La Novia Del Jefe

Distancia Conveniente

 Perez entraba el  equipaje en el baúl del auto. Darien y Luna estaban enfrente de la casa. Esa noche  tomaría un avión  a Londres. El esperaba una cálida despedida propia de Luna mientras esta se mantenía silente. 

-Entonces Luna...hasta pronto.

-Adiós. - Las despedidas no eran su especialidad realmente las odiaba. Así que lo tomo como si Darien fuera a la oficina a horas inadecuadas.

-¿Solo eso dirás?-Ella no pudo evitar darle de su propia medicina. Aunque con enfoque divertido.

-Que esperabas un desfile de despedida porque te vas una semana.

-Muy graciosa Sarandy. Solo espero que cuides bien de la casa.-  Luna se vio en la necesidad de repetir como si fuera una grabadora los encargos de Darién.

-Así será. También supervisare la entrega de los fondos de los niños que patrocinas como me dijiste. No te preocupes. Ve tranquilo.

-Bueno...adiós- Darien no se movió un milímetro. Miraba a Luna emocionado como el que espera un regalo pero ella solo sacudió su mano en señal de adiós. El pestañeo varias veces incrédulo de la manera tan fría en la que ella se comportaba. Cuando Pérez le comentó que debido al tránsito deben irse para que  no perdiera el avión le dio otra oportunidad a Luna para dar una de esas muestras de afecto que el consideraba innecesarias. Nada.  Finalmente Darien se aproximo anhelante le dio un fuerte abrazo y un beso rápido en la mejilla y entro en el auto. Ella sonreía ante la iniciativa de Darién.  

Solo bastaron dos días para que Luna no encontrará lugar en la casa. Ni siquiera disfrutaba de tener la música a todo volumen. No tenía sentido si el no estaba  para quejarse. Era peor a la hora de la cena. Se sentía extremadamente sola e infeliz. Comenzó a salir con Melissa pero eso no evitaba que lo siguiera extrañando. Darién era pésimo para los mensajes solo contestando con Monosílabos y mostraba poco interés en llamarla. Tal vez era por la diferencia en el horario o debido a lo ocupado que estaba. No hay excusas  debió buscar la manera. ¿Como era que Darien vivía solo en esa casa tan grande?  Se sentía mucho mejor cuando hablaba con Carmen.  Aunque siempre terminaba en su habitación mirando el techo y pensando en el.

<<< ¿Qué estarás haciendo? te extraño, esta casa es tan aburrida ahora que no estas. Mi mente debe estar fallando que solamente sabe de ti. Comienzo a parecer tan patética>>>

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Darien  consideraba a Londres como una ciudad global donde el espíritu comercial de sus colaboradores era aún mayor que el suyo. Una lastima no poder visitar los centros de arte. El recordó a una alegre joven que disfrutaría mucho de pasear por los alrededores pero no era el momento de hacer ese tipo de observaciones. Aunque tenía la agenda más que ocupada no podía dejar la ciudad sin pasar al establecimiento de su diseñador favorito. Mientras selecciona las prendas  más adecuadas a sus gustos. Fija sus ojos en una joven londinense con piel de marfil y ojos azul cielo. La nerviosa joven era dependienta de la boutique. Al ver que un hombre de porte tan  varonil y con rasgos tan atractivos la miraba de aquella manera sin siquiera disimular no hizo más que sonrojarse. El de pronto dejó al hombre que lo atendía y se acercó a ella. Cuando estuvo cerca casi se derrite ante esos ojos avellanas que la miraban. 

-Disculpe tal vez sea una pregunta extraña pero usted quisiera......

-¡Si! Lo siento  no lo he dejado  terminar.

-Bien. ¿Quisiera probarse ese vestido? Es que usted tiene las misma medidas  de una dama a la que quiero ver en ese vestido. Si no es mucha molestia.- La mujer decepcionada y un poco apenada acepto.

Mas tarde Darien se preparaba para dormir  y no pudo evitar centrar la atención en el vestido que estaba colgado en el armario de la habitación del hotel. Mas que pensar en lo hermosa que estaría Luna en el  se esmeraba en imaginar la reacción de ella al recibirlo. De repente contrariado se sentó en la cama y comenzó un debate interno entre su cabeza y su corazón. Cerró sus ojos y se esforzó por imaginar a Luna a su lado. Casi sentía que ella si estaba ahí.