CAPÍTULO 24: "HOSPITAL"

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Beck...

Al notar que la puerta de la casa de Emily estaba abierta decidí entrar.

Pero al entrar, me encuentro con Santiago, quien tenia a Emily aprisionada de la garganta contra la pared; no supe que hacer, solo me le avalance  a Santiago, propinandole puños en el rostro sin parar; por un momento vi la mirada de Emily, la cual me decía "ayuda, no puedo respirar" su rostro, su bello rostro tomaba un color rojo, no se por cuanto tiempo Santiago la tuvo así, sin poder respirar; la tomo suavemente de la cabeza, siento un liquido caliente en mi mano, aquel liquido rojo y espeso que salia de su cabeza... Sangre, así que me apresuro a sacarla de la casa y ,mantenerla lejos de Santiago.

En el hospital...

Estoy en la sala de espera, esperando claro, como la gente normal, para ver que me dicen de Emily.

Agacho la cabeza y cierro los ojos, deseando que este terrible suceso no hubiera pasado; siento que esto es mi culpa, por quedarme en el instituto, y no acompañarla hasta su casa, estoy seguro que esto no hubiera pasado si yo hubiera estado con ella.

-Ella ya despertó.-Me dice una voz femenina.

-¿En que habitación?-Pregunto.

-La del fondo a la derecha.-Me indica la que parece ser la enfermera.

-Gracias.-Digo y me aproximo a la habitación.

Toco suavemente la puerta para luego entrar.

-¿Emily?-Digo suavemente.

Veo que ella esta sentada en una camilla, con la cabeza abajo y su cuello morado e inflamado, Santiago apretó tan fuerte, que la dejo con marcas.

-Ella no puede hablar aun.-Me dice otra enfermera.-Los dejare solos.

Me acerco cuidadosamente y me siento a su lado.

-Perdón.-Le digo.

Al escuchar escuchar estas palabras ella me mira, y una vez mas, alcanzó a leer sus ojos, los que me dicen "esto no fue tu culpa" pero antes de que ella se esfuerce en hablar la interrumpó.

-Si, perdón, todo esto fue mi culpa, si yo hubiera estado contigo nada de esto hubiera pasado.-Le digo, yo quería continuar, pero ella me tapa la boca, dejando caer lágrimas por sus mejillas.

-¿Porque no me dejaste morir?-Me pregunta con dificultad al hablar y con sus ojos encharcados y mejilla mojadas.

-Nunca haría tal cosa, eres mi amiga, te quiero y quiero que estés bien.-Respondo y ella, ella solo me abraza fuertemente llorando cada vez más.

Busco formas de subirle el ánimo.

-Oye, eres una reina ¿si? Levanta la cabeza que se te cae la corona.-Le digo alzando con delicadeza su barbilla, aun puedo ver su cuello inflamado y con marcas.

Lo se, es muy cursi, pero lo que sea por ella, por que sea feliz y sonría; segundos después ella sonríe, tal y como yo lo había planeado, por unos minutos, nos miramos fijamente, sus penetrantes ojos negros me ponían nervioso, me fui acercando lentamente a sus labios, sin despegar mis ojos de los suyos, estábamos a pocos centímetros, y entonces.... Alguien azotó la puerta, haciendo que nos separaramos.

-!Emily!-Grita angustiada la madre de la chica al ver su cuello morado e inflamado.

Emily no dijo nada al respecto, solo agacho la cabeza y esperó a que su madre firmara unos papeles para poder salir del hospital.

-¿Que fue lo que paso?-Pregunta la señora Emma cuando salimos del hospital.

-Nada mamá.-Responde Emily, aun con dificultad al hablar.

Ahí fue donde comprendí todo, la señora Emma, no estaba enterada de nada, de absolutamente nada de lo que estaba ocurriendo.

-Beck.-Se dirije ella a mi, con los mismos ojos que su hija; solo pude ver la mirada de Emily, que una vez más, me pedía ayuda.

-No ocurrió nada señora Emma, solo estábamos jugando, tome una sabana y la amarre en su cuello, pero no me di cuenta de que estaba muy apretada, cuando me di vuelta, ella sólo estaba en el suelo inconsciente.-Digo tranquilo.

Miento, pero puedo ver como Emily ríe silenciosamente al escuchar la tonta excusa que saque de la nada.

-¿Que? Más que jugando diría que la querías matar.-Dice ella para luego reír.

Unos minutos después, la señora Emma, se va en su auto, dejándonos a Emily y a mi con solo un poco de dinero para tomar otro transporte, solo porque ella tenía que ir a su trabajo.

-Ella siempre es así.-Comenta Emily.

-¿Así como?-preguntó confuso

-Nunca tiene tiempo para mi.-Responde.

Estuvimos todo el camino en silencio, y al llegar Emily subió a su cuarto, mientras yo estaba en la cocina, preparándole algo de comer.

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