Bajé la mirada para ver los brazos de Kalevi sosteniendome fuertemente, volví a subir la mirada a la altura de mi hombro, cuando sentí un beso en mi mejilla de Kalevi.
¿Cómo diablos, aveces Kalevi era tan dulce?
Ni siquiera entendía lo que Kalevi quería, si realmente me amaba o solo me usaba. Aunque no quería negarle ese acojedor abrazo, no podía dejar que esto pasará aun más lejos,
Giré de nuevo mi cuepo para encontrarme cara a cara con Kalevi, el acarió mi mejilla e hiso una pequeña sonrisa hacía mi, me jaló fuertemente hacía a él, pero esta vez no me beso, si no que me dió otro fuerte abrazo y se lo devolví.
Kalevi, me preguntó dulcemente, que era lo que pasaba por mi mente cada vez que lo besaba y no sabía si decirle o no. Comencé a dudar acerca de decirlo o no y de pronto él se aparto de mi, se bajó de su cama y fue directo hacia un pequeño mueble donde tenía un toca discos antiguo, puso un disco de acetato y cuando comenzó a sonar la música el empezó a bailar un poco lento al ritmo del disco de The doors, él y yo disfrutabamos ese disco apasionadamente, giró hacía a mi y me extendió su mano para que bailara con él.
Me daba mucha risa ver a Kalevi bailando de esa forma que comencé a reir. Sentí un jalón a mi cintura y sin darme cuenta ya estaba bailando con Kalevi.
No podía dejar de reír y Kalevi tampoco, pareciera como si estubieras en una clase de trance, no pensaba en mis problemas y creo que Kalevi tampoco.
Era un comienzo perfecto, ya que después de toda la mala suerte que tuve hace pocas horas, por fin se estaba componiendo, era increible, no había sentido todo esto en tan poco tiempo.
Canción por canción, Kalevi y yo cantabamos y bailabamos, hasta que se escucharon unos golpes en la puerta. Kalevi y yo nos mirámos mientras reíamos, fue a quitar la aguja del disco y fue a abrir la puerta.
Una señora de unos cuarenta y tantos, estaba parada en la puerta bastante frustada.
Kalevi, la conocía, era la dueña de la casa de alado, nos dijo que una mala manera que no podía dormir por todo el ruído que estabamos haciendo y de cierta forma, comenzó a gritarle a Kalevi, sin ninguna otra razón.
Kalevi, solo quería reír, pero cuando sacó el tema de sus padres, Kalevi, se enojó demasiado y le contestó fuerte para que se fuera y dejara de molestar, después, le cerró la puerta en la cara y pasó a un lado de mi bastante frustrado.
Lo miré detenidamente mientras se encaminaba a su cocina y sacaba de la alacena una botella de whiskey, no me dirigió la palabra a ese lpaso, pero yo sentía que tenía que decirle algo, es decir, él estuvo conmigo un poco de tiempo y tenía que recompensarlo.
Fuí directo hacia Kalevi, cuando se estaba sirviendo su whiskey y antes de que se lo llevara a la boca, lo abrace por su espalda fuertemente, sentí como él bajaba su brazo para dejar su pequeño vaso infestado con whiskey, cuando dejo el vaso, puso una de sus manos sobre las mías. podía sentir la respiración de Kalevi y como se estaba relajando poco a poco.
Kalevi, giró su cuerpo para encontrarnos cara y cara, acarició mis mejillas y me sonrió, le devolví la sonrisa y me dió un beso en la frente, me dió un abrazo y después dijo que estaba harto de vivir en Helsiki y quería irse lo más lejos posible. No sabía con exactitud, por que esque Kalevi, estaba tan decidido en irse,pero, reaccioné cuando dijo que yo iría con él, digo , ¿cómo me iba a ir con Kalevi si apenas había llegado? ¿ a donde ? sólo por empezar.
Miré a Kalevi y le pregunté si era enserio y aun que soltó una leve risa al ver mi expresión, él dijo seriamente que era verdad.
No sabía que contestarle me quede impactada con la idea acerca de escapar de Helsinki, ¿qué haría?.
Kalevi, al verme, me dijo que si no quería no habría níngun problema, pero él quería que fuera con él.
Suspire fuertemente, tomé las manos de Kalevi y le dije lo que en verdad estaba sucediendo, mis ideas sobre su pensamiento, Kalevi no se disgustó, pero se puso muy triste después de lo que le dije, pues pensaba que yo iría con él.
Sentía que no tenía nada más que hablar con Kalevi y cuando iba a marcharme, recordé que no tenía las llaves de mi puerta y tendría que entrar por la ventana, al recordárselo a Kalevi, él froto sus ojos con sus manos y bostezo tratando de decirme que la ventana estaba bloqueada por un fierro que había colocado para que nadie entrarara por ahí.
¿Cómo entraría?, no lo sé, me quede mirando a Kalevi, unos segundos y le dije que entonces él me diera una solución y lo que dijo fue que me quedará en su departamento y mañana llamarían a alguien para que abrieran la puerta de una forma u otra.
No me agraba mucho la idea de quedarme con Kalevi toda la noche, pero, no tenía a donde ir y acepte.
Kalevi, me prestó una pijama de él de color azul que por cierto, me quedaba no muy grande, pero sí estaba grande para mí, me arregló el sillón- cama, que tenía y me dijo que pasara una buena noche.
Traté de acomodarme en el sillón de Kalevi, pero él, no dejaba de pasar una y otra vez por esa zona, preguntando cosas y haciendose el gracioso, que en verdad si lo era, era bastante gracioso, pues pasaba cantando y bailando una y otra vez, le decía que quería dormir pero a él no le importaba, tenía más energia que un niño pequeño con el azúcar hasta arriba por haber comido toda una bolsa de dulces entera, de verdad, nunca lo había visto tan alegre, era increíble, solo me reía de él y cuando comenzó a cantar canciones mexicanas, parecia el traductor, pues trataba de hacer los intentos por hablarlo, pero no podía lograrlo y gritaba la canción a todo pulmón, en ese momento yo me decia a mi mísma que tenía que grabar esa escena, no sentí cuando Kalevi estaba encima de mi y me dió un beso.
Me he dado cuenta que soy demasiado despistada, siempre que pasa algo con Kalevi, nunca me doy cuenta con lo que paso un poco antes, tengo que estar más atenta a los movimientos de Kalevi, pues si seguimos así no se a donde llegaremos.
Me estaba besando con Kalevi y mi corazón latía mil por hora y de nuevo mi chismosa conciéncia decia "ESTAS MAL, ENTIÉNDELO DE UNA BUENA VEZ", pero yo, no le hacía caso, yo quería ese momento, pero el destino no lo quería así, de nuevo sono la puerta y ambos pensamos en que no abriríamos la puerta, pero los golpes se hacían cada vez más fuertes en la puerta, fue cuando Kalevi, me dejó sola y se dirigió a la puerta para ver quien era.
Pesaba que era Michael enfadado, pero al ver que Kalevi al abrir la puerta y decir "Oye, espera vete" y le metiera un puñetazo en la cara de tal manera que se callera al piso, me espanté demasiado que me metí debajo de la cama de Kalevi, no sabía quienes eran esas personas ni que querían, entraron al cuarto de Kalevi y comenzaron a buscar por algo en sus muebles, giré mi cabeza al ver que mi bolso estaba cerca y sin que me vieran, saqué mi mano de la cama y tomé el bolso lo más rápido posible.
Eran tres tipos gigantescos como gorillas, eran enormes y fuertes, obviamente se metían esteróides para los músculos, uno de ellos estaba tatuado de un brazo y los otros dos llevaban pulseras de picos, podía ver sus enormes botas negras pasar cerca de la cama y mi visión se enfocó en la figura de Kalevi tirada en el suelo, inmovil, estaba inconsciente era obvio, pero no sabía si es que él estaba bien.
Cuando pensaba que mi día había mejorado, había empeorado, ¿Quiénes era esas personas que había atacado a Kalevi y estaban sacando dinero de sus cajones? Además, los conocía, tal vez les debía dinero, o tal vez no.
Los tres personajes incógnitos, comenzarón a hablar, pero no se llevaron nada de las cosas de Kalevi, solo se dirigieron a la puerta, la cerraron y se fueron.
Esperé a que los pasos en la escalera ya no se escucharán más y salí por debajo de la cama de Kalevi hasta llegar a él, para ver si es que estaba bien.
Me senté y recosté su cabeza sobre mis piernas, comencé a darle pequeñas bofetadas para que reaccionara, pero no simplemente, no despertaba, tomé su pulso y estaba completamente inconsciente, llamé a emergencias diciendo que alguien había golpeado fuertemente a Kalevi en la cara y que ahora estaba inconsciente y no reaccionaba, me dijeron que me calmará y le diera a oler alcohol en lo que ellos llegaban.
Colgué, moví un poco la cabeza de Kalevi y fui directo a buscar el alcohol, no sabía donde lo tenía, no sabía donde buscarlo y además no quería dejar solo a Kalevi,
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ESTAMOS MAL
FantasiMi vida, nunca fue buena y cuando lo comenzó a ser, cosas sumamente extrañas comenzaron a pasar, sin pies ni cabeza y menos una explicación lógica, simplemente podía decir "Estámos Mal"