Acompañame

18.2K 1.2K 46
                                    

Todo era armoniosa paz y tranquilidad en la Mansión Fernandez. Darien llevaba toda la tarde encerrado en el estudio analizando unos informes financieros quitándole a Luna el placer agridulce de su compañía. Le pareció una buena idea llevarle algo para merendar. Con el propósito de ser como un oasis en medio del desierto. Subía las escaleras y sostenía una bandeja con mucho cuidado de no derramar lo que llevaba en ella.

— ¡Hora del té!— Darien se alegró de ver a Luna pero lo disimulo demasiado bien.

— Muchas gracias lo puedes dejar ahí.

— ¿Solo eso dirás?

— Dije gracias. Esperabas que te hiciera un monumento por traer un té.

— No esperaba nada pero... mira traje dos tazas, te acompañaré. — Mientras comían sus galletas y bebían té con jengibre ambos estaban cómodos. El compartir ese pequeño momento era tan agradable que Darien se preguntaba cómo había llegado a ese punto. Donde sentía que esa mujer que estaba frente a el ya era parte importante de su vida. Lo más sorprendente es que aquel descubrimiento no le asustaba. Luna robó su confianza y su estima pero el no planeaba decírselo ni tampoco demostrarlo al menos no conscientemente. Por otra parte la incertidumbre de que era una mujer completa en todo el sentido de la palabra lo invadía. Tenía su respeto además de que le atrae mucho físicamente  ¿Que tan difícil seria enamorarse de ella si es que no lo estaba ya? Salio de su limbo al escuchar a Luna.

— Darien, verdaderamente te apasiona tu trabajo. Le dedicas tanto tiempo y energías. Desearía tener algo que me haga sentir así.

— Tienes tus estudios, si te has empeñado tanto en continuar durante siete años es porque deseas ser una administradora.

— Eso también pensaba yo antes de conocerte y tener un vistazo del mundo empresarial. Ahora me parece un entorno muy frío e injusto. No creo que yo me acople a los objetivos que quiere alcanzar una gran compañía.

—Si, la verdad es que puedes ser muy exitosa por tu don con las personas pero si eres infeliz no te servirá de nada. Esa es tu filosofía y comienzo a entenderla ...

— Pero ya es demasiado tarde para plantearse otros horizontes y desviarse a otro camino cuando he invertido siete años.

— Estas respirando ¿Cierto? Entonces todavía no es tarde. Piensalo Luna, debes encontrar algo que se ajuste a tus atributos y seas feliz viviendo de ello. — Ella recibió esas palabras con aprecio. Ver el lado bueno de Darién la hacía feliz y le daba la valentía para continuar.

— Darien El abogado me facilitó pases de estadía y te quiero obsequiar uno. Es para un fin de semana en un centro turístico en Costa Azul. Sousa me dijo que piensan invertir en ese lugar pero antes necesita confirmar si es tan bueno como dicen y recibir la opinión de gente con criterio.

— Que te valla bien. Como puedes ver soy un hombre demasiado ocupado Luna. No cuento con tiempo libre para el ocio a diferencia de ti.

— Y pensar que tuve que insistir para que me diera uno más. El me advirtió que te negarías a venir. Bueno, supongo que te conoce más que yo. — Luna sintió decepción pero se recuperó rápidamente. Se obligó a recordar que había aceptado a Darien con defectos y virtudes.

— Sinceramente espero que disfrutes y te diviertas mucho Luna. Estás en buenas manos, Sousa cuidará de ti aunque te aseguro que se la pasara haciendo negocios todo el fin de semana .

— Supongo que eso hará. Al menos cuento con Jeremy para hacerme compañía.

— ¡Piensas darle mi pase a Jeremy Jones!—  Darien se encontraba indignado y herido al verse tan fácilmente reemplazable.

— No, el abogado le dio el suyo. Te digo que quiere la opinión de gente de confianza para decidir si va a invertir su dinero. Nunca escuchas cuando te hablo. — Darien comienza a inquietarse y Luna se termina sus galletas sin percatarse de sus reacciones.

— Ahora que lo pienso detenidamente Luna me parece pésima toda esta idea de un viaje. Los peligros que aparecen en lugares como esos son temibles. Imagina, te puedes quemar con el sol o ahogarte en algún lago.— fue muy dramático al decirlo con fingido gesto de preocupación.

— No seas tan trágico y exagerado. Usaré protector solar y sé nadar. Además aunque no lo necesite pues he vivido sola ocho años en donde solo Dios me ha protegido estaré bien resguardada por personas de alta confianza como tu bien dijiste. Es gratis y nunca tengo este tipo de oportunidades recreativas en retiros paradisíacos así que la aprovecharé.

Una imagen llegó a la cabeza de Darien. 

Jeremy Jones junto a Luna jugando y correteando divertidos en la orilla del Lago. Luego sumergidos plácidamente en aquella agua cristalina mientras el abogado está encerrado en la habitación a mitad de una vídeo conferencia. Su ejecutivo junior y su novia falsa mirando emocionados un romántico atardecer debajo del cielo despejado. Hablan de lo grandioso que es estar allí y el viento juega con la hermosa cabellera de Luna combinada con su piel dorada por el sol. De repente sus manos chocan accidentalmente y Luna enfoca sus ojos oscuros en los azules de Jeremy que se desvían para observar con devoción sus labios. Una pequeña risa de nervios sale de ambos. Se miran fijamente a los ojos y acercan sus rostros lentamente...

— Te acompañaré Luna, ya que insistes. — dijo Darien todavía contrariado por lo que imagino.

— ¿¡ De verdad !? ¡Es maravilloso!—  Ella se iba a acercar saltando un poco para abrazarlo pero su mirada de *no lo hagas* se lo impide. Así que recogió la bandeja con las tazas y salió casi bailando del cuarto repleto de libros.

La Novia Del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora