Estuve casi toda la tarde enviándome mensajes con Harry y hoy al despertar noté que me había escrito un “buenos días” hace pocos minutos. Sonreí mientras tecleaba la misma frase como respuesta y dejé a un lado el celular.
Di un gran bostezo y me levanté de inmediato. Me sentía bastante animada por todo lo ocurrido ayer porque realmente era agradable poder compartir pensamientos o intereses con alguien ajeno al círculo cercano del que estaba acostumbrada a frecuentar.
Harry tenía una personalidad un tanto misteriosa pero no podía negar que su “compañía” a través de mensajes me ayudó a no sentirme tan excluida de la gente. A veces solía pensar que no yo no encajaba en ningún lugar y que se me iba a hacer muy difícil poder encontrar el lugar al cuál pertenecía. Gracias a Harry podía sentirme en sintonía con el mundo y no como un sonido errado divagando en el aire.
Arreglé mis cosas con cautela pero la voz de mi madre hizo que apurara mi actuar y a los pocos minutos ya me encontraba en el auto para luego emprender el viaje hacia la universidad.
A pesar de encontrarme con mejor ánimo, no podía evitar estar nerviosa porque había tomado la decisión de hablar con Tracy. Sabía que existía la posibilidad de fracasar en el intento y que quizás ella no aceptara mis explicaciones pero correría el riesgo de todos modos.
Entre los muchos mensajes que nos enviamos ayer con Harry, lo ocurrido con Tracy no pudo quedar ausenté. Y es que él se había percatado de cómo me habían afectado los dichos de mi amiga en ese momento y sólo quería cerciorarse que mi estado emocional era mejor ahora. Le comenté solo pinceladas de la situación y a pesar de lo poco que quise revelarle, Harry no dudó en aconsejarme y motivarme a arreglar lo que se había desajustado entre nosotras.
Al momento de poner un pie en la universidad, intenté darme ánimos mentalmente porque la conversación con ella iba a ser inminente y necesitaba concentrarme en lo que debía decir. Para alguien como yo era sumamente necesario recitar una y otra vez las palabras por temor a una equivocación y aunque aquello le restara un poco lo genuino a la acción, no podía arriesgarme.
Pensé demasiado y repetía las oraciones sin cesar en mi cabeza hasta que llegó el receso y me dirigí a la plazuela cerca de mi facultad.
Antes de entrar a clases le había enviado un mensaje a Tracy donde le comentaba mis deseos de verla en este lugar. Ella no me respondió lo que aumentó mi ansiedad e intranquilidad pero internamente confiaba en que vendría de todas maneras.
Pasaron algunos minutos y mis piernas temblaban un poco. Como si se tratara de una exposición, musitaba una a una las palabras evitando omitir alguna y entonces sentí cómo una mano se posó en mi hombro haciendo que girara completamente mi cuerpo en esa dirección.
—Hola Alice —saludó Tracy en cuanto nuestras miradas se encontraron—¿Puedo sentarme?
De inmediato me deslicé por el pequeño banco dejándole un espacio y ella se sentó. Ambas nos quedamos en silencio mientras observábamos la punta de nuestros zapatos.
Todo lo que había memorizado desapareció de un momento a otro y mi cabeza estaba en blanco. No sabía cómo empezar y mi nerviosismo se hizo más evidente. Hace años que no me atrevía a hablar más de uno o dos oraciones pero debía hacerlo hoy, Tracy lo merecía.
Tomé una gran bocanada de aire y cerré mis ojos.
“Por favor, necesito hablar sin temor”.
—Y-yo quería pedirte disculpas— solté de repente— T-tú has estado conmigo todo este tiempo y yo no he sabido cumplir como amiga. — las palabras salían sin tapujos. Mi corazón latía muy rápido y sentía un inmenso nudo en la garganta —S-siento no haberte hablado durante años, lo siento mucho…
No aguanté las lágrimas y cubrí mi rostro. Odiaba mostrarme vulnerable ante los demás pero ahora no lo pude evitar. La culpa que cargué durante este tiempo en relación a mi amistad con Tracy me hacía daño y lo único que deseaba era que desapareciera para siempre.
