Cohete A Marte

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En la sala de juntas se discutían asuntos de suma importancia para la Compañía. Frente a una mesa rectangular colocada al fondo para mayor visibilidad estaban sentados Darien y sus colaboradores. Los expositores se apoyaban con los equipos de audiovisuales. También lo usaron esa tarde pero hace tres horas que habían apagado el proyector y seguían discutiendo las desventajas impositivas que debían asumir al expandirse internacionalmente. Habían logrado su objetivo y Fernández Company era líder a nivel nacional pero por que detenerse. Nuevos premios, nuevas metas. Así pensaba pero su director de desarrollo no estaba de acuerdo y buscaba todas las maneras posibles de impedir que su jefe tomara ese riesgo. No estaban solos, era una junta general donde estaba Sousa quien era el único que debatía con el director dubitativo. A su lado Abril anotando toda la información que creía relevante. Jeremy prestaba atención pero se mantenía en silencio y Leonela quien trataba de mantenerse despierta encarecidamente en medio de la reunión unas veces frotando sus adormilados ojos con las manos otras cubriendo sus bostezos con una carpeta. Hasta que Darién mirando su reloj llego al limite.

— Licenciado encuentro fascinante su manera de querer convencerme de dar un paso atrás pero son casi las ocho y pienso lo mismo que al comienzo de la reunión y hace dos horas que ha terminado la jornada laboral.— Todos los ojos se situaron hacia Darién. —Le daré un consejo búsquese una vida, encuéntrela y vívala.

— Mis disculpas señor Fernández.—Darién dio un cansado suspiro y se levanto de su asiento. Leonela abrió la boca sorprendida. Jeremy toco con sutiliza la barbilla cerrándola.

 — Me esperan en casa, para mi esta reunión llego a su fin.-Añadió y continúo dirigiéndose al abogado mientras todos salían.—  Acompáñame Sousa hace días que Luna quiere que cenemos juntos.

— Me parece excelente. Ahora mismo llamo a mi esposa para que no me  espere y nos vamos.


***

Horas antes una atónita Luna Sarandí leía aquel documento en sus manos por décima cuarta vez y vislumbro que aunque lo leyera mil veces más siempre estarían escritas las palabras con el mismo significado. Arrugo la frente se paro de la silla y comenzó la lucha sin cuartel contra Darién con su vil y desconfiada manera de actuar. Hasta que apareció aquella a la cual soborno y distrajo cada vez que por su mente paso la premisa de que era incorrecto fingir ser una pareja. Su conciencia.

"Así que desconfía de ti y exigirá que sigas normas y pautas trazadas por el ¿Acaso no te pago una suma bastante elevada para hacerlo?"

— Si, pero eso ha sido al principio y necesitaba...

— "¿Por que creer en ti? Los unió el hecho de que te pareces a la mujer que lo engaño" 

— Se podría decir que si pero...

— "Afróntalo lo han arruinado todo. Es el precio de sus mentiras es un engañoso amor. Tus acciones te preceden y el jamás te vera digna de su autentico respeto."

Llorosa y aturdida llego a su habitación. Sentía una gran decepción, le amaba incondicionalmente  pero nunca obtendría sentimientos recíprocos, ni siquiera un mínimo de respeto. Al final de cuentas el siempre estará lleno de sospechas y  resentimiento. Su debate interno se extendió toda esa tarde pero para que entrar en detalles.

 La conclusión fue que  habia tomado camino equivocado al dejarse llevar por su lado codicioso y desesperado. Ahora se arrepentía y debía pagar las consecuencias de sus actos. Por otro lado (el mas radical y enfurecido) Darién era un infame y pensar en seguir a su lado bajo esas condiciones no estaba en sus planes. Estaba realmente devastada porque lo amaba profundamente. Acostada sobre el suelo de su habitación mirando el borroso techo por las lagrimas que brotaban de sus ojos. La decisión estaba tomada.

La Novia Del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora