Forever.[malec]

Capitulo 8.

Los ojos de Alec se abrieron de golpe. Miró hacia todos lados aún adormilado y de removió un poco en la cama. Al darse la vuelta, se encontró solo.
Se sentó y notó que en la habitación no había nadie. Iba a pararse asi como asi pero luego recordó, estaba desnudo.
Sus mejillas se pusieron rojas a pesar de estar solo y corrió hacia el armario. Se colocó unos calzones y una remera de Magnus que le quedaba enorme.
Caminó por el pasillo de la casa en busca de su novio, pero en el camino sólo se encontró con Presidente Miau y lo tomó en brazos. Escuchó unos ruidos provenientes de la cocina y se encaminó junto al gato hacia allí.
En cuánto cruzó el umbral, se encontró con un Magnus en boxers, moviendola las caderas al ritmo de una música y preparando el desayuno. El brujo se dio la vuelta y se encontró con un Alec sonrojado y riendo.
-Oh, buenos días a ustedes también.- saludo. Alec le sonrió con alegría y dejó al gato sobre una silla.
-¿Que preparas?
-Unos brownis, ¿no que eran tus favoritos?- levantó las cejas.
-Pues...sí.- sonrió.
Magnus lo tomó de la cintura y le besó la cien.
-¿Me ayudarías?
El cazador sólo asintió, a pesar de que no sabía mucho de cocina. Magnus lo guió y de vez en cuando le lanzaba besos. Alec solo se sonrojaba, sonreía y hacia lo que el mayor decía.
Terminaron de cocinar y metieron el postre en el horno. Magnus tomó a su novio de la cintura y en cuanto tocó su vientre se separó de inmediato.
-¿Magnus?- preguntó el menor, dándose la vuelta para mirarlo. Pero el brujo estaba de espaldas. -¿Amor?
Se le acercó tocandole el brazo y le obligó a darle la vuelta para mirarle. -¿Cariño, que ha pasado?- al mirarlo a los ojos descubrió que estaba llorando, pero con una leve sonrisa. Magnus aún no le decía nada. -¿Amor, éstas bien?- le miró preocupado.
-Estas...- se detuvo.- estas embarazado.
-¿¡Que!?- la cara de Alec mostraba su sorpresa, no se lo esperaba.
-Escuché los latidos de el bebé.- le sonríe, secandose las lágrimas.
-¿El bebé? ¿Es hombre?- sonríe con ojos cristalizados.
-Por el momento, sí.
-¡Oh, Por el Ángel!- lágrimas salieron de sus ojos, felicidad. Felicidad. Estaba feliz. ¡Al fin! Tendría una familia, un niño, un bebé suyo. De él y de Magnus.
Se tiró a los brazos de su novio y le repartió besos por toda la cara.
-¡Tendremos un bebé! ¡Un lighwood-bane! ¡Será de nuestros genes!- le gritaba con alegría sobre su novio, mientras el gato los miraba desde la casa. Los dos le miraron cuando comenzo a ronronear, y se oyó la risa de Alec, entre los brazos de Magnus. El brujo sintió su vibración y sonrió, mirándolo. Estaba tan feliz que...
-Debemos festejarlo.
-¿Tu crees?- le miró, mientras el brujo lo bajaba de sus brazos, dejandolo sobre sus pies.
-Esta noche, iremos a un restaurant. ¿Quieres?- le miró con sus hermosos y dorados ojos.
El cazador asintió desesperadamente y saltó mientras agarraba al gato en sus brazos.
-¡Habrá otra persona en esta casa, presidente Miau!- le sonrió mientras giraba con el gato en sus brazos. Este solo maullaba pero no se movía. Y Magnus observaba la escena con cariño y felicidad.

Simon abrió la puerta de la casa y al ver quién era, llamó a Izzy rápidamente. Ella llegó y miró a la persona de pies a cabeza.
-¿Que ha pasado ahora?- pregunta preocupada, por si vuelve a pasar por lo que la última vez que lo encontró en su puerta.
-Yo... Necesito ayuda.- sonrió.
-Vale, pasa, Alec.
El cazador pasó al interior de la casa y se quedó allí parado esperando a que Isabelle le acompalara.
-¿Que es lo que necesitas, hermano?
-Emmm.. Es algo vergonzoso... Umm, tengo uan cita.
-¿¿¿¡Engañas a Magnus!???- saltó enloquecida.
-¡Por supuesto que no!- se ofendió. - Es una cita con él.- se sonrojó.
-Oh... Y ¿en qué quieres que yo ayude?
-No sé que ponerme.- agachó la cabeza avergonzado.
La sonrisa de Izzy se agrandó.
-Has venido al lugar correcto.- y le tomó de la muñeca, llevandolo escaleras arriba.
Llamó a Clary, y esta fue lo más rápido que pudo. Estuvieron decidiendolo un largo rato. Le hicieron tomar un baño, le eligieron hasta la ropa interior. Salieron a comprar algunos detalles. Y parecía todo perdido, ya que nada los convencía.
Entonces, mientras caminaban por las calles llenas de negocios, Izzy se detuvo frente a uno muy elegante.
-Éste es el lugar.- asintió.
-¡Si!- gritó Clary tomando a Alec de la mano y adentrandose en el local.
Estuvieron más de una hora alli, provandose todo lo que encontraba. Hasta qué, Rick, el chico de la tienda, encontró algo perfecto, que Clary e Izzy creyeron excelente.

Magnus se encontraba en la puerta de la casa de Izzy, dónde Alec le dijo que le buscara. Había alquilado una limosina, y tenía un traje plateado y violeta, era brillante. No se había maquillado demasiado, solo un poco en los ojos.
Estaba nervioso, había tocado el timbre hacía un rato y Alec todavía no salía. Pero, en cuanto se iba a dar la vuelta para adentrarse al auto, escuchó la puerta de la casa abrirse. Se volteó y observó la imagen más hermosa que jamás había visto: Alec salió con pantalones negros ajustados, unos zapatos opacos, una camisa azul y negra que le quedana suelta y no estaba abrochada del todox dejando ver un poco su pecho. Pero lo más extraño pero hermoso que había en Alec, era que estaba maquillado, con un poco de rubor en las mejillas, unos pintalabios color manzanilla y ojos delineados. Su cabello, también arreglado, estaba revuelto.
En cuanto los dos se miraron, se sonrieron, y Alec se sonrojo, bajando la cabeza. Se acercó con pasos delicados hacia su novio.
-Éstas precioso.- le aseguró Magnus al tenerlo cerca, agarrándolo de la cintura para atraerlo a su cuerpo.
-¿No crees que es demasiado?- agachó la cabeza a mirarse, esperanzado de oír algo lindo otra vez.
-Para nada. Éstas tan hermoso que no puedo quitar la vista de ti.

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Holaaaa!!! ¿Que tal? Lamento la tardanza, estuve algo ocupada pero... Aquí está!
Espero que les guste el cap, lo hice bien romántico porque lo necesitaba un poco.
Gracias por todos los comentarios y favs, espero encontrar más. Han sido muy dulces, gracias.
Sigan leyendo, y esperó que les siga gustándo.
-Lulu