La Novia Del Jefe

Estrafalaria

Después de la singular despedida con su jefe Luna sube las escaleras para llegar a su apartamento. Lo que más necesita en este momento es descansar en su cálida cama. Al llegar al segundo piso se encuentra con Melissa sentada en los primeros peldaños de las escaleras.

— ¿Qué haces ahí? Es la una de la madrugada. —Melissa tiene ambas manos sobre su rostro y lleva su cabello corto y rubio en una media cola. Comienza a hablar sin mirar a Luna a la cara.

— ¿Que crees? Estoy castigada.

— ¿Que hiciste esta vez?

— Nada.— la voz de la joven se escucha con inocencia casi infantil.

— Si, claro. Solo dimelo no te juzgare.

—  Salí con Harry y mi mamá se entero— Luna se sienta al lado de la joven.

— Otra vez. Es que no aprendes nunca. Cuando comenzaras a preocuparte por pasar los exámenes y tener metas en la vida en vez de andar con ese bueno para nada. No estudia tampoco trabaja. Es un vago, es realmente patético ser castigado por un tipo así.

— Y eso que no me ibas a juzgar. Luna suenas exactamente como mi madre y por cierto de que hablas, tu mejor amiga tiene quince ¿bajo que criterio me puedes llamar patética? — acompaña la pregunta con una risa muy delicada. En efecto Melissa se ha convertido en la amiga más cercana de Luna.

— Oh ya cállate Melissa. Ven conmigo, te dejare usar mi computadora pero nada de chat con aquel inútil. Sospecho que fueron el y sus amigos los que entraron a robar la última vez. Ayer lo encontré al cruzar la esquina y no logro  sostener la mirada.

— Para tu información solo he salido una sola vez con el y ha dejado de gustarme. Ahora salgo con un chico llamado Mario.

— Vaya que no juegas Melissa. Ni siquiera  termina tu castigo por salir con un tipo y ya sales con otro.

 — Es lo que toca no quiero terminar como tu. Una mujer que no sabe lo que es el verdadero amor.

—  ¿ Y tu si lo sabes?— inquirió con un sonrisa socarrona — Conocer a un tarado y durar una semana no te hace experta en el amor. Además de nada serviría andar tocando de puerta en puerta si estoy segura que la persona de  adentro no es a quien busco.

— Te desperdicias Luna. Si yo me viera como tu y tendría tanta libertad. Mi vida seria una fiesta.

— Queridisima si estuvieras en mis zapatos con todas tus imprudencias hace mucho estarías tirada en una zanja. Te daré un consejo por ser mi mejor amiga. Enfócate en las cosas que duran más. La belleza puede llenar los ojos unos días pero ¿qué ocurre con ella al transcurrir del tiempo? Se desvanece como una ola en el mar. — La mira para confirmar que todavía cuenta con su atención al ver que la niña esta interesada continúa — Además hasta la belleza cansa. Intenta dedicar menos tiempo a los chicos y más a los estudios para  superarte y tener un mejor futuro ¿Sabes? En mi caso voy a ser completamente feliz el día que obtenga mi titulo colgado en la pared, han sido tantos años esperando.

— Luna tal vez tienes razón no tendré quince para siempre así que los aprovechare al máximo ¡A divertirse!—Melissa se levanta enérgica y a sube con rapidez las escaleras.

— Tú nunca comprenderás lo que es invertir bien el tiempo.

***

Al otro lado de la ciudad Darien esta acostado en su cama bien abrigado entre las sábanas tratando de conciliar el sueño no obstante fracasa en todos los intentos.

Los últimos acontecimientos lo dejaron agotado emocionalmente. Ha trabajado incansablemente durante tantos años con el objetivo de posicionar su empresa como la número uno a nivel nacional. Toda su vida se resumía en ese propósito. No tenía una vida familiar ni privada. Y cuando al fin podía alcanzarlo, cuando el  anhelado sueño esta al alcance de sus manos, en vez de pensar en la dulce victoria que se aproxima esta en vela a las cuatro de la madrugada pensando en la incompetente de Sarandí.

Un solo mérito le había dado ese trabajo y en pocos días ella se deshizo del mismo. Debía Parecerse a Angelina.

