Riker

6.

Objetivo para subir el siguiente capítulo: que me demostréis que os gusta la historia. No pido más, sorprendedme <3

Pavel Walamy en multimedia.

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— Es un corte bastante profundo, así que es necesario coser, pero no tengo anestesia, así que... respira y aguanta porque te va a doler —Riker sacó del maletín un hilo con su correspondiente aguja y algunos botes que supuse que contenían desinfectante, antiinflamatorio, etc.

El corte del que hablaba era el que tenía a la altura de las costillas y que iba de un lado a otro.

Afortunadamente me había proporcionado sábanas para que me cubriese menos la parte que él tenía que coser porque a pesar de quién era, me sentía avergonzada con mi desnudez y él pareció darse cuenta aunque pareciese que a él no le afectase en absoluto. 

Tenía curiosidad por saber cómo y por qué sabía tanto de curar heridas, de tendones, de nervios, huesos, músculos y todo lo relacionado con la medicina y la anatomía. Dudaba bastante que el motivo fuese que hacía tiempo estudiaba la carrera en la universidad, porque no me lo imaginaba en ese ámbito. Ni a él ni a ninguno que se encontraba en esa casa, pero mi curiosidad crecía mientras veía la destreza y la concentración con la que preparaba todos los materiales. 

— ¿Cómo sabes tanto de esto? —las palabras salieron solas de mi boca sin que yo pudiese detenerlas.

Riker no levantó la mirada de mis costillas y fruncía el ceño por la concentración. Me pareció un gesto gracioso. 

— Siempre hay que estar preparado para lo que pueda suceder —pasó el fino hilo a través de la aguja con una precisión increíble. Ni siquiera tembló y acertó a la primera, pero su respuesta no me convenció. 

Era inquietante, oscuro, peligroso y misterioso. Nunca hablaba de él por no decir que no hablaba, por lo menos conmigo y a veces me hacía sentir como una pesada que no callaba y le molestaba. Era bastante cerrado con todo el mundo, aunque supuse que su mirada de pocos amigos y su complicado carácter había impedido en varias ocasiones que la gente se acercase a conversar con él. No sabía ni si tenía amigos porque los otros tantos asesinos no podían considerarse amigos, sólo compañeros de juergas, por decirlo de alguna manera. 

— No creo que sepas tanto sobre medicina para ''por si acaso''. 

— Me da igual lo que creas. Voy a coserte —Riker y sus frases cortantes. Me centré en lo último que me dijo e ignoré lo primero. No entendía por qué era tan borde.

En cuanto la aguja desinfectada traspasó mi carne sentí un terrible dolor que fue imposible disimular. Tenía que estar preparada para esto y me intenté auto-convencer a mí misma de que no era para tanto, el problema era que Riker no me daba descanso, no me dejaba respirar ni hacerme a la idea de que todavía quedaba más porque iba rapidísimo sin hacer caso a mis súplicas para que parase. Grité e incluso se me saltaron algunas lágrimas. Fue horroroso, nunca había pasado por eso y esperé que nunca más me pasase de nuevo. 

Fueron diez puntos, de los cuales los hizo en menos de dos minutos. Su destreza y rapidez me hizo saber que no era una cosa que sólo supiera por si era necesario. 

— Podrías tener un poco más de cuidado —tenía la piel de la zona de las costillas rojísima, los puntos quedaban fatal y tuve miedo por si quedaría cicatriz, aunque estuve segura de que sí. 

— Y tú podrías dejar de ser tan repelente. 

¿Repelente? ¿me había dicho repelente?

— ¿Por qué dices eso?