Capítulo 20: Sobre ruedas

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El viento sacudía suavemente las hojas de los árboles cercanos, los más altos se tambaleaban de un lado al otro. El aire era frío, pero no se comparaba con el frío que sentía Nicolás por dentro. Un sentimiento inexplicable recorría todo su cuerpo. Los ojos se le helaron en la temerosa mirada de Claire. Ella sólo esperaba una respuesta que le ayudará a solucionar su dilema, o por lo menos tranquilizarla de los miedos que tenía. Pero no escuchaba nada de eso, ni una simple palabra, sólo su delicado suspiro que combinaba tristemente con los sonidos que provocaba el viento.

— ¿No vas a decir algo? —Claire le rompió el silencio —. ¡Por favor Nicolás!, tengo miedo, no sé qué hacer— su voz temblaba, si él no decía nada, ella rompería en llantos.

La voz de Claire, volvió a Nicolás a la realidad. La vio preocupada, debía ayudarla, pero había algo que no lo dejaba pensar en cómo hacerlo: lo que pasaba, no tenía sentido.

—Pero es que no entiendo porque lo ha hecho— susurró entregándole el celular en sus manos.

— ¿Entender qué? No hay que entender nada.

—Sí, ¿Por qué razón escribió eso en tu pared?

—Porque me quiere matar —contestó exaltada.

—No eso, sino de la manera en cómo lo escribió —le señaló su celular—, dijo: tú tampoco te escaparás, ¿Por qué mencionó la palabra tú tampoco? Debió haber escrito: No te escaparás... pero, ¿tú tampoco? ¿No te suena como si él creyera que sabes de los otros asesinatos?

Claire le alzaba la ceja, mientras su boca medio abierta dejaba ver unos blancos dientes. Se confundió, no entendía nada de lo se le hablaba.

— ¿De qué otros asesinatos estás hablando? —dijo.

Nicolás conocía muy bien a que asesinatos se refería, todos los de las fotografías, pero recordó que ella no sabía nada de las fotos. Y era justamente eso lo que le parecía extraño de la nota que el sospechoso hombre del sombrero le había dejado. Como si ella ya sabía que estaba detrás de una serie de asesinatos.

— ¿No has visto en estos últimos días que muchas personas en Standhol han muerto? ¿O que una serie de atentados han ocurrido?

—Si — se arregló su mechón de pelo azul que tanto le obstaculizaba la vista —. ¿Me estás diciendo que ese hombre, quien sea que sea, tiene que ver algo con todos esos asesinatos?

No le respondió, pero en su sólida mirada le dijo todo. La llenó aún más de miedo y temor, notándose en sus ojos aguados.

— ¿Y AHORA VENDRÁ POR MÍ? —se volvió pálida, más de lo normal. Sus fuerzas la traicionaron, haciendo que se tumbara al suelo de rodillas.

— ¡No! ¡No! Claire, no te pasará nada—también se arrodilló enfrente de ella, para lograr tranquilizarla—.Calma, te ayudaremos—decía un poco inseguro.

Ella alzó su mirada, y sin ninguna palabra, le suplicaba que la ayudara. Pero Nicolás no estaba muy seguro de hacerlo, pues de ayudarle, tendría que contarle todo el rompecabezas en que se han metido, y eso era precisamente lo que no quería que ocurriera.

—Mira Claire, tranquilízate, no te pasará nada, enserio.

— ¿Y cómo me aseguras eso?—suspiró.

—Porque ya hemos ayudado a más gente ¿Si? Estarás bien.

Claire no entendió bien a que se refería con "ya hemos ayudado a más gente". Ella, era tal como Nicolás la había descrito: inocente, en todos los sentidos.

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