The only one ⇎ h.s ❴AU❵

ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛɪᴏᴄʜᴏ .✥ᴛᴇᴍᴏʀ

Al contrario de lo que pensaba, mi madre no me dijo absolutamente nada después del altercado en la casa de mis abuelos y había mantenido su actitud silente hasta ahora lo cual me preocupaba porque ella no acostumbraba a tener este tipo de reacciones.
Me inquietaba no tener idea de lo que pudiera estar pensando y prefería mil veces que me dijera lo que le molestaba con sus típicos sermones a tenerla casi como a una extraña en la casa.

Bajé a desayunar con varios minutos de antelación con el fin de no causarle molestia a mi madre en relación a llegar tarde a clases. Ella se encontraba en la cocina preparando los típicos huevos con tocino que tanto le gustaban. Al verme llegar masculló un seco “buenos días” y dejó el plato con un sándwich ya preparado sobre la mesa mientras yo tomaba asiento.

El ambiente era tenso y eso me causaba incomodidad. Más si se trataba de la persona quién había estado junto a mí durante toda una vida. Y es que a pesar de la personalidad un tanto complicada de mi madre, dolía en sobremanera su actitud distante. Además no tenía la más mínima idea de lo que debía hacer para remediar la situación ya que tampoco podía comentarle sobre el porqué le di esa cachetada a Chloe, de lo contrario tendría que hablarle sobre Harry y eso al menos por ahora no estaba en mis planes.

Al terminar el desayuno, me alisté y cogí mis cosas para ir al auto. Mi madre ya se encontraba dentro del vehículo, poniéndolo en marcha en cuanto me subí. Cómo era de esperarse, durante todo el trayecto no dijo una sola palabra por lo que preferí mirar constantemente la ventanilla del auto hasta llegar a la universidad.
Su tosca manera de despedirse hizo que se me formara un pequeño nudo en la garganta pero me limité a mostrarme fuerte ante ella, cómo si su indiferencia no me afectara en lo absoluto. Una vez que el auto desapareció de mi vista, sequé la humedad que había en mis ojos y me dispuse a entrar a la universidad.

Un mensaje de Harry deseándome “buenos días” logró sacarme una leve sonrisa mientras caminaba rumbo a la sala de clases. Me causaba gracia el hecho que siempre sus detalles fueran tan oportunos, cómo si tuviera noción de cómo me sentía a pesar de no comentarle lo que pudiese haberme ocurrido. Miré a mi alrededor buscándolo pero él no estaba lo cual agradecí ya que aún me encontraba algo dolida por la actitud de mi madre y Harry lo notaría. Además no quería preocuparlo con mis problemas familiares que de por sí estaban ligados en cierto modo a él y hacerlo sentir culpable a raíz del incidente que tuve el sábado pasado. No tenía sentido agravar lo que perfectamente se podía ocultar.

Al llegar a mi destino abrí la puerta del salón pero éste se encontraba vacío. Suspiré con alivio. Me encantaba llegar a clases primero que mis compañeros porque de esa manera podía evitar que muchas miradas al unísono cayeran sobre mí.

Me ubiqué en el asiento de costumbre y saqué mi libro de ilustraciones arquitectónicas. Estaba tan ensimismada observando cada dibujo que no me percaté de la presencia de alguien en el umbral de la puerta si no hasta que mi mirada se dirigió en aquella dirección. Se trataba de Louis quien en cuanto nuestros ojos se encontraron, avanzó con rapidez hacia el lugar donde yo estaba, situándose a unos pocos centímetros de distancia. Su acción me tomó por sorpresa por lo cual di un pequeño salto pero él no se inmutó y con seriedad sacó un libro de su mochila.

—Aquí tienes Johnson—me entregó el libro y yo lo recibí con dubitación—Sabes demasiado como para que permitas que tus miedos o lo que sea que tengas te limite a hablar.—y sin decir más avanzó hacia el otro extremo del salón para ubicarse en su asiento.