CAPÍTULO 120: "ANSIOSA"

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15 días después...

Emily...

-¿Puedo ser la primera en verlo?-Me pregunta Alicia mientras acomodo su cabello en una trenza.

Ya han pasado varios días desde que Beck despertó, ha estado en el hospital, en cuidados intensivos; acompañado solamente por su madre.

-Vas a ser la primera, después de mi.-
-Le digo mientras termino acomodando mechones sueltos de su largo y oscuro cabello.

-Así no se vale.-Me dice.-Yo estuve menos tiempo con el.

-Si, pero tu ya estas grande, y no te va a reconocer, tengo que hablar yo primero con el.-Le digo.

-Pero ¡mamá!-Se queja frente al espejo.

-Sin quejas Alicia, ahora, ve y colocate el vestido rosa que te dio tu tía Camile.-Le digo, dándole un empujoncito hacia las escaleras.

-¿A papá le gustaba verme de rosa?-Me pregunta.

-A Beck le encantaba verte con vestidos de cualquier color.-Respondo con voz suave y una sonrisa

-No, no hablo de el.-Dice bajando la mirada.

Ella esta hablando de Santiago, no se porque llegó a este tema, últimamente ha estado haciendome preguntas sobre como era el.

-Hablas de ¿Santiago?-Le digo.

-Si.-Dice.

Me acerco a ella, tomando entre mis manos su suave y pálido rostro.

-Eres su hija, y si el estuviera vivo, serias la luz de sus ojos; los hijos son lo mas importante para los padres.-Digo y le doy un beso en la frente.-Ahora ve a cambiarte, hay que irnos.

Ella sonríe y sube a su cuarto.

-¡Santiago!-Grito fuerte para que mi pequeño hijo acuda a mi llamado.

Sin necesidad de un segundo llamado veo que el entra a la habitación con su melena rubia despeinada, aun cuando hace pocos minutos ya lo había dejado listo.

-¿Porque te despeinaste?-Le pregunto, el solo sonríe.

En ese instante entra la pequeña Avalon corriendo al salón, los dos se miran uno al otro y sonríen.

Tengo diez años de experiencia con Alicia, y siete con Santiago; solo eso me basta y me sobra para sospechar de ellos, hicieron algo, lo se, lo presiento.

Me dirijo a la sala, donde veo a Martín profundamente dormido en el sillón; pero al acercarme un poco mas, noto que tiene lápiz labial por todo el rostro, de resto, parece que lo hubieran atacado con colores o con acuarelas.

Antes de poder decir algo tocan la puerta.

-Volví.-Dice alegremente Camile quien había ido a la tienda por comida.

-Deberias ver lo que le hicieron Santiago y Avalon a tu querido esposo, es muy gracioso.

Sin dejarme terminar, ella corre por la cámara y le toma una foto a Martín.

El flash de la cámara se activa, despertando así a Martín.

-Camile, cuantas veces te lo tengo que repetir, no me tomes fotos, no me gustan.-Dice levantándose del sillón, somnoliento.

Camile se ríe, mientras yo solo observo la escena a distancia.

-¿De que te ríes?-Le pregunta Martín a Camile.

-¿Nos podemos ir ya?-Pregunta Camile cambiando de tema.

-Si, se nos hace tarde.-Digo.

Martín se dirige al baño, mientras que Camile espera pacientemente el grito de Martín.

-En 3... 2...-Dice Camile.

Y justo como ella lo había dicho se escucha el grito desde el baño.

-¡Avalon!-Grita Martín saliendo del baño.

Me causa tanta ternura ver a la pequeña Avalon reirse de su padre. Me recuerda una vez que Alicia aprendió a utilizar las tijeras e hizo un ensayo con el dinero que había en la billetera de Beck.

-Cariño, te e dicho, miles de veces, que no me hagas esto.-Dice de rodillas mirando a Avalon a los ojos.

-¿No te gusta?-Pregunta inocentemente.

-No, por favor no lo vuelvas a hacer.-Responde el.

Luego ella le da un abrazo y sale corriendo, mientras Martín se dirige a limpiarse la cara.

-Esta es la cuarta vez en la semana que repiten la escena.-Comenta Camile.

-¿A que te refieres?-Le pregunto.

-Si, Avalon siempre le pinta la cara a Martín, y el le hace prometer que no lo va a volver a hacer; y luego mira, lo hace de nuevo.-Comenta.

-Son muy tiernos.-Digo.

-¿Tu crees que Beck se comportará igual con Alicia como lo hacia antes?-Me pregunta.

-Que todo vuelva a ser igual, eso es lo que mas quiero.-Digo.

-¿Listas para ir al hospital?-Pregunta Martín.

Desde que Beck despertó, Martín nos ha ayudado mucho, el nos trae y nos lleva de un hospital a otro haciendo diligencias, reclamando papelería y llevando a mis hijos a la escuela cuando yo no puedo, después de todo es el primo de Beck, y los dos prometieron cuidarse y apoyarse, y eso implica a sus familias.
Aunque admito que a veces me da vergüenza pedirle tantos favores a Martín y molestar tanto, pero se que el lo hace con gusto.

-Si, vámonos.-Digo.

En ese momento Alicia baja las escaleras con su bello vestido rosa.

-Estoy lista mamá.-Dice.

-Hermosa.-Digo dándole un beso en la frente.

Me dirijo a donde esta Santiago y salimos de la casa.

Solo quiero ver ya a Beck, estoy muy ansiosa, y nerviosa, como aquel día que bailamos nuestra canción en aquella fiesta del instituto.

Tanta espera, valió la pena.

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