The only one ⇎ h.s ❴AU❵

ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ᴅᴏs.✥ ᴀᴠᴀɴᴢᴀʀ. ɴᴜɴᴄᴀ ʀᴇᴛʀᴏᴄᴇᴅᴇʀ

Sentí que cometí el peor error de mi vida al postular a la universidad sin mencionárselo a mis padres.

El temor se apoderaba de mí con tan sólo pensar en el caso hipotético de ser aceptada y las consecuencias que aquello traería a mi vida.

"Soy una tonta". Repetía sin cesar mientras buscaba las palabras adecuadas que usaría para comentarles a mis padres lo que había hecho.
La situación empeoró cuando tiempo después recibí una carta de bienvenida: la universidad me había aceptado.

Mezcla de emociones se albergaban en mi interior al leer una y otra vez el pequeño párrafo donde se encontraba el inicio de la nueva etapa en la cuál me aventuraba; felicidad por este pequeño logro y una inquietud abismal al saber que todo era incierto para mí, para alguien quién temía enfrentarse al mundo.
Estuve todo el resto del día con un nudo en mi estómago producto del nerviosismo y cuando mi madre me llamó a cenar, después de unos minutos de reflexión, con manos temblorosas tomé el papel y bajé las escaleras hasta llegar al comedor.

ㅡ Siempre te demoras tanto en venir a cenar Alice ㅡme reprochó mi madre.ㅡ La comida fría puede hacerte mal.

ㅡLo sientoㅡdije cabizbaja mientras enrollaba el papel.

ㅡ ¿Que tienes en las manos? ㅡpreguntó con curiosidad Ashton, mi hermano.

Ashton era cuatro años mayor que yo y estudiaba Leyes en la universidad cercana al lugar donde vivíamos, la misma a la cual postulé porque era la única que conocía y tenía ciertas referencias.

No contesté la pregunta de mi hermano. Sólo me limité a dejar la carta sobre la mesa esperando que alguno de ellos la tomara y leyera.
Mi padre fue quien lo hizo y lo agradecí internamente porque él era quien estuvo de acuerdo desde un inicio con que yo fuera a la universidad.

La leyó en silencio. Sus ojos viajaban rápidamente y mi ansiedad iba en aumento a medida que avanzaba. Cuando terminó dio un pequeño suspiro y me miró con detención. Tragué saliva y antes de bajar la mirada escuché su voz: ㅡ Realmente me has sorprendido pero estoy muy orgulloso de ti hija.

ㅡ¿De qué estás hablando? ㅡinquirió mi madre arrebatándole el papel a mi padre.

Di un pequeño brinco en mi silla producto de su repentina acción. Mi madre era muy distinta a mi padre por lo que estaba segura que recibiría una reprimenda y no me equivoqué.

ㅡ¿En qué estabas pensando cuando hiciste esto Alice? ㅡespetóㅡTú no puedes tomar este tipo de decisiones a la ligera. ¿Eres siquiera consciente de tu enfermedad?¿Crees que va a ser fácil poder adaptarte y que toda esa gente acepte que no eres como ellos?.

Sus palabras dolieron y mucho. Pero quizás ella tenía razón. Quizás las ganas que tenía por crear mi propio camino me cegaron demasiado al punto de no tomar en cuenta mi realidad.

—Bárbara por favor ㅡintervino mi padre ㅡNo es necesario que seas tan hostil. Si Alice tomó esta decisión es porque ella se siente preparada y capacitada para hacerlo. Deja de tratarla como a una niña.

ㅡEs que tú no entiendes nada ㅡvolvió a argumentar mi madreㅡLos jóvenes y la sociedad de hoy en día son muy indiferentes al dolor ajeno. No les importa nada ni nadie a su alrededor, mucho menos se ocuparán de ayudar a una persona con fobia social.

Ni siquiera era capaz de mirarlos. Me sentía avergonzada a pesar de tener el apoyo de mi padre. Mis ojos se llenaron de lágrimas pero las contuve como si mi vida dependiera de ello. No podía mostrar vulnerabilidad ante mi madre y sus dichos.