Conociendo a Darien I

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— Cobarde.—  Luna le hablaba a la foto de Darien que estaba en el estudio. Era martes y desde aquel disentimiento no ha hecho más que evitarla sin disimularlo siquiera. Se iba cuando ella no había despertado y regresaba a altas horas de la noche cuando se encontraba dormida. La señora Carmen se lo confirmaba cada vez que lo preguntaba. Luna tenía demasiadas cosas que hacer en la universidad como para andar detrás de Darién. Pero ese día lo tenía libre así que lo aprovecharía. Todavía miraba al fascinante hombre de la foto.—  Sabes tienes muchos conflictos internos, tal vez eso es lo que te hace interesante. Como una caja fuerte y tus sentimientos y secretos es lo que hay adentro. Ya que no estás dispuesto revelarme tus misterios lo averiguare de otra manera.

***

Luna se encontraba en el bufete de abogados. Luego de unos cuantos rodeos llegó al punto.

— Señor Sousa ya que estamos en confianza y ambos nos preocupamos por el bienestar y salud mental de nuestro queridisimo Darién debería facilitarme los detalles de su pasado escabroso. Siendo más específica hablo de toda la historia detrás de su rompimiento con Angelina. — el abogado puso cara de espanto y comenzó a toser suavemente al principio pero pronto llegó a hacerlo exageradamente.

— Hoy tengo una agenda muy ocupada Luna así que por favor dejemos esto para después. — se levantó de la silla a toda prisa y le abrió la puerta de la oficina.

Mas tarde caminaba por la ciudad envuelta en sus pensamientos.

"El abogado no está muy cooperador el día de  hoy"  Debía buscar un método más sutil  y  sabía de otra persona que conocía muy a fondo la vida de Darien.

***

— ¿Carmen como era Darien de niño?— a la digna señora se le ilumina el rostro al parecer le llegaron recuerdos muy bellos.

—  Era un niño precioso de mejillas sonrosadas y ojos vivaces, también muy aplicado siempre sacaba las mejores calificaciones. Su madre que en paz descanse lo adoraba. Nunca he vuelto a ver una relación de madre e hijo tan armoniosa como la de ellos.— Luna escuchaba con mucha atención pues no sabía nada de los padres de Darien. Tal vez hoy no conocería la historia completa pero cualquier información servirá.

— ¿Entonces la madre de Darien falleció? — Había compartido tanto tiempo con el y no sabia que era huérfano como ella. Era reservado llegando a límites insospechados.

— Asi es, hace más o menos quince años. Aún recuerdo lo ocurrido como si fuera ayer. Días difíciles para todos nosotros.— la señora dejo a un lado los vegetales que cortaba y miró en la dirección donde estaba Luna con el semblente apagado y sus ojos al borde de las lágrimas — Tuvieron un terrible accidente. Siendo más precisa un camión los embistió. La señora Miosotis murió al instante y el joven quedó en estado crítico. Casi pierde la pierna pero después de muchas cirugías todo mejoró y solo faltaba una para quedar completamente bien pero el dijo que no volvería entrar a un quirófano.

— Siéntese junto a mi Carmen y prosiga.— dijo Luna con voz afable después que acerco una silla para que la señora esté más cómoda y relajada.  

— Bueno, Don Agustín y el joven nunca se llevaron muy bien que digamos. Lo único que los unía era la señora Miosotis pero al morir casi no se hablaban. Quizás por eso nuestro joven se volvió más introvertido, malhumorado y hasta un poco sombrío. Un día llegó con una mujer unos años mayor. Al Don no le agrado ni un poquito. De inmediato le pareció una arribista y le dijo a su hijo que si seguía con ella lo iba a desheredar. Ese día tuvieron una fuerte discusión. Los gritos de ambos se escucharon por toda la casa. Creo que lo retó para seguir con la novia. Lo más escandaloso vino tiempo despues cuando nos enteramos de...

Darien se vio en la necesidad de regresar a la casa en busca de unos documentos que había olvidado en la caja fuerte llegando justo cuando Luna y Carmen estaban en medio de la conversación. Cuando escuchó de lo que hablaban se paró detrás de ellas y al dar las buenas tardes. Ambas saltaron del susto. Carmen huyó rápidamente al jardín pero Luna permaneció junto a el.

— Deja de estar de chismosa con mis empleados.— El estaba indignado.

— De alguna forma me tengo que enterar ya que tu no cooperas.

— Estoy harto de decirte que tanto mi vida privada como mis sentimientos no son tus asuntos.—  A los ojos de de el todos los atributos de Luna comenzaron a desaparecer ante su terquedad.

— Por supuesto que sí ¿Por que otra razón estoy aquí?  De que sirve que el mundo piense que lo has superado si en tu interior todo sigue igual.  Además no me voy a quedar muerta de la curiosidad por tus misterios.

— Sarandí mi vida no es un misterio que resolver y tu no eres una detective. No me convertiré en el tema de tus horas de ocio. Te lo he prohibido antes y continuas haciéndolo. Al parecer no te ha quedado claro tu papel de subordinada. Estás despedida.

— ¿¡Que!?

— Lo que acabas de escuchar. No necesito a una periodista en mi casa importunando mi preciada paz. Te he soportado muchas cosas pero ya he llegado a mi límite. Lo diré mas despacio para que  comprendas mejor. Estás des-pe-di-da. — Darien salió.

Al llegar a su oficina se sentó y con la cabeza fría meditaba "Tal vez me precipite. No, ha sido una buena decisión. No puedo tener a una mujer así revoloteando en mi casa,  empresa, en mi cabeza y en mi cora...espera que iba a decir".

— Al llegar a su casa reinaba el silencio. Darien vio que Luna se había marchado y era lo mejor después de todo. No le pregunto a Carmen acerca de la partida de Luna. Comió en silencio sin remordimiento ni arrepentimiento alguno. Luego de comer se sintió un poco melancólico sin entender la razón. Revisó sus emails en la tablet y al terminar de ver las noticias de economía subió para descansar en su habitación. Escucho unos ruidos provenientes del gimnasio y se encontró con Luna en ropa deportiva corriendo en una de las máquinas.

— ¿Qué haces aquí? te despedí hace unas horas.—  El habló en un tono neutral. Ignoro la sensación de alivio que sentía en su corazón.

— Ah si el despido. No me lo tomé muy en serio. Parecías muy alterado y pensé que las palabras fueron producto de la furia.—  Luna siguió en lo suyo dejándolo en shock por la desfachatez de ella. Darien dio la vuelta todavía sintiéndose embaucado y resignado a la vez. El podía seguir la corriente y hacer como si nada paso. Hasta que se paró en seco y recobró sus sentidos.

— Espera un momento necesito que te quede claro que no tienes mi permiso para investigarme con mis empleados.

—  No voy a detenerme hasta saciar mis deseos de saber la verdad y al menos que me lo digas tú seguiré indagando. Llegaré hasta donde la misma Angelina de ser necesario.

— No te atreverías.

— Como se nota que no me conoces.— El observo en sus ojos algo que el conocía muy bien perseverancia y valentía. Virtudes que lo habían ayudado a sobrevivir los peores momentos.

— Dame tu palabra de que no seguirás revolviendo este estanque cuando te cuente.

—  Te lo aseguró. —  ella estaba emocionada.  No podía creer  que Darien al fin la complacería.

— ¿Que quiere saber?

— Todo lo que pueda a contar.— El dio un largo suspiro.

— Vamos al estudio.

La Novia Del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora