La Novia Del Jefe

Luz Amarilla

Mientras Luna actualizaba por décima quinta vez la página de la universidad para ver si subieron sus calificaciones Carmen la ama de llaves de la casa se acerca sigilosamente donde esta al punto de sorprenderla.

— ¿Luna que serviremos en la cena?

— No se Carmen, pregúntele a Darién.

— Así lo hice pero me ordeno preguntarte a ti.

— Quien lo entiende Carmen. Estoy comenzando a sospechar que es bipolar. Solo espero por su bien que no empeore con los años.

— ¿Dices eso porque se acerca su cumpleaños?

— No, ni siquiera sabía. Se me escapó ese detalle ¿Cómo celebra Darién su cumpleaños?

— No lo celebra, ni siquiera le gusta que lo feliciten. Antes tenía una tradición con su madre. El se opuso a que le hicieran una fiesta como a un niño normal. Así que su madre le solía hornear un pastel y gustoso lo compartían en cada cumpleaños.

— A mí si me encantaban las fiestas de cumpleaños cuando era niña. Recuerdo todo el alboroto con añoranza. Ya sabe jugar con mis amigos, las tontas canciones para niños y sobre todos las golosinas pero Darién odia las cosas dulces ¿de que era el pastel?

— No se, Era una receta especial de su madre.

— Tal vez esté en uno de los libros de la biblioteca.

— Ni idea, pero todos los libros que estaban en la casa donde creció Darién fueron trasladados aquí.

En los posteriores días la misión de Luna se convirtió en encontrar aquella receta. Se pasaba todas las tardes en el estudio. En más de una ocasión Darién le preguntó que buscaba pero ella se negaba a responder. El tuvo que dejar de trabajar en aquel lugar debido a que Luna acompañaba su búsqueda con unos audífonos y cantaba a toda voz irritando a Darién.

En uno de esos días el entro a buscar un presupuesto en el escritorio y la encontró subida en lo alto de la escalera sacando libros. Al percibir su presencia comenzó a hablarle.

— Hey Darién, voy a ver una película esta noche en tu pantalla gigante ¿me acompañas? Será una de acción donde salven el mundo de una catástrofe intergaláctica.

— Esta noche tengo un compromiso previo así que mi respuesta no. — El salió del estudio y Luna comenzó a hablar sola mientras seguía sacando los libros.

— Tengo un compromiso previo...Claro que lo tiene Míster Arrogante. En verdad siento estar frente a un semáforo con eterna luz amarilla y no se que hacer.
Quizás esperar con serenidad a que cambie a verde pero puedo fácilmente morirme esperando soy paciente pero no tanto. También puedo pisar el acelerador pero ¿y si me estrello?— De uno de los libros sale una foto que cae al suelo. Luna curiosa baja de las escaleras y cuando la levanta ve sorprendida a un Darién más joven junto a una mujer que resultó ser Angelina.

— ¡En realidad nos parecemos!— Exclamó Luna ya no encontraba tan exagerada la reacción de Darién al conocerla. Era uno de los libros de la universidad. La guardo de nuevo donde estaba y volvió a su búsqueda. Encontró un libro de cocina y comenzó a hojear las páginas. En la sección de repostería encontró varios pero uno en especial le llamo la atención. Tenía pequeños dibujos trazados a mano y en la cantidad de azúcar habían escrito encima modificando la cantidad a la tercera parte. Ese debía ser. Espero que fuera un bonito detalle para Darién y que el se sintiera a gusto.

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Luna está sentada en la sala de entretenimiento dormida mientras una película está en la pantalla. Darién entro en silencio y apago la pantalla. Se tomó un minuto para observarla detalladamente al dormir para luego despertarla. Acercó su rostro al de ella y de forma suave le preguntó.