Emily en multimedia.
_______________________________Narrador Omnisciente.
El timbre de la puerta los alertó a ambos. No era normal que ningún vecino hablara con ellos, pasaban desapercibidos y nadie intentaba mantener ninguna conversación con ellos y que el timbre sonara solo podía significar dos cosas: era Riker o algún hombre de Jay y por su bien, más valía que fuese la primera opción.
Enzo miró a Emily con el ceño fruncido, como si estuviese hablándole sin mencionar palabra, como si estuviese preguntándole qué hacer.
— Abre —ella se puso en pie, alerta, preparada para lo que estuviese por ocurrir en esos momentos, el único inconveniente era que no tenía ningún arma, pero podía defenderse con sus propias manos, para eso la habían entrenado en la academia policial.
Enzo se acercó a la puerta y al mirar por la mirilla, suspiró tranquilo y abrió la puerta sin más. Sin decir absolutamente nada más, Riker entró en la casa y fue directo hacia donde Emily se encontraba con cara de alucine total, sin saber qué ocurría.
— Si Sasha pudiese escapar, ¿cuál sería el primer sitio al que iría? —tan directo como siempre, Riker nunca se andaba con tonterías.
Emily lo miró como si no entendiese el idioma en el que hablaba pero enseguida entendió lo que allí estaba ocurriendo y una amplia sonrisa se instaló en su cara sin contemplaciones.
— ¿Sasha ha escapado? ¿ha logrado irse? —se cruzó de brazos y los miró a ambos con rabia y felicidad a la vez, como si planease la peor venganza del mundo—. Entonces os queda muy poco tiempo hasta que unas cuantas patrullas lleguen y os detengan.
— Déjate de putas tonterías y dime dónde ha podido ir.
— ¿No esta claro? a la comisaría. No se entretendría con nada. A estas alturas ya estarán preparándose para venir aquí.
Riker se llevó las manos a la cabeza y tiró de su pelo negro sin saber qué pensar o qué hacer. Nunca había estado en esa situación, nunca ningún rehén había podido escapar y lo peor de todo es que él la había dejado irse. No podía pensar en otra cosa que no fuese aquel beso que le había dado y al que ella había correspondido, por lo menos durante unos instantes y en la bofetada que segundos después ella le había dado. Se quedó tan pasmado, tan quieto, sin saber qué hacer que ella se había largado. No dejaba de recordar el dolor que la bofetada había ocasionado en su piel. El dolor y el picor que él recordaba tan bien de su infancia y que le había dado a ella la oportunidad de usarlo en su contra y aunque ella no sabía nada, lo había hecho. Por eso no confiaba en nadie, por eso odiaba a todo el mundo, por eso no permitía que nadie le tocase, por eso era como era, porque todo el mundo aprovechaba la mínima oportunidad para hacer daño sin pensarlo y él se había prometido no volver a darle a nadie la oportunidad de hacerlo, pero había fallado en su palabra.
Sin más, salió de la casa dando un sonoro portazo que la sobresaltó a ella y Enzo la miró sin saber qué hacer. Ir con su amigo o quedarse allí. Decidió quedarse allí porque conocía a Riker y sabía que en esos momentos era mejor dejarlo solo y que piense solo en qué hacer. No permitía que lo agobiasen.
— ¿Quieres... algo de cenar?
— Me lo hago yo. Gracias —Emily pasó de largo, chocando su hombro contra el de Enzo que posó sus manos en su cintura sin saber muy bien qué hacer o decir.
No iba a dejar que aquella loca mujer hiciera lo que quisiera con él, él era el que mandaba allí y ella tendría que obedecerle... pero no salía de él. Ya no salía de su interior obligarla a nada. No entendía qué ocurría, pero era capaz de dejarla hacer lo que quisiese con tal de que no lo mirara como si quisiera asesinarlo porque se sentía fatal.
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Riker
ActionUn demonio gobernado por los demonios de su interior. Un monstruo creado para matar. Para no sentir. Sin humanidad. Sin escrúpulos. El mismísimo Lucifer, el mismísimo Belphegor. Cada segundo que pasa su oscuridad crece y sus demonios se hacen más fu...