La Novia Del Jefe

Verte Otra vez I

Todos los invitados entre ellos familiares y amigos están sentados disfrutando del plato principal. El restaurante tiene esa esencia de elegancia similar a la de los años 20s. Se escucha la sublime melodía de un piano a poca distancia tocado por una bella dama vestida de rojo. Darien toma un poco de su copa e intenta prestar atención al hombre que le habla de las próximas elecciones presidenciales pero opta por interrumpirlo debido al aburrimiento que le causa su argumento y girar hacia el lado donde estaba Paulina. Aquella rubia esta despampanante en su vestido color salmón y esta noche parece que brilla de alegría. Le devuelve la mirada y sonríe con gesto cómplice. Darien levantó su copa he hizo un brindis silencioso mientras ella gesticuló la palabra gracias. Era su cena de ensayo y tenía todo el regocijo que acompaña a una mujer días antes de su boda. Luego de diez minutos Darien se levanta de su silla luciendo su traje, camisa y corbata negra. Golpea la copa levemente para que todos lo miren. El es un hombre introvertido pero había llegado la hora de decir unas palabras. Para el Paulina merecía el esfuerzo.

-Muy buenas noches a todos los presentes. Es un placer para mi compartir con ustedes en un dia tan maravilloso como lo es hoy. Estarán de acuerdo conmigo cuando digo que encontrar a esa persona especial que te complemente y acompañe para toda la vida es extremadamente difícil estos días pero hoy estamos ante un ejemplo de que no es imposible. Solo se debe esperar por la indicada. Les deseo todo lo mejor en su matrimonio.- Darien levantó su copa mientras los comensales lo imitaban- Por Paulina y Lorenzo.

Algunos invitados aplaudieron otros siguieron comiendo ignorando el breve discurso. Estaban en un área del restaurante apartada de los demás clientes donde suelen hacer eventos privados. Darien se apartó un momento, le pareció descortés para su amiga usar el teléfono en medio de la cena. Cuando caminaba divisó a lo lejos a una mujer sonriente y encantadora que captó de inmediato su atención. Iba vestida de blanco caminando con elegancia y delicadeza hasta llegar a su mesa. El no pudo evitar sentir que por un momento le faltaba el aire de la emoción. Los sentimientos que le provocaba son opuestos entre sí. No sabia cual era más fuerte si el amor o la cólera. Cuando se percató de que no estaba sola Trazó en su mente cuál sería su próximo movimiento.

***

Luna entro al Restaurant. Al ver la fachada le resulta evidente que es de cinco estrellas. Realmente debe estar interesado si la ha citado en un lugar como ese. Alisaba su vestido blanco un poco ansiosa. Se esmero para lucir radiante de la cabeza a los pies. Era innecesario tanta esfuerzo para impresionar a un extraño pero sus expectativas eran altas. Esta podria ser una noche inolvidable. Cuando se acercó a la hoster para preguntar por la mesa en que estaba el Dr. Smith un caballero se acercó sonriéndole.

- Eres mucho más bonita en persona. Es un verdadero placer estar frente a ti finalmente.- Luna lo observo y realmente le gusto lo que tenía en frente en especial su sonrisa y aires de tipo confiable. Antes de responderle el le beso en la mejilla y le ofreció su brazo para llevarla a la mesa que estaba ubicada estratégicamente cerca de la entrada.

- Me encanta el lugar que has elegido.- Dijo Luna mientras el doctor le ayuda sentarse con caballerosidad.

-Que bueno que tambien te guste. Debo confesar que me preocupaba mucho que no fuera de tu agrado pero ahora que te escucho solo puedo sentirme feliz.-Luna le dedicó una sonrisa sincera, queria reflejar delicadeza en sus palabras.

- Espero que ningún paciente se vea perjudicado con esta cita. Mónica me comentó que tienes mucho éxito en el hospital.- Las palabras que usó fueron un doctor con un futuro prometedor.

-Mónica es una hermana maravillosa. Le gusta hacer buena publicidad y exagerar un poco pero si con eso tienes buena impresión de mi le agradecería en persona.

Todo era risas y coqueteo por parte de ambos. Era evidente que el doctor estaba flechado por Luna quien era consciente de ello. Un hombre amable tierno y sencillo. Miraditas de complicidad este encuestro prometía. Solo era la primera pero el no dejaba de sorprenderla con sus comentarios. La miraba solo a ella ni siquiera paso su vista por la chica sexi de rojo que se paseaba de un lado a otro. La comida paso a un segundo plano - ¿Siempre has tenido clara tu vocación de maestra?

- No, dure mucho tiempo estudiando administración de empresas pero no era lo mío. Gracias a una persona especial tome el impulso de buscar mi verdadero llamado.

-¿Persona especial? Debo preocuparme o dejarlo pasar.

- La segunda opción. Fue una etapa bonita en mi vida pero lamentablemente al final no funcionó. Suele suceder- al escuchar tristeza en esas palabras el doctor notó que era un tema delicado así que prefirió irse por otro camino.

-Me hubiera encantado tener una profesora de inglés como tú apuesto a que seria tu mejor estudiante. Aunque todavía puedo perfeccionarlo.

-Basta, me abochornas. Por el momento solo tengo grupos de la etapa inicial de la sección de idiomas pero quiero terminar la maestría para seguir superándome.

- ¿Eres una Perfeccionista?

-No, nada de eso. Solo que realmente me gusta lo que hago y quiero mejorar.

Reian de un chiste mientras Luna paso coquetamente sus manos por su cabellera cuando escucho una masculina y fuerte voz detrás de sintió su piel erizarse y que el corazón se detenía para luego palpitar agitado por la conmoción.

- Muy buenas noches.

"No ahora por favor" Su sonrisa se desvaneció y el doctor parecía contrariado. Antes de voltearse para comprobarlo comenzó a suplicar en su interior una y otra vez "Que no sea el ". Cuando sus ojos se encontraron con la mirada intensa de ojos avellanas de Darien ya no quedan dudas. Luna pensó en las posibilidades. Comenzar a buscar un lente de contacto imaginario. Lo descarto ya la habia visto y estaba detrás de ella, ignorarlo, fingir un desmayo, simplemente pararse de esa silla y dejar el lugar pero esas ideas le parecieron infantiles. Era mas madura y no era un juego para ella. Dejó de serlo cuando en vez de diversión produjo angustias . Lo manejaria a la altura de la situación.

-Hola ¿ como has estado? -Luna tenía un tono amable y sobrio no mostraba familiaridad hacia Darien. El por su parte tenía la expresión de siempre. No había cambiado nada mientras que ella le parecía otra con su actitud fría hacia el.

-No tan bién como tu pero tampoco me puedo quejar ¿No me vas a presentar a tu acompañante? - el doctor estaba ahí mirando todo con naturalidad.

- El es el doctor James Smith y el... es Darien Fernández mi ex jefe-lo dijo e inmediatamente comenzó a beber agua de la copa encima de la mesa.

-Exacto su ex pero Luna no te parece poco considerado con el doctor mencionar sólo esa parte de nuestra relación. Soy su ex ...novio.- Darien colocó sus manos en los hombros de Luna con un gesto de naturaleza comprometedora.
- Gracias al entusiasmo de Luna el trato jefe empleada nos duró poco y quien me culparia solo mirala.

Luna no daba crédito a lo que escuchaba y deseaba  que la tierra se la tragara. No quería ni mirar al doctor pero lo hizo y parecía haber sido expulsado de su propia fiesta. En medio de todo sonó el ringtone de un teléfono.

- Si es el Dr. Smith...- Luna buscaba una manera de salir de aquella incómoda situación y salvar la velada agonizante pero sus pensamientos vieron interrumpidos - Está bien iré para allá. Lo siento mucho Luna es departe del director del hospital. Es tan extraño que me requiera a esta hora. No quisiera dejarte.

- No te preocupes por mi. Ve tranquilo debe ser una emergencia.

- Muy bien luego te llamó.- El doctor le dio un beso en la mejilla a Luna como despedida y compartió una mirada desafiante con Darién antes de retirarse. Quedaron solos. Darien no titubeó en sentarse frente a Luna mirándola con gesto arrogante.

- Es una falsa llamada de emergencia hace minutos que los vi y he utilizado mi ingenio para barrerlo de aqui. Después de todo sólo nos estorbaría.