CAPÍTULO 27: "MOMENTO INCÓMODO"

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Al despertar me di cuenta de que Beck ya no estaba, así que me levante y me arregle bien para ir otra vez al instituto.

-Ojala te mueras.-Susurré al espejo, viendo mis marcas en el cuello, el cual seguía inflamado, y luego me aleje.

Al bajar a desayunar, había una nota en la mesa que decía:

"Hola hija, en la nevera te deje un poco de comida, me ausentare hasta el lunes, hable con Beck y el te cuidara.
Te quiere, tu madre."

-Genial.-Dije en voz alta sin mucho animo.

¿como una madre puede dejar a su hija al cuidado de alguien que tiene su misma edad? No comprendo la lógica maternal de mi madre.

Salí a la casa de Beck toque la puerta y me abrió Liz.

-¡Hola!-Me saluda, como siempre tan alegre.

-Hola.-Le digo, mi voz se escucha muy suave.

-¿Pero que te paso?-Me pregunta mirando mi cuello.

-Un pequeño accidente.-Le digo.-¿Y Beck?

-Arriba, puedes ir a buscarlo, su habitación es la de la puerta azul, yo ya voy de salida, el se demora demasiado.-Me dice.

-De acuerdo.-Le digo y ella sale.

Subo rápido las escaleras, busco por el pasillo la puerta azul, y entro sin tocar... Mal echo.

Al entrar, vi a Beck, quien estaba parado justo frente a mi, tenia puesta una toalla que solo tapaba de su parte baja del abdomen hasta sus rodilla, dejando al descubierto su pecho, pude ver pequeñas gotas de agua callendo sobre su pecho, con su rubio cabello mojado y ojos verdes me quede paralizada, el entro al baño de inmediato, mientras yo no podía despegar mis los de el.

Baje a la sala a esperarlo.

-Oye, ¿entras así a todas las habitaciones que encuentras?-Me pregunta el bajando las escaleras.

-Lo siento.-Digo para luego reír.

-¿Como sigues?-Me pregunta acercándose a mi, clavando sus verdosos ojos en mi amoratado cuello.

-Puedo respirar bien así que, supongo que estoy bien.-Le digo.

-¿Aun te duele?-Me pregunta dándole pequeños toquecitos a las zonas afectadas.

-Solo si lo tocas.-Le digo, ya que me ardía un poco.

-Lo siento.-Me dice dejando de tocar mi cuello.

-Descuida.-Le digo.

Por un momento, su mirada se clavo en mis labios, y me perdí en sus ojos, nos acercamos lentamente, estuve a punto de besarlo, cuando mi celular sonó.

*¡Mierda!*
Pienso.

Era mi alarma, indicando que iba tarde.

-Llegaremos tarde-Le digo a Beck

Luego de ese incomodo momento nos dirigimos en silencio al instituto.

-El baile es mañana... ¿vas a ir?-Me pregunta.

-No lo se, supongo que si.-Respondo.-¿y tu?

-Supongo que si.-Responde.

Al estar a unas cuantas cuadras del instituto, vi a lo lejos... A Santiago, quien usaba un saco negro; vi la expresión en su rostro y segundos después, su mirada choca con la mía, luego de eso, se puso en marcha, dirigiendose hacia mi.

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