedo ayudar en algo?-Pregunto al verlo enojado.

-¿Porque haces esto?-Dice serio y en voz alta.

-¿A que te refieres?-Pregunto confusa.

-Lila.-Me dice.

*Esto no es bueno*
Pienso

-¿A que te refieres?-Le digo.

-Tu bien sabes, fuiste a su casa, la amenazaste para que no se me acercara.-Me dice con un tono de voz cada vez más alto.

-Yo nunca hice eso, nunca le dije nada.-Le digo con un tono de voz aun mas alto.

-¡Claro que si! ¡No mientas!-Me grita, tomandome del cuello y arrinconandome en la pared.

-Santiago.-Mis labios mencionan su nombre, con dificultad al respirar, suplicando que me suelte.-Ella fue la que me amenazo.-Digo, pero aun así, sigue desatando su rabia en mi cuello, apretándolo cada vez mas fuerte.

Y allí estaba yo, ya no podía pensar en nada, Santiago me tenia aprisionada contra la pared, bloqueando el paso del oxígeno por mi garganta, mientras el me gritaba muchas cosas, las cuales yo no podía escuchar; yo solo quería respirar, nada más; unos minutos después, deje de luchar, me di cuenta de que yo estaría mejor muerta que viva.

Unos segundos después, sentí como alguien halo a Santiago de la camisa, este me soltó, yo caí al piso, todo estaba borroso, solo alcance a ver la silueta de un chico, quien golpeaba a Santiago, mientras yo seguía en el suelo, las luces se me fueron y no recordé nada mas.