22.

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Emily en multimedia.

ACLARACIÓN: He revisado los capítulos anteriores y me he dado cuenta de que tuve un error enorme del que no me había dado cuenta. La chica que Shui tiene secuestrada y que utiliza como amenaza contra Riker se llama Hayley. Lo digo porque en capítulos siguientes, no sé por qué, pero le puse Ashley, me confundí y no me di cuenta. Ahora mismo lo cambiaré, sólo quería que lo supiéseis y lo tuviérais claro. Disfrutad del capítulo <3

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— No podemos hacerlo aquí. Tenemos que llevarlos a otro sitio.

— ¿Y lo dices ahora? —Emily se llevó las manos a la cabeza. Empezaba a perder la paciencia con Enzo. Hacía un par de horas, Riker se había presentado en esa casa, descubriéndolos y en ese momento, resultaba que a Enzo no le apetecía matarlos en ese sitio.

— ¿Quieres que los mate aquí? ¿me puedes decir cómo los sacamos de casa?

— En bolsas.

— ¿En bolsas? —soltó una carcajada y dejó la pistola encima de la mesa. Confiaba lo suficiente en Emily como para saber que no le haría nada—. ¿Te estás oyendo? ¿me estás diciendo que los descuarticemos y los metamos en bolsas de basura? Joder, eres peor de lo que pensaba.

— Joder, no lo sé, ¿vale? ¡no tengo ni idea de qué hacer, ni de lo que se hace en estos casos! —la situación empezaba a escapárseles de las manos y no podían perder los nervios o les costaría muy caro. Ambos sabían eso.

Enzo respiró hondo y se acercó a ella para rodearla con sus brazos. No sabía en qué momento salió ese acto ni esa necesidad de hacerlo, pero no se volvió a impedir hacer lo que quería. Además, en esos momentos, ella lo que necesitaba era un abrazo. Sabía lo que le pasaba, nunca había estado en una situación de ese calibre, pero él ya tenía experiencia, así que tendría que ser él quien la ayudase a ella.

— Tranquila, Emily, no pasa nada —apoyó su barbilla en la coronilla de ella y cerró los ojos, pensando en la solución a aquel problema, pero sin entrar en pánico, no podía permitirse perder los papeles—. Van a despertar y cuando lo hagan, les obligaremos a bajar al garaje y montarse en el coche sin gritar ni llamar la atención de nadie. Una vez en el coche... algo se nos ocurrirá.

— Vale —tal vez fuesen los nervios, la adrenalina que expulsaba su organismo o la idea de acabar entre rejas y sin poder ejercer como policía nunca más, pero sin quererlo, o tal vez si, deslizó sus manos desde el pecho de Enzo hasta su espalda, para rodearlo y abrazarlo también, a la vez que enterraba su cara en su pecho. Era bastante más alto que ella y en cierta manera, le daba seguridad.

Ese movimiento, ese acto, removió algo en el interior de Enzo que hizo que sonriese aunque asegurándose de que ella no podía verlo. Nunca había sentido tanta satisfacción ni tanto tranquilidad cuando le abrazaban, pero esa vez... para él fue un descubrimiento.

Escucharon un ruido procedente de los dos hombres que estaban inconscientes. Estaban empezando a despertar y era hora de llevar a cabo el plan de Enzo. No podían aplazarlo más, tenían que hacerlo cuanto antes, así que cada uno ayudó a levantar a uno y cuando estuvieron los dos de pie, desatados y del todo despiertos, Enzo presionó el cañón de su pistola contra la sien de Bill.

— Escuchadme bien los dos porque no lo voy a volver a repetir. No quiero ni una puta palabra, ¿entendido? Ahora vamos a salir los cuatro y vais a hacer lo que digamos porque si no, esparzo tus sesos por el suelo y la pared, ¿vale? Contestad —le quitó el seguro a la pistola y ambos tragaron saliva. Emily presionó con una pistola que Enzo le había dejado en la sien de Tony.

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