Confusión

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Darien está en la elegante oficina de su abogado el señor Sousa Vidal. Su rostro de rasgos muy definidos y expresión tensa haría pensar a cualquiera que discuten asuntos de vida o muerte pero en realidad el simplemente desahoga su frustración con el hombre que lo ha visto crecer y con quien comparte una conexión comparable a la de padre e hijo.

— Han pasado quince años Sousa, exactamente quince años desde que esa mujer y yo nos separamos. Me parece increíble que todo siga igual ¿Cuando me dejaran tranquilo?

Que te puedo decir Darien, la historia del joven adinerado engañado por una lagartona se ha convertido en todo un clásico en nuestro circulo.

— Es el colmo salir en cada escándalo que la involucra. Mira esto —exclama mientras lanza con repudio el periódico hacia el frente del escritorio de roble—Otro descarado articulo donde se expone mi vida privada a todos. Incluso mencionan el nombre de mi empresa debería demandarlos.

Sería una total pérdida de tiempo. El negocio del periodismo impreso está muerto y es la única forma que tienen de vender. Haciendo escándalos e iniciando controversias. — dice el venerable señor quitándose los lentes y limpiándolos con el borde de su chaqueta, detuvo la acción con el único propósito de mirar fijamente a Darien con sus ojos enmarcados en sus tupidas cejas —Aunque debes admitirlo, el hecho de nunca volver a ser visto en compañía de una mujer te hace ver cómo un resentido que no la supera.

Ja, hace mucho que la supere pero es que el odio que siento por ella sigue tan fresco como el primer día y sabes más que nadie que con esa mala experiencia he quedado con un mal sabor. No necesito a ninguna otra cuyo único propósito sea acercarse a mí con vulgares artimañas. 

Bueno, al menos consigue a una para que los rumores de que sigues obsesionado con Angelina acaben de una vez por todas y la mala racha termine este año.

El consejo no le agrada a Darien pero se mantiene en silencio. Solo observa con detenimiento  a Sousa y la idea de que los años no pasan en vano cruza por su mente al ver la pancita y las arrugas alrededor de los ojos de quien ha sido su mentor en asuntos privados y financieros durante toda su vida.

— Esta bien, lo pensaré. Ahora debo  retirarme tengo una jaqueca terrible y este reportaje solo vino a agravar mi situación.

Darien, quiero que continúes inquebrantable como siempre. Solo siendo regio se logra sobrevivir en esta jungla de cemento.

Se levanta de la silla y comienza a caminar dejando ver que cojea ligeramente del pie izquierdo. Al ser alto y tener un porte imponente ese detalle pasa a segundo plano.

Mientras abre la puerta observa como la secretaria de Sousa retrocede con el objetivo de quedar escondida en uno de los rincones del pasillo. A decir verdad es plenamente consciente de tener ese efecto en los subalternos. Ya está por demás acostumbrado a ver el miedo en el rostro de sus empleados pero conseguir que igualmente los de sus colaboradores le evitarán con tanto ahínco causa verdadera satisfacción en él. La suficiente para hacer que sonría a medias por unos pocos segundos.

Más tarde ese mismo día...

Recorre el trayecto habitual con destino a su hogar en la carretera a una velocidad prudente en compañía de su servicial chófer quien maneja concentrado en completo silencio pero este se rompe con las demandantes palabras de Darien.

— Necesito una Advil y la necesito ahora. Detenté en el primer centro que veas. — ellos encuentran una plaza comercial casi al instante.

La Novia Del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora