Capítulo 25

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(Maratón 3/7)

P.O.V de Jessica.

Me encuentro en el baño de la casa de mi mate poniéndome un traje de baño de dos piezas de color negro, este resalta mis curvas y el cual odia Zac para que lo lleve a un lugar público por miedo a que me digan "algo fuera de lugar" hay que admitir que es muuuuuy sobre protector. Salgo y me coloco una musculosa con un short roto sobre el traje junto a un buzo porque ya casi era otoño pero seguía haciendo mucho calor, bajo las escaleras y lo veo a mi mate mirando su celular con su maya puesta de color celeste, rojo y naranja junto a una musculosa completamente blanca, desvía su mirada hacia mí, comienza con mis piernas, luego mi tronco, llega a mi cabeza y vuelve a bajar.

-Se lo que estás pensando y la respuesta es no.-le digo

Se para para acercarse a mí, toma con ambas manos mi cintura y me atrae hacia él provocándo que nuestras narices se rocen quedando a escasos milímetros de distancia para que luego el me susurre:

-Si al menos un solo chico te mira tengo todo el derecho del mundo a sacarle la cabeza con mis dientes.

Suelto una carcajada para terminar besándolo con ternura, se ve tan lindo cuando está celoso...Le hago una señal con la cabeza para que nos vayamos y el asiente.
Me subo a su auto en el lugar del copiloto mientras que él va en el del conductor y nos ponemos en marcha. Me puse a pensar en cosas y me acordé de mis padres, ellos no sabían nada de mí desde que salí corriendo de la casa pero no me habían mandado ningún mensaje a lo que me llevó a pensar en dos cosas: O estaban acostumbrados a que yo sea así de tonta y que nunca avise o yo les importo muy poco.
Me saca de mis pensamientos el vehículo que frena de golpe, este estaciona en el enorme aparcamiento que tenía la playa y apaga el motor para que podamos bajar.
La playa estaba prácticamente deshabitada, su arena era cálida y casi blanca, dejamos nuestras cosas al lado de las reposeras para poder dirigirnos al mar el cual nos invitaba a pasar un buen rato junto a sus grandes olas de color celeste. Me metí corriendo y el agua estaba a una buena temperatura pero según Zac estaba demasiado fría por lo tanto yo jugaba a salpicarlo y el imitaba grititos de mujer los cuales eran en verdad muy gracioso para alguien como él, cuando paramos de jugar me acerqué corriendo y me lancé sobre este colocando mis manos al rededor de su cuello, me sostuvo de mis glúteos para que yo pudiera besarlo con más tranquilidad y comodidad.
Nos volvimos a acercar a nuestro pequeño descampado el cual consistía en dos sillas de playa, un bolso el cual contiene una toalla junto a un protector solar y una lona para tomar sol, en ese momento se me ocurrió una excelente idea, tomé la lona, la desplegué sobre el suelo y me dispuse a tomar sol boca abajo delante de mi mate dejándole una perfecta vista de mi trasero. Sentía como poco a poco se llenaba de lujuria y deseo pero yo quería torturarlo por lo que lanzo un pequeño gritó llamando su atención y murmuro un "¡Que tonta soy!" Me acerco a Zac y le pido amablemente que me ponga protector solar en mi espalda a lo cual acepta, comienza a esparcirlo por mi cuerpo a lo que yo largo un exagerado suspiro para incitarlo, se frena de golpe y yo me giro sorprendida aguantándome la risa.

-Lo estás haciendo a propósito.-dice simulando estar enfadado haciendo puchero.

No aguanto más y comienzo a reírme, cuando me calmo le pido que me perdone y el solo me dice que sí con una condición, un beso el cual le doy con gusto.
La mañana transcurrió más o menos parecida y volvimos a casa a almorzar algo cerca de las 2:20 de la tarde.

Solamente míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora