Me encuentro confundida, aprieto con fuerza las manos de Beck, puedo ver que el luce aun mas confundido que yo.
-¡Yo me opongo!-Grita de nuevo.
Es una voz femenina, se me hace muy familiar.
Mi corazón se pone a mil al ver a la chica.
Me duele verla en este estado; ella tiene un cigarrillo en su mano izquierda, tiene sus ojos rojos, su cabello totalmente enmarañado, opaco y teñido de un color rubio, su nariz roja, sus labios resecos, su piel pálida, ella no lleva maquillaje como es habitual; lleva puesta una falta de no mas abajo de la mitad de su muslo, yo diría que tres dedos por encima; tiene puesta una blusa de tirantes holgada que deja ver su ombligo; lleva botas de tacón hasta la rodilla y lo peor de todo... Ella lleva un arma en su mano derecha.
Mi corazón palpita rápidamente, algo me decía que esto iba a pasar, solo que jamas pensé que fuera ella, y menos con un arma.
-Jenn... ¿Que haces?-Pregunto.
Casi puedo ver como mi corazón sale de mi pecho, aprieto aun mas fuerte la mano de Beck, quien mira desconfiadamente a la ahora nueva rubia.
-Cariño, ¿no lo ves? Estoy arruinando tu boda.-Responde sarcástica, su voz se escucha seca y ronca.
Algo le pasa a Jenn, ella no es así, nunca es así, y menos conmigo.
-¿Porque haces esto?-Pregunto.
Aquella pregunta sale ahogando el llanto, siento que mis ojos se cristalizan, mi nariz se pone roja.
-¿No te a vergüenzas? Tu deberías saber bien porque hago esto.-Comenta.
-¿Puedes calmarte ya?-Pregunta Martín relajado.
Aveces, en momentos como estos, simplemente quiero darle un puño a Martín para que cierre la maldita boca de una vez.
-¡Callate!-Es la respuesta de Jenn.
Ella apunta el arma directo a Martín.
-No creo que la sepas usar.-Comenta.
Y ahí esta, me contengo, quiero tirarlo al suelo y darle patadas, es lo que hago en mi mente, porque por fuera simplemente estoy inmóvil.
Jenn levanta una de sus cejas, luego apunta el arma al cielo y la dispara; escucho gritos de los invitados, al fondo, los padres de Beck tratan de proteger a Santiago y a Alicia, mientras los de su alrededor hacen como una especie de barrera para ayudar a proteger a los pequeños; no solo a mus hijos, esto es incluyendo a todos los menores presentes.
-La próxima sera para ti.-Apunta de nuevo su arma a Martín.
El ahora esta asustado, se palidece, Jenn ríe y me observa de arriba a abajo.
-¿Quieres saber porque hago esto?-Me pregunta.
Asiento con la cabeza.
-Lo hago por venganza.-Responde.
-¿Que te hice yo?-Pregunto, aunque no logro entender una mierda.
-¿Que que hiciste?-Ríe sonoramente, su arma sigue apuntada a Martín, pero luego la apunta hacia mi.-Pues todo, eramos mejores amigas, recuerdo que en la escuela te molestaban, yo te defendí cada uno de esos días.-Comenta.
-Si, lo recuerdo perfectamente, y estoy muy agradecida por eso pero realmente no entie....-Dejó las palabras en el aire.
-Ese no es el problema, el problema fue aquella tarde, ¿la recuerdas?-Pregunta.
-No se de que hablas.-Comento.
-Fue aquella vez, teníamos no mas de trece o doce años, habíamos salido del instituto, yo estaba en el parque junto a ti, tres chicas se nos acercaron querían golpearte ¿lo recuerdas?-Pregunta.
-Si, lo recuerdo, tu me dijiste que corriera, y lo hice.-Respondo.
-Si, te fuiste, y yo quede allí con ellas, sola, mientras me golpeaban vi como me observabas detrás de unos arboles, aguante los malditos golpes por ti.
-Pero...
Puedo ver que todo el público se queda allí, sin hacer nada, solamente escuchando a Jenn con atención.
-Lo peor vino después; hubo un día soleado, que empezó bien, ese día estuve dispuesta a contarte todo, quería que lo supieras, quería que supieras que yo amaba realmente a Alex, fue ese mismo día en el que me di cuenta que ustedes dos ya eran novios.-Comenta.
Miles de recuerdos pasan por mi mente, pero lo único que logró percibir es a Beck tomando cada vez mas fuerte mi mano.
-Arruinaste mi vida, así que ahora arruinaré la tuya.-Comenta.
-Disculpame, no era mi intención.-Comentó.
-¡No! ¡no lo es! ¡nunca lo es!-Grita.-¿Sabes quien mato a Alex?
Niego una y otra vez con la cabeza.
-Si, fui yo, ¿sabes quien atropello a Santiago?
Esto no me puede estar pasando, algo han echo con mi mejor amiga, porque esta no es la Jenn que yo admiro.
Niego con la cabeza, las lágrimas caen por mis mejillas, en su rostro hay satisfacción.
-¡Si! Fui yo.-Responde.
Esto es muy fuerte, esto es algo que no me esperaba, ella mato a Santiago, ella mato mis ilusiones.
-¡Perra!-El grito sale por si solo.
Me tiro en el suelo y cubró mi rostro con mis manos, no la quiero siquiera ver.
-¡Arruinaste mi vida! ¡Ahora es mi turno!-Grita.
Me levanto del suelo, puedo ver como Jenn sostiene su arma justo apuntando a mi.
-Adelante.-Le digo.
Hubo un momento en el que ella mira a su alrededor, titubea un instante pero luego se voltea mirándome fijamente, eso es lo único, mirarme.
-¡¿Que esperas?! ¡Dispara!-Le grito.
Beck no me ha soltado la mano un solo instante, siento como tiembla.
Cierro mis ojos, siento el ruido de la bala salir, todos pecan un grito, pero lo que no logró evitar notar es que Beck me ha soltado la mano.
Dicen que cuando te disparan la adrenalina no te deja sentir el dolor.
Tres, cuatro, cinco, cinco segundos y yo aun no percibía el dolor; diez, once, doce, trece segundos y seguía sin sentir nada.
Abro lentamente mis ojos, tanteo el vestido para ver si hay rastros de sangre, pero no hay nada.
Lo peor vino después.
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ME GUSTAS
RomanceDicen que las pupilas de tus ojos se dilatan al ver a la persona que te gusta. Y entonces lo ví, alto, cabello oscuro y despeinado, ojos negros, penetrantes, posiblemente los ojos mas lindos que había visto en mi vida, llevaba el brillo mas hermoso...