—Estás radiante Luna. Después de todo estas en tus aguas. —En definitiva hay cosas que el dinero no puede comprar afortunadamente para Darién la ética de un Dj no era una. Por lo que gustoso aceptó incluir todas las canciones que le sugirió a cambio de unos generosos billetes. Estar estrechando al ritmo de esas bellas melodías suaves y románticas en los brazos de la mujer que le robaba el sueño era un exquisito placer para todos los sentidos. Sus ojos se extasiaban al ver su rostro. Sus manos acudían a navegar de manera sigilosa por su silueta. Escuchar aquella voz tan de niña tan de mujer. Esa esencia a vainilla le hacía no querer resistir el impulso de besarla pero la gente a su alrededor le eran un obstáculo.
—La estoy pasando muy bien. Debo admitir que he ido a los mejores eventos en tu compañía. — Se acercó más a el para seguir hablando — Paulina nunca se debe enterar pero este tiene el puesto número uno. Es una boda de ensueño. Parece un verdadero cuento de hadas. Incluso tú estás emocionado.
Estar junto Darién era realmente hipnótico. De no acompañarlo estaría corrigiendo exámenes. Ese pensamiento la turbó un poco debía entregar las calificaciones. Ah que importa. No volvió a pensar en eso. Decidió mejor apoyarse con los ojos cerrados sobre el pecho de Darién y sentir que estaba flotando sobre una nube. Escuchando cuando recibía la respuesta.
—Sabes qué poco me agradan toda esta parafernalia estoy feliz por que decidiste acompañarme.
—Y no me arrepiento es que no se cual es la magia que hay detrás de las bodas pero como que te invita a soñar.
—Cásate conmigo Luna. —La tomó desprevenida pero lo tomo con buen ánimo conservando su sonrisa.
—Ay Darién, solo lo dices por la emoción del momento. —Comienza a palpar su frente y la de ella para comparar las temperaturas. —Te ha dado fiebre de matrimonio.
—No estoy jugando. Tienes que saber que te extraño a todas horas. Cada rincón de la casa me recuerda a ti. Ahora me parece más tuya que mía. Tu presencia se siente allí aunque no estas. Es una tortura, nunca me había molestado el silencio o la soledad hasta que te fuiste ahora me lastima Luna. — Conmovida con sus manos entrelazadas en las de el lo miro a los ojos y con tono dulce le respondió.
—Darién, creo que deberías mudarte a una casa más pequeña. Por eso te sientes muy solo. ¿Has pensado en un apartamento? Por experiencia te digo...
—Estoy hablando en serio Luna. Quiero que seas mi esposa. Nos conocemos bastante hasta hemos vivido juntos.
—Juntos pero no revueltos que no se te olvide. —Darién inconsciente la presionaba hacia el sintiéndose impotente ante la falta de cooperación. — ¡Ay me estas apretando demasiado!
—Lo siento, lo siento. Yo se que teníamos nuestros espacios. Por lo mismo pienso que en esta ocasión debemos dar un paso más allá. Compañera en el día y la noche. Estar incluido en tus planes y sueños de la misma manera que tu estas presente en los míos. En ti puedo encontrar un soporte y yo te serviré de apoyo...
—Darién espera un momento ¿tu me estas hablando en serio? Es la verdadera razón por la cual has mandado el ostentoso anillo junto con mis cosas. — Luna dio un largo suspiro para seguir con más calma— Honestamente pensé que lo hiciste para llamar mi atención pero escucharte hablar de matrimonio a decir verdad me inquieta un poco. No deberías utilizar una propuesta así como estrategia de retención.
—Nunca en mi vida he hablado más en serio. No te envié el anillo solo porque vendrías a devolverlo. Yo lo compre antes de que me dejaras. — Luna se separó de el y salió de la pista. El la iba siguiendo. Había llegado hasta su mesa y busco su bolso. — Por favor no te vayas.
ESTÁS LEYENDO
La Novia Del Jefe
RomanceCansado de estar bajo la sombra de los rumores, Darien Fernández busca una forma de dejar su pasado atrás. Irónicamente se encuentra con Luna Sarandi una mujer bastante peculiar que representa para el a quien más odia pero el querrá utilizar este...