Las Fotos Del Tiempo

Capítulo 25: El Final Del Túnel [Parte uno]

El tiempo pasó, así como el miedo en cada uno de ellos.

Durante las siguientes noches Nicolás no podía conciliar el sueño. Se acostaba en su cama, con la certeza de que cuando cerrara sus ojos pudiera salir de su vida, de la pesadilla en que vivía; cerrar los ojos y estar en un mundo en el cual nada hubiera pasado. Pero la realidad es la verdad, y de la verdad no se puede escapar. Así que cada vez se trataba de convencerse a sí mismo de que ya todo había acabado, de que las horripilantes fotografías habían cumplido con su misión, con la misión que el hombre del sombrero le había encomendado a cada uno de ellas. Trataba de convencerse de que Williams regresó a su época, a ese universo temporal como lo llamaba él; y que ya sería reconocido. No trataba de convencerse de que no pasó, porque sí fue así, y nada en su vida fue tan real como lo que vivió en esas últimas semanas. Trataba de convencerse de que sí sucedió, más que ya terminó.

Lastimosamente sus emociones no estaban de acuerdo, entre más pasan los días, más observado se sentía; más inseguro se encontraba. Cuando apagaba la luz de su cuarto para ir a dormir, juraba ver la silueta de un hombre con sombrero parado en la esquina de la habitación, al lado de su armario. Cerraba los ojos y se tapaba con su sabana para esconderse de lo que, él, sabía que no podía huir; como cuando un avión está apunto de estrellarse, es inútil esconderse, de todas maneras la muerte te encontrará y ese era justo el sentimiento de angustia que invadía a Nicolás noche tras noche.

Ya dudaba de lo que debió haber sido mejor, si hubiera sido mejor que el hombre lo matara, o que lo dejara con vida sufriendo tantos tormentos. Un atardecer eso fue justo lo que pensó; que quizás a lo que se refería al decir "a ti te tengo preparado algo mejor" era exactamente ese momento que estaba viviendo. Pensaba que podría ser que ese "a ti te tengo algo mejor" no sería su muerte, no sería a lo que le temía: que Williams regresara para matarlo. Quizá sería que ese "Mejor" era dejarlo viviendo en una pesadilla. Eso es, pensó, Williams terminó la investigación y como no quería deshacerse de él quiso dejarle un legado de tormentos y angustias.

¿Por qué no me mató? le invadía la pregunta, y es que Williams debió matarlo o simplemente no contarle su plan. Pero lo hizo, y todo ese tiempo el hombre lo quería vivo. Jamás lo mató por obtener información, por el contrario entre más información Nicolás tenía, más feliz el hombre se sentía. Podía ser, pensaba, que durante esas semanas él lo protegió, para no permitir que nada le pasara, tampoco atentó contra su vida ¿Porque me quería vivo? Ya descifró el porqué; quería que su vida quedará marcada temiendo a que él volviera.

¡Pero falta una fotografía! El Recuerdo aún seguía en él. El rollo que encontró tenía catorce imágenes, y él tan sólo presenció trece. Faltaba una, la colección no estaba completa; y eso era justo lo que le preocupaba. No sabía donde ocurriría, ni a qué horas, ni quién moriría, pero después de descifrar el posible plan que había inventado, sobre qué Williams no lo mató para que se hundiera en sus miedos y terminara en un Hospital Mental, se fue calmando.

Pensó que quizás Williams robó esa foto de su casa para que él se inquietara que le faltaba una, y que esa última sería su propia muerte. Pero no había ni un solo rastro de la foto, ni del hombre, así que la foto, imaginaba que ya ocurrió. Que podría haber ocurrido antes de todo. Recordó el plan que Williams le contó en aquel edificio; que mató a su hija y a todo lo que la rodeaba. Entonces mató a su hija, ¡eso es! Olivia era la última fotografía, la número catorce o la número uno. Se inventó todo eso para que sus miedos disminuyeran, para convencerse a sí mismo de que el hombre no volvería por su venganza, y al parecer su terapia le funcionó. No volvió a preocuparse, los miedos, con el paso del tiempo se le fueron desapareciendo.