CAPÍTULO 110: "CUATRO HORAS DE NACIDA"

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Camile...

Abrí mis ojos, claramente estoy en el hospital; no recuerdo nada, lo ultimo que recuerdo es haber peleado con Martín; tengo un inmenso dolor de cabeza; trate de levantarme pero al moverme no sentí mis piernas, además de un cierto dolor en mi abdomen.

Me levanto la bata con la que me han vestido, claramente ya di a luz, tal vez fue por cesaría dado a la herida de herida de bisturí que aun sana.

Estoy muy ansiosa por conocer a mis dos hermosas hijas, necesito verlas, necesito tenerlas entre mis brazos, las espere durante nueve meses, hubiera querido tenerlas por parto natural, y ser la primera en verlas.

-¡Martín!-Grito.

En ese momento entra un doctor.

-Doctor, ¿donde están mis hijas? ¿y mi esposo?-Pregunto.

-Esta ansiosa señorita.-Sonríe y se acerca.

-¿Como no? Tengo dos hermosas hijas.-Sonrió.

Y entonces el se pone serio, algo que me preocupa.

-La mayoría de las madres primíparas están cansadas después de un parto y no quieren saber nada del mundo.-Comenta.

-¿Porque no puedo mover mis pies?-Pregunto interrumpiéndolo.

El guarda silencio mientras mete la jeringa en uno de los tubitos de fluidos o insulina, sea lo que sea eso.

-Es la anestesia, ya se le pasara, y cuando eso pase debería llamarme, le dolerá todo, le dolerá como el demonio.-Comenta.

Yo solo observo como me revisa, esperando a que diga algo.

-Estas muy bien, creo que debería llamar a su esposo, hable con el.-Comenta saliendo.

Pasaron unos diez u once segundos y luego Martín entra a la habitación.

Noto que ha llorado, su rostro se ve cansado pero en el se mezcla también felicidad.

Mi sonrisa se expande, el se acerca con una sonrisa leve y besa mi frente.

Pasamos mas de tres minutos así, en silencio, simplemente mirándonos las caras; sus ojos se cristalizan, una lágrima recorre su mejilla, allí entendí todo.

-Martín...-Dije con lágrimas en los ojos.-Murieron... ¿verdad?

-Una de ellas, murió solamente cuatro horas después nacer, el doctor dijo que tu embarazo era de alto riesgo, creo que una de ellas debía morir ¿no?.-Comenta.

Su nariz se pone roja, sus mejillas se vuelven un río. Mi corazón se rompió, esto fue mi culpa, siempre que me enojaba con Martín me negaba a comer, no alcance a alimentar bien a mis hijas, una comió mas que la otra, por eso no resistió.

-¿Que le paso?-Le preguntó; quiero saber como fue la muerte de mi hija.

-Le dio... algo en el corazón, no se, se aceleraron sus latidos, le dio un ataque o no se, no se y no quiero saber.-Comenta, y es cuando llora aun mas.

Eso era algo... hereditario, mi padre sufría de taquicardia, yo tengo problemas de taquicardia, y ahora mi hija, la que sobrevivió debe tener taquicardia también.

-¿Taquicardia?-Pregunto.

-Creo que si.-Responde.

-¿Y ya le hicieron exámenes a la otra bebé?-Pregunto con un nudo en la garganta.

-No se, no se.-Responde.

-¿¡Como que no sabes!? Martín esto es muy grave, nuestra otra hija puede morir si no le hacen unos exámenes médicos.

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