Tuya. Pero cuando yo quiera

Capitulo 8

Me desperezo y voy a baño. Me cepillo, me peino. Voy a poner mi música del recuerdo I will always love you, me fijo que en la mesa hay un florero de cristal y dentro de él únicamente está una manzana verde sumergida. Me acerco y veo una tarjeta. La abro y leo:

Pequeña, quiero que sepas que dormir contigo es lo mejor que hecho en el mundo a pesar de tus continuas patadas.- Nunca había dormido con una mujer.- Tengo que irme de viaje porque ha muerto una querida amiga y necesito verla por última vez y despetirme.

Eres una señorita muy capaz y puedes lograr lo que te propongas, no te subestimes. Confía en ti.
Aquel día que no tuve sexo contigo no fue porque me faltaban ganas. Sino que eres tan pura en alma que no quería dañarte o darte falsas esperanzas. Yo no soy hombre para una mujer como tú.

PD: Dale saludos a tu hermana y a tu cuñado de mi parte y un enorme beso a la pequeña Camila.

Besos.
Mike Steven.

No puedo controlar las lágrimas que corren por por mejillas. Se que no soy para el, pero me duele muchísimo que me lo diga.

Yo no soy hombre para una mujer como tú.

Esa frase suena con su voz constantemente en mi cabeza y lloro con toda la pena que siento. Mientras suena la música del recuerdo.

A las 2:00pm me dirijo al hospital. ¡POR FIN LE DAN DE ALTA A REGNA!. Estaremos todos en casa y la normalidad volverá a mi vida. Eso es lo que necesito para olvidar. Normalidad.

Pasada una semana con gritos, llantos y pañales por doquier esa normalidad se ríe en mi cara. Mi hermana empezó a trabajar y yo cuido de mi pequeña Bubalú mientras sólo suena la música del recuerdo en la radio. Hoy toca limpiar. Mientras Camila duerme yo estoy limpiando. Acomodo la ropa, lavo los platos, los ordeno en sus respectivos lugares y, cuando voy a buscar el detergente veo en una esquina al florero de cristal con la manzana podrida aún sumergida. Lo agarro y la boto.