15 días después...
Emily...
-¿Puedo ser la primera en verlo?-Me pregunta Alicia mientras acomodo su cabello en una trenza.
Ya han pasado varios días desde que Beck despertó, ha estado en el hospital, en cuidados intensivos; acompañado solamente por su madre.
-Vas a ser la primera, después de mi.-
-Le digo mientras termino acomodando mechones sueltos de su largo y oscuro cabello.-Así no se vale.-Me dice.-Yo estuve menos tiempo con el.
-Si, pero tu ya estas grande, y no te va a reconocer, tengo que hablar yo primero con el.-Le digo.
-Pero ¡mamá!-Se queja frente al espejo.
-Sin quejas Alicia, ahora, ve y colocate el vestido rosa que te dio tu tía Camile.-Le digo, dándole un empujoncito hacia las escaleras.
-¿A papá le gustaba verme de rosa?-Me pregunta.
-A Beck le encantaba verte con vestidos de cualquier color.-Respondo con voz suave y una sonrisa
-No, no hablo de el.-Dice bajando la mirada.
Ella esta hablando de Santiago, no se porque llegó a este tema, últimamente ha estado haciendome preguntas sobre como era el.
-Hablas de ¿Santiago?-Le digo.
-Si.-Dice.
Me acerco a ella, tomando entre mis manos su suave y pálido rostro.
-Eres su hija, y si el estuviera vivo, serias la luz de sus ojos; los hijos son lo mas importante para los padres.-Digo y le doy un beso en la frente.-Ahora ve a cambiarte, hay que irnos.
Ella sonríe y sube a su cuarto.
-¡Santiago!-Grito fuerte para que mi pequeño hijo acuda a mi llamado.
Sin necesidad de un segundo llamado veo que el entra a la habitación con su melena rubia despeinada, aun cuando hace pocos minutos ya lo había dejado listo.
-¿Porque te despeinaste?-Le pregunto, el solo sonríe.
En ese instante entra la pequeña Avalon corriendo al salón, los dos se miran uno al otro y sonríen.
Tengo diez años de experiencia con Alicia, y siete con Santiago; solo eso me basta y me sobra para sospechar de ellos, hicieron algo, lo se, lo presiento.
Me dirijo a la sala, donde veo a Martín profundamente dormido en el sillón; pero al acercarme un poco mas, noto que tiene lápiz labial por todo el rostro, de resto, parece que lo hubieran atacado con colores o con acuarelas.
Antes de poder decir algo tocan la puerta.
-Volví.-Dice alegremente Camile quien había ido a la tienda por comida.
-Deberias ver lo que le hicieron Santiago y Avalon a tu querido esposo, es muy gracioso.
Sin dejarme terminar, ella corre por la cámara y le toma una foto a Martín.
El flash de la cámara se activa, despertando así a Martín.
-Camile, cuantas veces te lo tengo que repetir, no me tomes fotos, no me gustan.-Dice levantándose del sillón, somnoliento.
Camile se ríe, mientras yo solo observo la escena a distancia.
-¿De que te ríes?-Le pregunta Martín a Camile.
-¿Nos podemos ir ya?-Pregunta Camile cambiando de tema.
-Si, se nos hace tarde.-Digo.
Martín se dirige al baño, mientras que Camile espera pacientemente el grito de Martín.
-En 3... 2...-Dice Camile.
Y justo como ella lo había dicho se escucha el grito desde el baño.
-¡Avalon!-Grita Martín saliendo del baño.
Me causa tanta ternura ver a la pequeña Avalon reirse de su padre. Me recuerda una vez que Alicia aprendió a utilizar las tijeras e hizo un ensayo con el dinero que había en la billetera de Beck.
-Cariño, te e dicho, miles de veces, que no me hagas esto.-Dice de rodillas mirando a Avalon a los ojos.
-¿No te gusta?-Pregunta inocentemente.
-No, por favor no lo vuelvas a hacer.-Responde el.
Luego ella le da un abrazo y sale corriendo, mientras Martín se dirige a limpiarse la cara.
-Esta es la cuarta vez en la semana que repiten la escena.-Comenta Camile.
-¿A que te refieres?-Le pregunto.
-Si, Avalon siempre le pinta la cara a Martín, y el le hace prometer que no lo va a volver a hacer; y luego mira, lo hace de nuevo.-Comenta.
-Son muy tiernos.-Digo.
-¿Tu crees que Beck se comportará igual con Alicia como lo hacia antes?-Me pregunta.
-Que todo vuelva a ser igual, eso es lo que mas quiero.-Digo.
-¿Listas para ir al hospital?-Pregunta Martín.
Desde que Beck despertó, Martín nos ha ayudado mucho, el nos trae y nos lleva de un hospital a otro haciendo diligencias, reclamando papelería y llevando a mis hijos a la escuela cuando yo no puedo, después de todo es el primo de Beck, y los dos prometieron cuidarse y apoyarse, y eso implica a sus familias.
Aunque admito que a veces me da vergüenza pedirle tantos favores a Martín y molestar tanto, pero se que el lo hace con gusto.-Si, vámonos.-Digo.
En ese momento Alicia baja las escaleras con su bello vestido rosa.
-Estoy lista mamá.-Dice.
-Hermosa.-Digo dándole un beso en la frente.
Me dirijo a donde esta Santiago y salimos de la casa.
Solo quiero ver ya a Beck, estoy muy ansiosa, y nerviosa, como aquel día que bailamos nuestra canción en aquella fiesta del instituto.
Tanta espera, valió la pena.
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ME GUSTAS
RomansDicen que las pupilas de tus ojos se dilatan al ver a la persona que te gusta. Y entonces lo ví, alto, cabello oscuro y despeinado, ojos negros, penetrantes, posiblemente los ojos mas lindos que había visto en mi vida, llevaba el brillo mas hermoso...