Cuando quité las manos de mis ojos y miré a mi amiga, mi corazón se hizo añicos aún más.
Tracy estaba llorando a mi lado en silencio. Lloraba sin parar y secaba sus lágrimas con rapidez hasta que alzó la vista: —No tienes que pedirme disculpas Alice. Tú no has hecho nada malo.—dijo entre sollozos — Yo soy quien debe pedirte disculpas por decirte cosas que no sentía. Y es que fue horrible saber que hablabas con alguien a quien conocías hace poco y conmigo no lo hacías pero escucharte ahora me llenó de alegría.—sonrió mientras sacaba un pañuelo del bolsillo de su mochila para secar sus lágrimas.—Ven aquí mi pequeña Alice…
Tomó mi mano y haló de ella para acercarme y así darme un abrazo. Abrazo que correspondí de inmediato, sin siquiera dudar.
Estaba feliz y con un peso menos a cuestas. De cierta manera me sentía liberada y era inexplicable lo que aquello generaba en mí.
Fuero varios los minutos que permanecimos fundidas en el abrazo y al separarnos ambas sonreímos para luego levantarnos del banco y caminar hacia nuestros respectivos destinos.
Durante el trayecto Tracy no pudo evitar preguntarme por Harry y yo le comenté lo que había ocurrido. Le conté que en ese entonces cuando ella me consultó por primera vez sobre él, no teníamos muchas relación y que Harry era quien me buscaba y hablaba pero ahora nos comunicábamos por mensajes.
—¡Es que no puedo creer lo que me estás contando!—exclamó con emoción —Yo sabía que Harry tenía mucho interés en ti, lo noté desde la vez que se acercó a preguntarme tú nombre. Lo extraño es que Georgia siempre se quejaba por la frialdad de Harry y que él ni siquiera se preocupaba por ella ni le enviaba mensajes. Pero al parecer contigo se comporta diferente. Eres toda una rompecorazones Alice— dio un pequeño golpe en mi brazo con su codo.
—N-no soy una rompecorazones — reí — H-harry sólo quiere ser mi amigo.
—Eso es lo que todos dicen en un inicio pero al final ese amigo termina siendo tu novio —sentenció.
Negué sonriendo porque realmente creía que mi situación con Harry no terminaría de esa manera. Era casi imposible que un chico como Harry pudiese fijarse en alguien como yo. Además nuestros estilos de vida eran incompatibles. Él se veía con bastante vida social a quien no debiese faltarle compañía femenina, en cambio yo vivía prácticamente encerrada en mi casa leyendo libros o dibujando. Nadie dejaría su rutina por adaptarse a la mía.
Nos detuvimos al notar que debíamos separarnos.
Tracy volvió a abrazarme diciéndome: —Te quiero mucho Alice y mantenme informada de toda tu relación con Harry.— río bajito.
—Y-yo también te quiero —le respondí con sinceridad después de muchos años sin decirle aquello.
Noté como sus ojos se tornaron vidriosos pero los cerró unos segundos:—Estoy un poco sensible, no me hagas caso — hizo un ademán con la mano —Nos vemos.
Y así caminó hacia su facultad y yo hice lo mismo.
La tormenta había terminado y la calma se sentía bastante bien.-------------------------------------------------------------
La amistad de Alice y Tracy es muy linda y a pesar de los años se ha mantenido fuerte.
Espero les haya gustado el capítulo 🥰P.d: Tienen instagram? El mio es paperwords___ (es triple guion bajo xd) Me lo creé hace poco así que si me siguen les devuelvo el follow. Eso si avisenme que son lectoras de The only one 🤗
Besos por montones 💜
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The only one ⇎ h.s ❴AU❵
FanficLa vida de Alice Jonhson escapaba de la normalidad. Tomando el silencio como su mejor aliado, vivía bajo la sombra de lo que siempre pretendió ser a sus diecinueve años y su miedo a socializar con las personas transformó las paredes de su hogar en s...