Todos tienen cierta rutina en su vida y Darién no era la excepción. Siempre se levantaba muy temprano aunque no tuviera que salir de su casa. Su cuerpo estaba acostumbrado a tal punto que no necesitaba el sonido de un despertador. A cierta hora despertaba de manera automática. Por lo mismo ya estaba listo para desayunar a las siete aunque era domingo. Abrió la ventana de la habitación y al ver al exterior comprobó que era un bello día para correr por los alrededores. Probablemente lo haría después de comer algo ligero. Llevaba ropa cómoda y se secaba el cabello mojado con la toalla sin mucho éxito, ya era tiempo de un corte de pelo. Dejó la toalla sobre la cama y abrió la puerta para ir al comedor cuando...
— ¡SORPRESA!— Carmen Y Luna lo cubrieron de confeti de manera abundante. Una se lo lanzó a la cara tan estrepitosamente que apenas pudo cerrar sus ojos y la otra justo en su cabello. Darién estaba en silencio recordando que era la conmemoración de su nacimiento Y estupefacto por lo que acababa de pasar se sacudía el confeti con ambas manos.
— ¡Vamos Carmen La foto!—En aquel instante Luna se acercó y lo rodeo con su brazo derecho justo en el momento en que Carmen casi tan alegre como la joven que lo abrazaba enfoca una cámara frente a ellos tomando una serie de fotografías. Cuando se acabaron los flashes Luna se separó para tomar la cámara y evaluarlas colocándose de manera en que él también las observa.
— Mira Darién tu expresión. No te lo esperabas. Aún así has quedado muy bien, eres fotogénico.
— ¿Por qué?
—Porque es tu cumpleaños.
— No, me pregunto porque a mi. —Darién actuaba con mucha calma a pesar de que no había sido una sorpresa de su agrado pero Luna estaba tan entusiasta que lo dejó pasar.
— Aquí tienes de mí para ti. — Luna le entregó un paquete con un envoltorio color vino y un gran lazo blanco.
—No debiste molestarte— Estaba intrigado en saber que eligió. Incluso rompía aquel papel con cierta ilusión. Para luego quedar desconcertado — Es un libro para niños.
— Es El Principito, para que tengas presente que fuiste un niño. — Ella busco una mejor respuesta no era un ejemplar cualquiera. Lo había comprado a los dieciséis con su primer salario. Estaba muy bien conservado y tenía un gran valor sentimental para ella. —Trata de temas complejos que solo un adulto puede digerir y hay un personaje que me recuerda mucho a ti.
— Lo leí una vez Luna pero fue hace tantos años. —Hizo un esfuerzo para encontrar en su mente aquel argumento y personajes— Lo tengo crees que soy similar al zorro y tu serias la persona a la que tuvo que acostumbrarse porque se convierte en alguien especial.
— Suena muy bonito pero no. Eres como aquella rosa vanidosa y orgullosa que toce para esconder sus desaciertos.
—No me causa gracia yo no soy así.
—Solo bromeo. Con la verdad pero una broma al fin y al cabo. Si entiendes ese libro verás mi manera de ver la vida. La perspectiva de una mente inocente suele ser la más pura y feliz. Quiero que sepas que solo es la mitad del regalo falta algo más en la tarde. No te preocupes no será nada extremo debido a que quiero que continúes de buen ánimo.
—Contigo no hay días iguales Luna.
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Darién se veía claramente inquieto. Era más que conocido por el que Luna llegaba a ser más que volátil en ciertas situaciones. Hoy irradiaba felicidad y llenaba un vestidito amarillo que la hacía ver un poco aniñada.
—Relájate Darién es un día especial sin reglas solo diversión. Dame tu teléfono— Cuando él sacó el teléfono de su blazer azul celeste para entregárselo Luna lo conecto a un cable USB abrió el reproductor de música pulsando play a una canción al azar era de OneRepublic.
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La Novia Del Jefe
RomansaCansado de estar bajo la sombra de los rumores, Darien Fernández busca una forma de dejar su pasado atrás. Irónicamente se encuentra con Luna Sarandi una mujer bastante peculiar que representa para el a quien más odia pero el querrá utilizar este...