ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ ᴅᴏs.✥ ʟᴏ ʜᴀʀᴇ́ ᴀ ᴍɪ ᴍᴀɴᴇʀᴀ

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Mi cuerpo se paralizo unos segundos al verla. No podía creer cómo es que no había notado su presencia cuando observé a mi alrededor antes de bajar de la camioneta. Quizás en el momento en que nos besamos con Harry ella llegó, pero aun así me parecía extraño porque fue un lapso de tiempo demasiado pequeño.
Tomé una gran bocanada de aire antes de continuar caminando. Cada paso que daba retumbaba en mis oídos; daba la impresión que todo a mi alrededor se encontraba en completa calma y yo era la única causante del ruido.

A medida que la distancia se iba aminorando, el latir de mi corazón aumentaba. Y es que enfrentar a mi madre resultaba todo un desafío. Siempre había sido de esa manera. Ashton lo vivía a menudo, pero a él no le importaba lo que pudiera decirle, a fin de cuentas, él era quien tomaba las decisiones en su vida y no dejaba que nadie interviniese. Algo muy diferente a lo que ocurría conmigo ya que mi madre se tomaba el derecho de decidir por mí, aunque yo no estuviese de acuerdo.

Cuando llegué al auto, tragué saliva antes de abrir la puerta y entrar. Ella ni siquiera me miró tras sentarme a su lado. Era lo que suponía que iba a hacer por lo que me mentalicé durante todo el trayecto a casa en estar dispuesta a escuchar un sermón de aquellos.
Me aferré al cinturón de seguridad para no estremecerme con el incomodo silencio que había en el interior, aunque sinceramente prefería esa paz momentánea antes que cualquier reprimenda que sin dudar se extendería hasta que mi madre sintiera que era suficiente y una hora completa no era una exageración.

El auto se detuvo y bajé de él con rapidez. Por mi mente se alojó la fugaz idea de lograr escabullirme a mi habitación y pretender que nada fuera de lo normal había ocurrido, pero al momento de abrir la puerta de la casa escuché su voz tajante.

—No subas a tu cuarto. Espérame en el living, yo voy enseguida.

Asentí e hice lo que me dijo. A los pocos segundos apareció y se ubicó en el sillón frente a mí. Parecía tranquila lo cual era raro, de todos modos no me esperaba algo bueno y lo comprobé al oírla.

—Supongo que tienes más que claro que sea cual sea la relación que tengas con ese muchacho, se acaba hoy mismo.

—¡¿Qué?!...

—No me hagas repetírtelo — dijo con molestia—Tú no puedes descuidar tus estudios y ese muchacho será una enorme distracción para ti, si es que no lo ha hecho hasta ahora porque estoy segura que las veces que llamaste para avisar de tus ayudantías tenían que ver con él. Dime, ¿Puedo esperar algo bueno de eso?

—P-pero mamá...

—Pero nada. La decisión ya está tomada. o ¿prefieres pagar tú la matrícula para el próximo año? Lo digo porque cómo te diste la libertad de hacer cosas por tu propia cuenta sin consultarme nada, lo más sensato es que tú pagues tus cosas.

—T-tú sabes que no tengo dinero.

—Entonces piensa muy bien lo que debes hacer al respecto—y sin esperar respuesta alguna de mi parte, se fue hacia la cocina.

Permanecí sentada en el sillón unos segundos intentando procesar lo que acababa de ocurrir. Me sentía frustrada y decepcionada al mismo tiempo porque yo misma era quien permitía este tipo de situaciones, yo era la causante que mi madre tomara el control de mi vida sin siquiera poder emitir un mísero comentario al respecto. De nada me servía tener un poco más de confianza ahora para poder hablar con diferentes personas y no sentir esa angustia abrasadora, si a fin de cuentas continuaba siendo para mi madre aquella chica que era incapaz de ser escuchada por la gente a su alrededor.

The only one ⇎ h.s ❴AU❵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora