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CAPÍTULO 6: "RODANDO POR LAS ESCALERAS"

Al sonar la campana para ir a casa, me quede con la profesora preguntando unas cosas, y al ver a mi alrededor Santiago ya no estaba.

*Que triste, me dejó*
Pensé al salir del salón.

-Oye, ¿Te vas a ir sin mi?-escucho una voz masculina detrás de mi, es él.

-Pensé que tu te habías ido sin mi.-Le digo.

-No, yo te estaba esperando en la puerta del salón, así como cuando un violador espera a su víctima en una esquina, así.-Me dice y luego sigue caminando.

*¿Me va a violar?
Pienso, pero igual quiero ir con el.

Las hojas caían de los arboles con una suave brisa mientras bajamos las escaleras, el sol se hacia cada vez mas fuerte, era hermoso.

-¿Y Camile?-Pregunta el.

-Hace rato se fue.-Le contesto.-¿Y Daniel?

-También se fue, junto a los otros dos chicos rubios con los que estábamos el otro día.-Dice el.

-Recuerdo ese día como si fuera ayer.-Le digo.

*¿Que fue lo que dijiste Emily? Ese día fue ayer?*

-Es porque fue ayer.-Me dice y reímos.

Al bajar la puerta de atrás del colegio, (entramos por adelante y salimos por atrás) ya la habían cerrado porque fuimos los últimos en salir, así que tuvimos que dar una vuelta para salir por adelante y luego darle vuelta al colegio de nuevo para dirigirnos a mi casa.

En casa...

-¡Mama!-Grito al abrir la puerta para ver si ya llego de su trabajo.

-¡Mama de Emily!-Grita Santiago al ver que ella no contestó la primera vez.

-Parece que no ha llegado de su trabajo.-Le digo cerrando la puerta.

-Así que, ¿aquí vives?-Me pregunta.

-Si, aquí vivo.-Le respondo.

-Linda casa.

-Gracias, mi cuarto es arriba, ¿vendrás conmigo o te quedaras aquí?-Le pregunto.

-Hace unas horas me dijiste que te tendrías que cambiar de ropa, así que, no seria bonito que yo estuviera ahí mientras lo hicieras.-Me dice nervioso.

-Buen punto, espera aquí.-Le digo.

Subí tan rápido las escaleras que me tropecé y caí de boca.

-¡Emily!-Grita Santiago asustado al oír el estruendo.

-Estoy bien, estoy bien.-Le digo levantándome.

-Te sangra el labio y la rodilla.-Me dice acercándose.-Dejame ayudarte.

Minutos después subimos a mi cuarto, Santiago moja un trapo de alcohol y me limpia la rodilla.

-¡ARDE!-Grito

-Tranquila, lo haré mas despacio.-Dice el.

Unos minutos después mi rodilla deja de sangrar.

-Tu labio.-Me dice

-¿Que?-pregunto.

-Aun sangra, dejame ayudarte con eso.-Dice el acercándose lentamente a mi.

De repente, me besa, un beso corto, un tierno y lindo beso corto, mi corazón se acelera, me falta la respiración, y siento mariposas en mi estomago.

-¿A que se debe eso?-Pregunto cuando apenas se están separando nuestros labios.

-Así tu labio se va a mejorar.-Me dice.

*Que cursi y lindo*
Pienso.

Hubo unos 5 minutos de silencio, solo mirándonos a los ojos.

-¡Bueno! Ya estas bien, cambiate de ropa y vámonos, te espero abajo.-Dice saliendo de mi cuarto.

Busco en mi cajón unos shorts no muy cortos (por la rodilla para que no me lastimen), y una básica blanca con un chaleco y mis converse blancas.

-Podemos irnos ya.-Digo bajando las escaleras.

-Aquí estoy Emily.-Escucho a Santiago en la cocina.

-Tu mamá llego hace unos minutos.-Me dice al verme entrar en la cocina.

-Hola mamá.

-Hola hija.

-Veo que ya conociste a Santiago.-Le digo al ver el plato del pelinegro lleno de galletas y un vaso lleno de leche.

-Si, cuando entre me asuste, pero el después me explico así que decidí darle algo de comer mientras bajabas.-Me dice.

-Si, iremos a hacer un trabajo en su casa, el vive cerca de aquí.-Le digo.

-¿Que te paso en la rodilla?-Me pregunta asustada.

-Se callo por las escaleras.-Responde Santiago antes de que yo pueda decir algo.

-¿Como es que haces eso?-me pregunta.

-Y eso no es nada, si usted la hubiera visto, por poco y sale rodando por las escaleras.-Dice el en plan de burla y mi mamá solo se ríe.

-Exageras, solo tropecé, y si mucho rodé tres o cuatro escalones.-Le digo sacando jugo del refrigerador.