Lamentablemente su actitud, soltura, e inapropiada manera de ser la ha desligado en el cerebro de Darién con cualquier semejanza a pesar de poseer gran similitud físicamente. Si la función y valía que la hace perfecta para el plan desaparece no le quedan más opciones.

Se levanta de la cama y busca un vaso de agua que esta en su mesita de noche junto al teléfono.  Después de terminar de beber del vaso transparente escribe un mensaje y lo envía. Esa sencilla acción le trae suficiente serenidad para dormir dos horas antes de que escuche la alarma.

Al despertar siente que una aplanadora le había pasado por encima pero como debe supervisar todo lo concerniente a los nuevos contratos tiene que levantarse.

Cumple con todo su ritual matutino y al bajar a desayunar observa incrédulo a Luna en la mesa desparramada en la silla que el tiene como costumbre ocupar devorando un variado y suculento desayuno. La misma lleva el cabello recogido descuidadamente en una coleta inclinada demasiado a la derecha y una blusa holgada del color verde más horrible que ha visto en toda su vida, cara lavada y sin rastro de cansancio al contrario de el. Esta fresca como una lechuga. Al notar la presencia de Darien con rapidez le brinda un entusiasta buenos días a lo que el responde:

— ¿Que haces aqui? — le hace señas para que se levante de la silla y ella con agilidad se muda a la más próxima cambiando los platos de lugar.

— Me envió un mensaje diciendo que necesita reunirse conmigo hoy, mire aquí esta.—  le muestra el mensaje que busco en su móvil. Al ver el mensaje con dificultad en la pantalla destrozada del teléfono Darien recuerda que ayer había llegado a la conclusión de despedir a la chica estrafalaria que tiene frente a el. Tendrá que entregarle un cheque con el cincuenta  por ciento del valor total del contrato y se librara de su innecesaria e incluso molesta presencia. El la contrato así que el la despediría de manera directa y sin intermediarios.

— Nunca le mencione la palabra desayuno o mi casa en el mensaje.— Una de la razones por las cuales Darien la despediría. Era la única persona que trabaja para el que se da atribuciones de una forma tan despreocupada.

— Es mucho más sencillo para mí venir aquí antes de ir a tomar clases en la universidad. En hora y media tengo Introducción a la Economía.—
"definitivamente no está en plan de conquista al menos no con esas fachas"
piensa Darien estudiando a su acompañante detenidamente

—Muy singular su atuendo diría que es ciertamente estrambótico.—

— Oh, yo le llamo sesenta por ciento de descuento y estoy muy a gusto con esta ropa. No estoy en horario laboral ni esto es ningún evento social así que no creo que interfiera con la imagen que usted necesita que refleje. —  responde condescendiente.  Darien no desea dar preámbulos innecesarios así que va directo al punto.

— Señorita Sarandí el motivo de esta reunión es que sus servicios no...— es interrumpido por el timbre del móvil. El nombre de Sousa sobresale en la pantalla. 

— Felicidades Darien, — su amigo se escucha alegre — te has robado el protagonismo de la presentación de ayer junto con tu distinguida novia. Me sorprendí esta mañana al abrir el portal Today News.  Un hombre sabio reconoce cuando se equivoca y yo lo hice al no confiar en tu criterio...

Sousa sigue hablando pero Darien no presta atención. Toma su tablet de encima de la mesa y entra a la  página del Today News.
Tienen publicadas varias fotos en las que el estaba posando serio junto a Luna quien lucía radiante y feliz. El articulo que acompaña las imágenes es corto y sencillo hace referencia al evento que enmarca una nueva etapa para las empresas de Darién.

Queda impresionado por la rapidez en que los periodistas mordieron el anzuelo y le reconocen como un hombre exitoso desligado de cualquier chisme irracional.
Se despide apresuradamente de Sousa y observa a Luna comiendo como si no hubiera un mañana. Dedica un minuto en comparar la foto en la tablet con la joven atragantándose con unos hotcakes y le parece el antes y después de esos cambios radicales que hacen en un reality show. Debe reconocer con resignación que esa mujer tenia talento para las farsas y también que la necesitaba por esos tres meses. Así que la seguiría soportando todo la que su paciencia le permitiera.