La misma Piedra

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En el jardín delantero de la casa alguien realizaba cambios y no era precisamente el jardinero. Luna se encontraba sembrando un árbol. Su novio que salia rumbo a la oficina logro verla. Se acerco curioso y se agacho bastante cerca. Ella Seguía acomodando la tierra sudando y visiblemente cansada.

-¿Que haces?- inquirió Darien

-Es evidente que estoy sembrando un manzano si miras a tu alrededor notaras que ninguna de las plantas que tienes son frutales. Solo son vanidosas y ornamentales. Me parece una injusticia que ocupen el espacio de algo que tiene  beneficios reales solo por verse bien . Este sera doblemente diferente porque comerás manzanas y podrás descansar debajo de su sombra.

-No te cruzo por la mente preguntarle al dueño antes de sembrar en sus tierras.

-Tuve iniciativa . Me parece una buena virtud en ciertos momentos. No me digas que debo buscarle otro hogar al igual que ha Nieve. Mira el lado positivo pronto me voy a mudar y no tendrás mis ecológicas ideas perturbando tu espacio.-Al finalizar la frase dejo de amasar la tierra y miro a Darien. El estaba impecable con un traje azul gotico y con esa expresion entre hilarante e incredulo que solo ella producia.

- Lo puedes dejar ahí pero crei que no habias encontrado lugar todavia.

- Si lo hice pero no te lo mostre. Darien, has boicoteado todo intento de alquilar un apartamento siempre te parece pequeño o muy apartado.

-Tal vez es que no quiero que te marches.

- Entonces pídelo y lo pensare. -Ella le sonrio dulcemente y el inclino para darle el beso de despedida pero ella se alejo en un movimiento rapido.

-No, estoy toda mugrosa no te quiero ensuciar-El hizo caso omiso y le robo un rapido beso para luego incorporarse y marcharse a la compañia.

-Adios corazon. Te veo en la cena si Dios lo permite. No te olvides de invitar a Sousa esta vez.



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Luego de un almuerzo con unos posibles inversionistas. Darien iba en la parte trasera de su auto cuando miro su muñeca para ver la hora recordó que perdió su reloj en Canadá. Llevaba una semana sin este y era realmente necesario para el .Especialmente para intimidar a sus empleados dando golpecitos en este con su dedo índice en señal de que se estaba impacientando. La mas afectada siempre resultaba siendo Leonela quien parecia que la estaban torturando en cada toque. Tendría que hacer una parada antes de llegar a la oficina.

- Perez, detente en la joyería Harry Winston.- A Darien no le tomó mucho tiempo encontrar un reloj idéntico al que perdió pero mientras esperaba la factura un tramo de la exhibición llamó su atención. Observaba con detenimiento los anillos de compromisos. El nunca fue tan partidario de el matrimonio porque simplemente el ideal que estipula, en la salud y la enfermedad y permanecer junto a alguien para toda la vida era fantasioso y abrumador pero debía admitir que era muy feliz al lado de Luna. Comenzaba a enumerar las razones del porque era buena idea. Todavía no tenían un año juntos era una decisión muy seria pero sentía que conocía a profundidad a su amadora del descuento. Sus metas en la vida eran diferentes pero no se interponían entre si. Las relaciones avanzan y...

-Hola Darien- El reconoció esa voz y no pudo evitar sentir una molestia automática pero pasajera.

- Angelina ¿Cómo Estás?- Darien conservó la compostura y su rostro tenia la seriedad de siempre. Al ver a Angelina quien llevaba un conjunto oscuro y formal le invade una sensación de incomodidad.

La Novia Del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora