Capitulo 34

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Cuatro meses después...

Mi recuperación fue un tormento. Mi casa llena de personas, no me dejaban acercarme a mi campeón, no me dejaban caminar, no me dejaban bajar de la cama o bañarme sola siquiera. Me sacaban de mis casillas pero me calmaba porque me decían que mis manzanitas sentían mi dolor. Cuando me quitaron los puntos fue un respiro. Ya podía hacer lo que quisiera por mi cuenta. No dependía de nadie para hacer nada y poco a poco todos se iban a sus casas. La madre de Mike hizo todo lo posible porque yo le cogiera cariño. Es la madre de mi esposo, claro que la quiero pero la hice sufrir cuatro semanas. hubo un día que me compro una canasta de dulces y la abrace fuerte y le dije que todo estaba bien entre nosotras. Mike seguía obsesionado con mis cuidados pero hubo un día que me molesté mucho y le tiré un zapato de tacón en la cabeza porque no me quería dejar ir a la piscina, después de una gran discusión le hice entender que yo estaba feliz y perfecta. Los guardaespaldas se fueron porque y no necesitábamos de sus servicios. Joaquin murió  y ya puedo vivir en paz. 

Se me acabaron las vacaciones y comencé a ir a la universidad. Se me hacía difícil ir porque los malestares del embarazo no me daban tregua. Mike insistió que dejara el trabajo si iba a estudiar pero no le hacia caso. Un día me desmallé en plena reunión y como es socio estaba ahí. Nos asustamos mucho y fuimos al médico. Nos informaron que era por tanto estrés y tuve que renunciar al trabajo porque Mike me prometió que me haría un bufete y seria la abogada de sus empresas cuando me graduara. Me emocioné tanto que lloré y cuando nos íbamos a acostar le hice felizmente el amor 

Mi vida mejoró mucho. Ya puedo estar en paz y eso me hace muy feliz.

Estoy observando dormir a mi amor. Es muy relajante verlo dormir. 

Voy al baño y hago pis. Parezco un tanque de agua. Me recojo mi corto cabello y voy a la cocina. Abro la nevera y saco un tazón de fresas con crema y me voy a ver televisión. Es sábado y son las tres y media de la madrugada. No tengo sueño. Mientras me como mi tazón veo Blancanieves. Últimamente veo comiquitas y me encantan. Cuando se me acaba mi postre todavía no tengo sueño. Voy a la piscina, me quito mi pijama  y me lanzo a ella. Nado y nado. Siento chispas en mi cuerpo y escucho un clavado. Mike.

-Un ángel mojado y resbaladizo solo para mi.-Dice en mi oído.

Sonrío y me doy la vuelta. 

-Hola, campeón.-Lo beso

Cuando nos separamos por falta de aire mi amor dice:

-Menos mal que Rayshu está dormido, si te llega a escuchar decirme eso me gruñiría o me atacaría.

Suelto una carcajada y él me acompaña.

Nadamos y competimos hasta que me canso. Mike lo nota y me lleva a la habitación. Me seca y me acuesta. No puedo estar boca abajo porque mi panza es gigantesca y aún así le falta mucho por crecer. Eso me aterra, pero como siempre el amor de Mike y mio supera todo. Hasta mis miedos.

Mike empieza a cantar  i will always love you para dormir y yo sonrío. Recuerdo cuandp bailamos esa canción abrazados y luego él se fue. Creí que nunca más lo volvería a ver y estoy aquí embarazada y acostada con el hombre de mi vida. He pasado por muchas cosas, hemos recorrido mucho para poder estar así de felices. La vida es así. Difícil. Vivir y luchar por lo que se quieres es de valientes y yo luché por Mike y se que él hizo lo mismo por mi.

-Más allá de todo, mi ángel.-Dice leyendo mis pensamientos 

-Más allá, mi pecador.-Sonrío feliz.

Podemos estar en paz. Esta vez para siempre.

Tuya. Pero cuando yo quieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora