Riker

19.

Capítulo largo.

Jeffrey Thompson en multimedia.

_____________________________________________________________________________

Narrador omnisciente.

Riker estaba que echaba humo por las orejas. Le había pedido que se fuese con él. Se lo había pedido seguido de las dos palabras que había dicho una sola vez en su vida: ''por favor'', y ella se había quedado con él, con Jeff. Estaba claro que había hecho un ridículo tremendo y que en esos instantes era un simple gilipollas patético. Lo único que podía pensar en esos momentos era que Sasha no sabía dónde se estaba metiendo, pero ya le daba igual. Que le jodan, pensaba. Ella se lo ha buscado. En cuanto entró en su vehículo le dio un fuerte manotazo al volante y recordó el por qué estaba allí, en casa de Jeffrey. Riker estaba desorientado, a decir verdad, estaba perdido. Sasha se había largado y ya no sabía donde narices buscar, la ciudad era demasiado grande y la idea de que pudiese ir a la comisaria y avisar de donde estaban le ponía alerta y no podía evitar agarrar la pistola, pero cuando su móvil resonó en la sala y vio el último nombre que quería ver en él, supo que algo iba mal. Su madre le había mandado un vídeo y cuando lo vio y entendió lo que ahí estaba ocurriendo... no podía creérselo, pero menos se lo pudo creer cuando Jeff le llamó diez minutos después diciéndole que estaba en su casa y que había rescatado a Sasha, pero que había recibido un tiro en la pierna y era él quien debía operarla de urgencia. En ese momento, todo en su cabeza se enredó. Se había perdido de nuevo, ¿qué coño ocurría? ¿por qué su madre secuestraba a Sasha? ¿qué tenía que ver ella en todo aquello? Se suponía que era una rehén, entonces, ¿por qué Shui no lo entendía y pensaba que le importaba lo más mínimo como para hacer lo que fuese por ella? ¿por qué coño era Jeffrey quien la había sacado de ese lío? ¿por qué Jeff estaba siempre en todos lados? Y sobre todo, ¿qué pretendía él con ella?

Nunca había confiado en ese tío, tenía claro que algo escondía y algo se le escapaba, pero no estaba dispuesto a dejar pasar el tiempo y descubrirlo cuando algo haya pasado. No. Él nunca se quedaba parado a que lo hicieran todo otros o a dejar que pasase el tiempo, Riker era de los que iban a por la verdad, costase lo que costase, hiciese lo que tuviese que hacer... matar a quien hubiera que matar.

Miró de nuevo hacia la ventana de Jeff y se replanteó subir de nuevo y llevarse a Sasha arrastras de allí, pero enseguida se quitó aquella idea de la cabeza y arrancó el coche.

Hacía días que no sabía nada de Enzo, su amigo estaba ocupado con algo que parecía no querer contarle, así que no iba a obligarle a que se lo constase. Cada uno tenía sus secretos, por muy amigos que fueran. De todas formas, cuando llegó al edificio donde hasta hacía poco vivían los cuatro y llegó al piso donde Enzo hacía vida normal con Emily a la vista de los demás vecinos, Enzo abrió la puerta, dejándose ver lo justo y necesario. Esa actitud no pasaba desapercibida para Riker, que frunció el ceño e intentó ver más allá de su colega, pero no consiguió mucho.

— ¿Pasa algo? —fueron las únicas palabras que Riker pronunció. No era estúpido y Enzo sabía que no lo era. Tampoco se iba a andar con chiquilladas, Riker era muy directo, no se andaba con rodeos, así que le preguntó lo que le pasaba por la cabeza.

—Nada, tío. ¿Quieres algo?

— ¿Nada? ¿y por qué no me dejas pasar?

— Riker... no es nada, ya te contaré cuando sea necesario.

— ¿Te has follado a Emily? —alzó las cejas con incredulidad. Sabía perfectamente que era casi imposible que se hubiese acostado con ella, así que si le decía que era eso, pensaba entrar a la fuerza para saber qué narices escondía.