A pesar que habían pasado varias días de mi incidente en la cafetería, toda la escena desde la humillación de aquel chico hasta lo ocurrido después en los casilleros permanecían en mi memoria de manera nítida y se me hacía difícil poder olvidarla.
Sentía temor de volver a pasar una situación similar por lo que medí aún más mis acciones. Si antes intentaba pasar desapercibida frente a los demás ahora debía ser alguien prácticamente invisible. Siempre que terminaba una clase me escabullía con rapidez para evitar que Tracy me hiciera invitaciones de las cuales no iba a poder negarme al sentir que tenía una deuda con ella y con nuestra amistad.
Hoy no hubo excepción en mi rutina pero en mi intento de dirigirme al lugar donde acostumbraba a leer, el bullicio en la mayoría de los rincones de la universidad me lo impidió. Supuse que nuevamente habían actividades de entretenimiento para los alumnos por lo que decidí volver a la sala hasta que recordé la existencia del sitio idóneo para poder leer mi libro: la biblioteca.
No sabía exactamente donde se ubicaba pero como la clase siguiente era en unas horas más, no importaba si me tomaba varios minutos tratar de encontrarla. Recordé que aún tenía el mapa de la universidad en mi mochila y lo saqué de inmediato. Según este, la biblioteca se encontraba a sólo unos metros de la Facultad por lo que emprendí mi camino hacia ella hasta que finalmente la vi y quedé maravillada con sólo su fachada.
Sin pensarlo demasiado entré y mi admiración creció aún más. Era increíble la infraestructura del sitio y la cantidad de libros que reposaban en las estanterías. Lo mejor de todo, era el hecho que se encontraba prácticamente vacía y no iba a correr el riesgo de sufrir un percance con otra persona.
Me ubiqué en una mesa junto al ventanal porque los luminosos rayos del sol la hacían resaltar sobre las demás.
Comencé a hojear el libro que tenia en mis manos, tratando de concentrarme en la lectura de éste.Sin querer mi visión viajó hacia una de las mesas la cual acababa de ser ocupada por un chico rubio. Su aspecto era el de una persona aplicada y ordenada. Se notaba por la manera en que vestía y peinaba, cómo si todo tuviera que cuadrar a la perfección; su cabello excesivamente acondicionado con algún producto que evitaba la rebeldía de sus hebras, camisa sin arrugas muy notorias y como último detalle, gafas negras que le brindaban ese toque intelectual.
Supuse que, al igual que yo, era una persona solitaria, que buscaba un lugar como éste para sentirse más a gusto. Por mi mente pasó la vaga idea de que podría coincidir en varios aspectos con él e incluso encontrar apoyo y comprensión mutuo a la hora de enfrentar éste ambiente repleto de prejuicios y malos tratos.
Todo eso sonaba perfecto pero la limitancia estaba en que yo no iba a ser capaz de hablarle y como consecuencia, él nunca notaría mi existencia.
Suspiré volviendo a enfocar mi atención al libro.Leí unas cuantas hojas antes de guardarlo ya que decidí buscar otro relacionado al arte y a la pintura en aquellas múltiples estanterías.
Recorrí pasillo por pasillo tratando de encontrar algo que me indicara en cual sección me ubicaba. Al llegar al ultimo, noté un pequeño cartel colgado al inicio de éste que decía “bellas artes”.Sonreí con alivio porque no quería recorrer nuevamente el lugar. Revisé cada repisa leyendo los nombres de aquellos gruesos libros ordenados alfabéticamente cuando una voz a mis espaldas me estremeció por completo.
— ¿Cual libro buscas?.
Giré mi cuerpo rápidamente para mirar a quien había formulado la pregunta.
Mi estómago se contrajo y mi corazón empezó a latir con violencia al descubrir que se trataba de Harry.
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The only one ⇎ h.s ❴AU❵
FanfictionLa vida de Alice Jonhson escapaba de la normalidad. Tomando el silencio como su mejor aliado, vivía bajo la sombra de lo que siempre pretendió ser a sus diecinueve años y su miedo a socializar con las personas transformó las paredes de su hogar en s...