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CAPÍTULO 66: "EL QUIERE ALGO MÁS"

Una semana después...

Emily...

Un fuerte sonido me despierta, es mi celular, en la pantalla dice Santiago, últimamente me ha llamado solo para que vaya a su casa y le de leche a la bebé, pero no de mis senos, de su biberón, pero igual decido contestar.

Llamada.

-Emily, Alicia no deja de llorar, necesito tu ayuda.-Dice.

Puedo notar que al fondo Alicia llora y muy fuerte, esa niña tiene muy buenos pulmones.

-Esta bien.-Digo.

Fin de la llamada.

Me pongo rápidamente mi saco y me dirijo a la casa de Santiago aun en pijama, son aproximadamente las 2:00a.m.

En casa de Santiago...

Al estar al frente del jardín, los gritos desesperados de Alicia, de la pequeña Alicia, se escuchan desde afuera.

-Ya estoy aquí.-Digo entrando a la casa.

Santiago sabe que me va a necesitar por mucho tiempo, así que le saco copia a las llaves de la casa de sus padres y ,e las dio; se preguntaran: ¿porque la mamá de Santiago no lo ayuda? Bueno, aquí esta la respuesta, se fueron de vacaciones a New York, junto con Jack, así que Santiago quedo solo y sin supervisión con esa indefensa niña.

-No para de llorar.-Comenta.

-Dejame ver.-Digo tomando a la ni la en mis brazos.-¿Le has cambiado el pañal?

-Si.-Responde.-Hace unas horas.

-¿¡Hace unas horas!? ¡Mira esta pobre niña! Esta cagada hasta la conciencia.-Digo furiosa.

-Eres una exagerada.-Comenta tranquilo.

Me dirijo furiosa hasta la habitación de la bebé, la pongo en la cama y le cambio el pañal, Alicia parece mas mi hija que la de Santiago, es un milagro que Alicia aun siga viva, Santiago dijo que seria un buen padre, pero hasta ahora no lo es, acepto que el le compra todo lo que ella necesita, pero en realidad el no sabe como ser padre, así debo ayudarlo.

Luego de cambiarle el pañal, la cargo un buen rato y finalmente se duerme, entiendo lo que se siente llorar hasta el cansancio, lo entiendo porque yo también he llorado hasta la madrugada, y se que al ser tan pequeña esta muy cansada.

Apago la luz y cierro la puerta cuidadosamente para que no se despierte, se que puedo estar tranquila de que no caerá de la cama, pues es como una especie de corral que no la deja voltearse.

Bajo lentamente las escaleras, busque a Santiago por todos lados pero no lo encontré, el único lugar que me falta por revisar es la sala, así que bajo.

Al bajar me encuentro en que el esta dormido en el sillón, el esta agotado en verdad, te puedes dar cuenta si fijas bien en las ojeras que tiene, realmente parece un panda o un mapache, aunque creo que yo estoy igual.

Tomo una sabana y se la coloco cuidadosamente para no despertarlo y me dirijo a la puerta.

-¿Ya te vas?-Pregunta Santiago.

-¿No estabas dormido?-Pregunto acercandome al sillón.

-Ya hablamos de eso Emily.-Me dice, pero no tengo idea de que me habla.